jueves, 3 de septiembre de 2015

Un triángulo feliz





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Para el concurso de relatos veraniegos de El Periódico del Prat.


Érase dos niños vecinos que casi eran amiguitos, y no lo eran del todo porque a menudo andaban a la greña por culpa de sus nombres propios. Uno se llamaba Calcetín y el otro Caracolo. A Calcetín le era muy fácil hacer hacer bromas con el nombre de Caracolo, le bastaba con cambiar la primera O del nombre de su amigo por una U para sembrar la discordia, y no reproduzco aquí el resultado porque suena muy feo, feísimo. ¿Verdad que suena muy feo?; ¿Verdad que la mayoría de ustedes se han escandalizado?
Pues así de perverso era Calcetín, pero no lo era menos Caracolo, puesto que se reía de Calcetín diciéndole que era "un calcetín sin pareja"
"¡Oye, tú, ¿en donde has dejado al otro calcetín?, jajajaja!"
Y ahora os cuento la segunda parte de esta historia:
Ambos estaban enamorados de la misma niña, una niña rubita muy guapa que se llamaba Braga. A la niña le gustaban los dos, pero le era muy difícil decidirse por uno.
Cierto día de verano los tres se encontraron en la playa de Santa Playolanda, una playa muy famosa por prodigiosa, pues en ella crecían los castillos de arena y otras figuras artísticas sin intervención humana. Eran arenas milagrosas. También había palmeras con dátiles sin azúcar para diabéticos, duchas de agua fría y caliente y chiringuitos en donde vendían regaliz, helados, cerveza, marihuana y preservativos.
Braga, que era una niña muy generosa de padres ricachonísimos porque eran supercorruptos, invitó a sus dos pretendientes a whisky con cocacola y preservativos perfumados de la marca Pocholoco, los mejores, e hicieron el amor en las cálidas y cristalinas aguas de Santa Playolanda, felices y contentísimos en la felicidad de su triángulo amoroso novieteril.
- Pues nada, ya lo he decidido, os elijo a los dos como novios. Dos mejor que uno, ¿no? - argumentó Braga.
- ¡Sí! - repuso contentísimo Calcetín.
- ¡Has hecho la mejor elección! - exclamó felicísimo Caracolo.
Y fueron superfelices del todo y comieron un día sí y otro también ostras, caviar, langosta, fabada asturiana Litoral, paella al estilo Coscojuela y butifarra sin independizar poque los padres de Braga nunca dejaron de ser corruptos, ya que les iba bien con todos los gobiernos.
Moraleja: Si Enriqueta tiene una teta es que también tiene otra.

6 comentarios:

  1. ¡JA JA JA JA JA!
    ¡Muchas gracias! He venido con el ánimo por los suelos y usted me ha arrancado una gran carcajada.

    Esta noche publicaré los dos relatos (si me deja cierto problema de tres pares...)

    ¡Feliz tarde-noche!

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  2. Me alegro un montón haberle alegrado. Veo que la técnica le ha fallado también esta noche. No se preocupe, haga lo de las votaciones con todo lo que está publicado y a estos dos los cambio de estación del año y quedan para el concurso navideño, ¡je,je!
    Feliz viernes!... ( Para mi un día muy grato porque me lo paso pensando en que mañana ya es sábado )

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  3. Zurbano¡¡ Enriqueta quiere que le toques una teta,y ella te subira la braqueta.

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  4. Ahora si rima, va usted progresando.

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