martes, 15 de septiembre de 2015

( Episodio 53 ) Muertos de novela )


Resultado de imagen de Manchester

Resultado de imagen de avión de Easy Jet elevándose


- ¡Te juro que le he visto, Amor! ¡Es él, coño, es él!... ¡No te muevas de aquí!, ¡No te muevas, eh!, ¡voy a por el cabrón!
Amor se queda pasmada en la parada de taxis mientras Desiderio inicia la persecución del taimado David Andrés.
El ladrón y homicida David Andrés Ascaso Durruti entra como una exalación en la Terminal 3 del aeropuerto, intentando no ser sorprendido por sus encorajinados perseguidores, pero enseguida reduce el paso para no llamar la atención. Es ahora cuando debe tener la cabeza más fría. Mira varias veces hacia atrás pero no ve a nadie siguiéndole los pasos. No obstante es una falsa sensación de seguridad porque hay muchísima gente en esos momentos moviéndose por los diferentes espacios de la terminal. Mezclados entre ellos pueden estar Desiderio y Amor. Y lo peor: puede haber muchos polis de paisano porque la amenaza terrorista no da treguas.

"¡Ah, hijo de puta, ya te he pillado!", se dice en su interior Desiderio cuando descubre la nariz prominente debajo de la gorra negra.
David Andrés se ha detenido para chequear en la reserva de vuelo cual es el número de su puerta de acceso a la zona de embarque. Tiene una ventaja sobre sus perseguidores: no necesita pasar por los mostradores de facturación porque no va a facturar nada, su pequeña mochila y su pequeño bolso de deportes son todo su equipaje. La sala de facturación de equipajes hubiese sido para él una trampa mortal en el caso de que Amor y Desiderio le hubiesen acorralado allí.
"¡Ya te tengo, cabrón!" 
Le da una palmada en el hombro para que se vuelva y pueda propinarle un puñetazo. Andrés David se gira y capta la maniobra al instante. Gracias a un impulso reflejo el puño de Desiderio pasa a un milímetro de su mentón. Andrés David intenta responder con un izquierdazo,  pero el bolso de deportes y la mochila le dificultan el movimiento. Su instinto de supervivencia le dice que lo mejor es salir pitando. Desiderio es un enemigo fácil para vencerle a puñetazos, pero el escándalo estaría garantizado y se convertiría en una presa fácil para los guardias del aeropuerto. Así que emprende la carrera sorteando los cuerpos de docenas de personas y equipajes que le salen al paso. Desiderio le pisa los talones, pero sus zancadas más largas y la agilidad para librarse de chocar con la gente, le hacen ganar unos metros de distancia. El primer choque de Desiderio es contra un niño cargado con cinco helados que acaba de comprar para sus padres y hermanos. El niño se lleva un susto morrocotudo y se le caen todos los helados. El perro de una señora de aspecto nórdico se lleva a la boca uno de los helados. Un ciego pisa un helado y patina, pero logra mantener el equilibrio tras la blasfemia de rigor.
- ¡Ven aquí, hijo de puta, cobarde!... ¡Da la cara, ladrón! - grita Desiderio sin importarle la suerte que ha corrido el niño.
El ciego pregunta si se está rodando una película, pero nadie le responde.
"Venga, gilipollas, gasta toda tu energía en gritar", piensa Andrés David cuando ya está a punto de alcanzar la escalera de acceso a la primera planta, en donde se encuentra la zona de embarque.
Desiderio colisiona ahora con un anciano y el pobre hombre cae de tal manera que se golpea en la cabeza contra el suelo. Varias personas lanzan un grito de terror. Desiderio comprueba que su enemigo se aleja ya demasiado.
"¡Qué hijo de puta, se me escapa!"
En su aturdimiento está a punto de estrellarse contra una señora bajita de rasgos orientales que tira de una maleta rodante más grande que ella. La señora está asustada porque ha oído gritar al loco. Se echa rapidamente a un lado para rehuirle y es atropellada por un coche de discapacitado que viene a mil por hora. Más gritos de pánico del público.
El viejo y la señora yacen en el suelo. El viejo está inerte y la oriental bajita ( demasiado bajita hasta para ser oriental ) se retuerce de dolor. El discapacitado, cuyo scooter está profusamente adornado con pegatinas y banderines del Manchester United, no deja de gritar:
- ¡Ay, que casi la mato!... ¡Ay, que casi la mato!
Desiderio ve en su desesperación que el canalla alcanza la primera planta subiendo las escaleras de dos en dos. Grita con toda su alma:
- ¡Espera, hijo de puta, espera!, ¡voy a por ti y te voy a pillar te escondas en donde te escondas!... ¡Cabrón, más que cabrón!
Es en ese momento cuando llegan los vigilantes de seguridad del aeropuerto. Trata de burlarles pero caen encima de él, le tumban en el suelo y le colocan unas esposas. Acto seguido aparecen los polis y le trasladan al furgón policial que espera en la zona de taxis. Son vanos los esfuerzos de Desiderio por explicarse. Su torre de Babel particular, el desconocimiento del idioma de la tierra que pisa, hacen posible este extremo. 
Cuando Amor le ve llegar esposado y rodeado de polis, intenta rescatar a su hombre mordiendo y arañando a aquellos hijos de la Gran Bretaña, pero igual de vanos resultan sus esfuerzos. Y ambos terminan viajando juntos en el furgón policial.

A Andrés David le resulta fácil deshacerse del bruto encolerizado, y más con la colaboración de las fuerzas de seguridad. Tampoco tiene problemas para pasar el control de policías. Pero su angustia es muy grande durante la hora larga que tiene que esperar para embarcar. Entra tres veces en la toilet. Compra periódicos y revistas y pasa las hojas de forma compulsiva mirando fotos. Camina de un lado a otro mirando distraidamente por los ventanales que dan a las pistas. Ve despegar y aterrizar unos cuantos aviones. Dirige su atención constantemente al panel electrónico de delayed, salidas. Pero el tiempo no corre para él. Espera que en cualquier momento aparezcan varios policías para llevárselo esposado después de leerle sus derechos en un idioma que no entiende. Imagina que a Desiderio y Amor les han detenido por escándalo  y les han facilitado un intérprete, y que algún policía ha relacionado su nombre con el del hombre que mató al viejo de Liverpool. Pero nada de eso ocurre. Para el agente Bolton está claro que él es el agresor de Thomas Altrincham, pero nada sabe de su estancia en el aeropuerto, se enterará al día siguiente.

Un avión de la compañía Easy Jet se eleva de la pista enfilando hacia unas nubecillas dispersas que tachonan el azul celeste. Es un día de cielo casi despejado y sol casi español en el Greater Manchester, la tierra que ha acogido a un golfo impresentable llamado Andrés David Ascaso Durruti, un desgraciado con suerte empeñado en reemprender su camino hacia un futuro incierto, desdeñando la seguridad que le brinda Inglaterra, el futuro incierto que permanece inevitablemente en el horizonte de todos los marginales. De momento disfrutará del sol de Málaga, de los chiringuitos de la playa y del sexo con algunas chicas fáciles, mientras funde el dinero "heredado" del pringado Claudio, el hombre que creyó en él, en su fidelidad de amigo. ¡Qué ingenuo!
Sonríe y observa a través de la ventanilla la cuadratura de los verdes campos manchesterianos y sus sinuosos ríos, y se siente estúpidamente feliz.


                                                            FIN

Próxima entrega: Making of de la película.

9 comentarios:

  1. Gracias por estos dias de entretenimiento, Doño, se lo digo muy en serio risas¡¡ por favor no deje de que Teresa ni yo, dejemos de leer aquí¡¡besazos¡¡¡¡

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    1. Ni tú ni yo vamos a dejar de leer aquí, no hace falta que achuches al Doño, je je je...

      Besosssss...

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  2. Menudo final. En esa escena de helados, carrito de discapacitado y todo eso, sólo faltaba un gato histérico escapado del transportín que le haga una cara nueva a Desiderio, ¡juas juas juas!
    Y anda que la despechada... menuda loca.

    Me ha gustado mucho el culebrón, ha sido desternillante e inquietante a la vez, sin tener idea del final. ¡Bravo una vez más!

    Oiga, con este final puede hacer una segunda parte, je je je... Me gustaría saber si el caradura de David Andrés encuentra finalmente la horma de su zapato.

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  3. ¡Coño, la idea del gato es cojonuda!, ¡jajajaja!, ¡se la plagiaré algún día!
    Yo tampoco tenía idea del final, se lo juro, surgió unos cinco episodios antes, cuando empezó a flaquearme la idea que tenía desde hacía unos diez episodios. Sentí pereza porque iba a darme mucho trabajo y no sé si lo iba a hacer con la misma ilusión que todo lo anterior. Se trataba de dar un salto de un año. El episodio 54 iba a empezar con el título: "UN AÑO DESPUËS" Todos los personajes, a excepción de los terroristas, iban a juntarse en la costa murciana y almeriense. Recordará usted que Walker tenía una amante murciana, Fuensanta. Desiderio y Amor se instalarían en Murcia y Andrés David se colocaría de camarero en Almería. Bolton tendría referencias de su estancia allí y acudiría a la zona, asi como Briceño, que seguiría vivo para esta segunda parte. El final iba a ser de mucha acción, helicópteros incluídos, centrándose todo el barullo final en El Ejido ( con nuevos personajes del mundo de la emigración y narcos africanos ) y particularmente en Las Norias de Daza, y para algún episodio rescataría a la inspectora Jiménez Herrera. Pero ya le digo, estos 53 episodios me han dejado algo agotadillo y empecé a sentir pereza. He optado por el relax de los relatos cortitos y que, cuando surja la idea de otro culebrón, que sea con un estupendo estado de ánimo.
    ¡Un millón de gracias!

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    1. jajaja¡¡ un millon de gracias a uted¡¡

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    2. Plagie, plagie todo lo que quiera, que no hay problema; yo encantada de darle ideas, me sobran porque no tengo tiempo de ponerlas en práctica y es una lástima desperdiciarlas, je je je...

      Sí, si quiere que sea sincera, el final me ha parecido apresurado, no lo esperaba así.
      Pero le comprendo perfectamente, llega un momento que te cansas. Recuerde mi culebrón inacabado de los romanos históricos a través del vidrio, con la mujer del teclado.
      Ni siquiera le di un final apresurado porque era imposible, faltaba mucho para un desenlace adecuado, conque lo "aparqué" a la espera de retomarlo.
      Total, sólo lo leía usted, je je je...
      Si algún día me decido, no habrá problema usando los enlaces, con ellos se puede ir directamente a cada episodio sin tener que rebuscar dos o tres años abajo.

      ¡Un abrazo! ¡Y besos a Enriqueta!

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    3. No, no apresurado exactamente, es que ese final "encajaba" con lo anterior, alargarlo creando nuevas situaciones hubiese llevado a la monotonía. Solo cabía alargarlo con un par de secuencias largas de persecuciones y tiros, pero no me gusta abusar de ello.
      Perfectamente, puede seguir lo de los romanos en cualquier momento, pero no creo que le satisfaga como cuando lo creo. Se sentirá más motivada si hace algo nuevo.
      ¡Venga, a pasarlo bien, que aún queda mucho domingo!

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