( Episodio 48 ) Muertos de novela.

- Allo!, Whos speaking, please!, ( ¿Quién habla? )
- Eh... ¿oiga, es usted Claudio?
- Sí, ¿y usted quién es?
- Pues verá, soy una amiga de David Andrés y... esto..., ¿vive David Andrés ahí?
A Claudio no le pasó por alto que aquella mujer estaba fingiendo. Su tono de voz no le resultaba convincente.
- ¿Una amiga?, ¿cual es su nombre?
- Eh... Enriqueta, El a lo mejor no me recuerda porque han pasado años y... Bueno, la cosa es que yo voy a viajar a Manchester por negocios y me gustaría verle.
- ¿Y por qué no le llama a él?, también tiene teléfono... como todo el mundo.
- Es que... verá, yo había pensado darle una sorpresa, jeje, es que hace tantos años que...
- Mira, tía, te estás quedando conmigo, no hace falta ser psicólogo para entender que mientes, y lo siguiente será preguntarme en dónde vivimos, ¿verdad?, pero me temo que la sorpresa no va a ser agradable, ¿me equivoco?
Claudio podía ser gilipollas para guardar el dinero en su casa, pero no para otras cosas. Los ojos de Amor le lanzaron una mirada de auxilio a Desiderio.
- ¿Qué dice?
- Que estoy mintiendo y que miento muy mal. No hay nada que hacer.
Lo último lo dijo en un tono apesadumbrado.
- Déjame.
Tomó el teléfono y se dirigió a Claudio hablando con mucho aplomo.
- Hola, Claudio, mira, me llamo Desiderio. Escúchame un minuto, por favor, y no te vas a arrepentir. Quiero hablarte del tipo de canalla que es tu amigo David Andrés, porque también fue mi amigo y me hizo una putada enorme y otra putada a la mujer que acaba de hablar contigo.
Desiderio se explayó más del minuto prometido porque Claudio le escuchaba, y para sorpresa de Amor y suya, la respuesta del "amigo" del canalla en Manchester fue absolutamente inesperada.
- A mi también ha querido robarme y ahora no nos hablamos. No sabía el tipo de personaje que era cuando le abrí las puertas de mi casa y le recomendé para un trabajo. No le he echado todavía porque temo su reacción, pero el lunes voy a consultar a un abogado. Mira, os doy la dirección si quereis venir. A lo mejor entre los tres le escarmentamos bien escarmentado.

El detective policial Boltón empezó muy temprano el lunes a contactar con compañeros de Manchester que pudiesen aportarle algo sobre el "misterioso doble" del terrorista capturado. Misterioso para él, por supuesto. Por momentos le asaltaban las dudas más mortificantes.
"Ya es casualidad que se haya visto haciendo de doble de un asesino y al mismo tiempo sea él otro asesino. 
En otros momentos pensaba en el individuo de la sonrisa. 
"Tiene que ser un mal bicho para reirse del pasmo del camarero por el viejo tirado en el suelo. Apostaría a que es este último es el que se llevó el móvil y el libro del viejo"

Evaristo Briceño decide cambiar su táctica y lo hace por una buena razón. Ha pensado que si espera a que la policía publique su foto o su retrato robot, el narizón puede que se pire antes a otro país. "¡Si no lo ha hecho ya, mierda!, creo que me he confiado demasiado"
El numerito del narizón ya casi se lo tiene memorizado.
- ¡Dígame!
David Andrés siempre contesta en español porque sería incapaz de hilvanar una simple frase en inglés, aparte de no entender ni pio lo que le dicen. Pero le gusta contestar al teléfono para decir: "I don´t understand, sorry. See you later" ( No entiendo, lo siento, hasta luego"
Pero aquella voz le habló en spanish.
- Buenas tardes, me he encontrado un libro que a lo mejor lo ha perdido usted o quizá conoce al que lo ha perdido. Se titula "14 asesinatos en el tren de Mataro"
"¡Hostias, ¿y este quién será?!

( ¡Vaya dos que se han juntado!, pensará Doña Leona Catalana. Atentos, pues, a lo que viene, queridos amigos. )