lunes, 31 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 58 )









Intuyó que aquella mujer le iba a revelar algo interesante. El fuerte ritmo de trabajo de ambos les impedía prolongar este encuentro, los dos tenían reuniones urgentes esa tarde, ella en lo concerniente a la gala de clausura del festival y él en dos frentes distintos, ambos con el denominador común del caso Valdurriales: examen riguroso de varios historiales delictivos buscando posibles conexiones con las victimas ( usureros que prestaron dinero al ludopata Sebastian Santorcaz, veraneantes y seguidores del cine con antecedentes penales, individuos que tuvieron algun altercado serio con Rogelio Briales y Nicolas Ventura y "mochileros" que no se alojaban en ningun hotel o pensión y dormían a la intemperie. Osea, buscar una aguja en un pajar, pero había que hacerlo ) y la elaboración de una estrategia para la rueda de prensa, la cual ya no podía posponerse más, había que convocarla por narices. Por lo cual quedaron en verse a última hora de la tarde en el mismo lugar, Bar Ciaboga.


El inspector tenía esta vez la corazonada - y no era hombre de corazonadas, sino más bien de raciocinio y olfato de sabueso - de que la hija del "energúmeno" le iba a revelar algo muy importante. Por otra parte, le gustaba la compañía de esta mujer, se sentía bien con ella, admiraba profundamente tanto su belleza como su personalidad, el tono cálido de su voz y su sonrisa sincera. "Me cago en la sota de bastos, me estaré enamorando?!... Jo, Encarnita me capa si se entera!" La verdad es que, después de tratar con mujeres como Paloma Cerecedo, Fernanda o las agentes de la última promoción que se habian incorporado a la comandancia de Lobodoiro, todas muy tiesas y redichas, la compañía de Celia Sanfelices era un bálsamo perfecto, una gozada!... Los cincuenta añitos, aproximadamente, de la rubiales Celia, lucían y relucían como cuarenta añitos de la cuarentona mas sugerente
Ramón, el dueño del Ciaboga, les instaló en una mesa algo alejada del bullicio de la barra y aislada visualmente por un biombo.
- Quisiera que me explicase porqué ha definido a su padre como un energúmeno.
- Mi padre era brutal, inspector, tenía unos prontos terribles, y además era un sádico. Recuerdo que una vez atropelló a un perro sólo por darse el gusto de hacerlo.
Se hizo un silencio mientras Ramón les servía unas cervezas y una ración de "rabas" ( calamares en el argot de la zona )
Tras varias consideraciones negativas sobre su padre y alguna que otra anécdota macabra, el inspector se interesó por el negocio de la fábrica de pesca y la calidad como empresario de Dámaso Sanfelices. De las palabras de su hija dedujo que el negocio funcionó siempre muy bien y que el industrial era carismático para unos y tortuoso para otros. Tenia madera de líder, pero de lider totalitario.
- Y brutal, ya se lo he dicho. Mucha gente le aborrecía.
- A quienes "lideraba" su padre, es decir, de qué tipo de gente solía rodearse?
- De sus trabajadores más afines o más pelotas, los que estaban con él para lamerle el culo. Mayormente gente de Valdurriales. Desde tiempos del abuelo Dámaso se seguía la politica de contratar preferentemente a trabajadores valdurrianenses, ya que nuestra familia procedía de allí.
- Recuerda algún enfrentamiento, alguna pelea con los que le aborrecían?
- No, nadie se atrevía a plantarle cara, pero sí llegaron a atentar contra su vida.
- Caray!, cuénteme eso.
- En cierta ocasión le rompieron los frenos del coche y estuvo a punto de matarse, pero maniobró con habilidad y consiguió salir ileso. Otra vez le quemaron la oficina estando él dentro; le atrancaron la puerta desde fuera después de atarle a una silla, pero no contaban con que él siempre llevaba una navaja en un bolsillo del pantalón.  Se hizo con la navaja y cortó las cuerdas, después se arrojó por la ventana desde dos pisos de altura, cayendo sobre una pila de arena de unas obras que se estaban haciendo en la fábrica. Se dañó las piernas y estuvo un largo tiempo escayolado. También tuvieron que atenderle por quemaduras.
- Se detuvo a alguien?
- No, pero dos vecinos de unas casas próximas a la fábrica, afirmaron haber visto a un negro salir huyendo. No les hicieron mucho caso porque estaban borrachos, y en aquellos tiempos hablar de negros en Lobodoiro era como hablar de extraterrestres. Estábamos en la década de los setenta.
El inspector se mostraba cada vez mas interesado por todo lo que le contaba aquella maravilla de mujer. Dos atentados contra la vida de su padre, gente que le odiaba intensamente, una pandilla de fieles que le seguían como los pescadores de Galilea a Jesucristo... La idea de que aquel relato podria llevarle hasta el asesino o los asesinos de Valdurriales, iba adquiriendo consistencia, aunque sólo fuese una idea quimérica.
- Me ha dicho antes que la fábrica de conservas de pescado siempre funcionó bien. Qué tipo de gente trabajaba en ella?
- Gente sencilla de Lobodoiro y de Valdurriales. Los valdurrialenses eran los preferidos, y varios de ellos formaban parte de la camarilla de mi padre, pero no sabría dar nombres porque yo era una niña. Hablo de oídas, de lo que se contaba en mi casa y en la calle cuando entonces. En primavera, al llegar la costera del bocarte, se empleaba mucha más gente. Por cierto, no se si sabrá usted que, al nacer el festival de cine, algunos quisieron que los premios se llamasen "bocarte de oro" o "bocarte de plata", pero se impuso el criterio de los más ortodoxos, los que decían que las palabras "anchoa" o "boquerón" eran conocidas en toda España y que "bocarte" sonaba a jerga antigua. Ya ve usted, una bobada.
- Llevo algunos años trabajando aquí, pero desconocia la anécdota. Gracias por ilustrarme.
- Je, je!... De nada, inspector.
Y volvió a fascinarle con su perfecta armonía entre risa y sonrisa, conjuntadas en un rostro que a él se le antojaba bellisimo. A él y a todos los que intentaban en vano llevarsela al huerto. La hermosa Celia permanecia "inédita" desde su separación, de la cual habian trancurrido ya seis meses, negándose a cualquier aventura sentimental, y eso que no la faltaban "pretendientes"
- Continúe, por favor. Ha dicho que durante la costera del bocarte se admitian mas trabajadores...
- Si, no bastaba con los habituales.
- Qué tipo de gente acudia?
- Uy, de todo!, mayormente temporeros, gente que lo mismo iba a la recogida de frutas y hortalizas a Murcia y Almeria, que a la vendimia a Francia; también estudiantes, curas obreros, trotamundos de diversos pelajes, prostitutas pobres que querian ganarse un sobresueldo, "mochileros" de los que componian el llamado "turismo de alpargata"... Ah, y gitanos.
- Gitanos!
La exclamacion brotó de su garganta sin pensarlo, al tiempo que un largo escalofrío le recorría la espina dorsal.
- Sí, gitanos, pero no de los de aquí, que estos comercian en los mercadillos semanales de la comarca. Me refiero a gitanos nómadas, extranjeros...
"Gitanos!..." Las palabras de Dona Paloma Cerecedo acudieron a su mente como un aviso urgente de alerta máxima: "Sé que puede parecer una tontería, pero yo le aseguro que lo que ocurre en Valdurriales ha sido provocado por una maldición gitana"


( Continuará )


Se utiliza el termino "boquerón" cuando están frescos, adobados o en vinagre, mientras que, al ser sometidos al proceso de salazón o conserva se les denomina "anchoas"
"Bocarte" es como se le llama al boquerón en el norte de España.



sábado, 29 de marzo de 2014

La zurbahistorieta del sábado




Una historia con final feliz para Teresa Coscojuela.

En Manchester estaba lloviendo un día más y un día menos en su historia. Los adoquines de Market Street, arteria comercial peatonal en el centro de la city, ofrecían su imagen habitual de "suelo lavado"
Benny entró en un Starbucks, pidió un coffee with skimmed milk y se sentó ante una mesa pequeñita a bebérselo y a rumiar su desesperanza.
Benny trabajaba en un fish and chips, establecimiento de comida para llevar, y tenía fama de ser muy buena persona. Pero las cosas no le iban bien. Había ayudado a salir adelante a su hermano pequeño, al cual le acosaban sus acreedores por deudas de juego, y ahora se sentía fatal, sin un duro para poder divertirse de vez en cuando. Su escaso sueldo se le iba en pagar el alquiler del apartamento, en vestir y en poco más. Sus escasos ahorrillos se los había tragado su hermano.
Una mujer cuarentañera, de pelo estropajoso y dentadura mellada, se sentó frente a él y le sonrió.
"Joder, qué morro, como si no hubiese mesas libres!", se lamentó en silencio Benny. La conocía de vista, vendía prensa marginal en Piccadilly. Seguía sonriéndole. "Pues lo llevas claro si estás pensando que te eche un polvo"
La mujer habló:
- Eres un tío cojonudo y te mereces lo que voy a hacer por ti.
"Tengo pocos problemas y ahora me toca aguantar a una loca, hala!"
Se levantó para marcharse. Total, el café lo tenía ya casi terminado. Ella le detuvo con un gesto y una súplica.
- Si te vas, tú te lo pierdes. Quédate, por favor. Te voy a hacer rico. Tú eres un tío cojonudo pero mi padre no. Mi padre me hizo pasar hambre y abusó de tu confianza.
- No entiendo nada. "Esta tía está majara"
- Mi padre ha muerto para bien de todos. También para tu bien porque yo lo he decidido así.
Benny estaba cada vez más confuso. Iba a intentar nuevamente la escapada, cuando ella dijo:
- Mi padre era el anciano que tocaba la flauta en Piccadilly, al lado de Primark.
Los recuerdos se agolparon en la mente de Benny. Aquel hombre le dio lástima desde que le tuvo por primera vez como cliente en el fish and chips. Desde ese momento procuró siempre satisfacerle. Si el anciano le pedía cuatro muslitos de pollo, él le ponía en el paquetito seis o siete, y así siempre, durante años, procurando que no le viesen sus jefes.
- Sé que tú le ayudabas a alimentarse porque él me lo dijo más de una vez. Cuando estaba mosqueado conmigo me espetaba: "Como mejor que tú porque el chico del fish and chips es mi amigo y me da más comida de la que puedo pagar" Era un cabrón, mi padre era un perfecto cabrón. Toma, esto es para ti.
Y le pasó un sobre muy abultado.
- Qué es?
- Míralo.
Y se quedó pasmado al ver el contenido del sobre.
- Cuando lo cuentes verás que hay tres mil libras. Mi padre guardaba en el colchón una fortuna, el fruto de toda una vida ahorrando gracias a la gente buena como tú. Pero yo me he quedado con mucho más, je, je, je!
Y mostró toda su dentadura estropeada. ( Se la arreglaría ahora? )
- Por qué haces esto conmigo?
- Pues porque estoy como una puta cabra y porque no todas las historias han de apoyarse en una lógica. Aquí lo lógico sería que todo el dinero que he encontrado fuese para mi, verdad? Pues no, no quiero ser una usurera de mierda como mi padre. Y porque creo en los mundos paralelos y sé que en otra dimensión hay una persona deseando que otra persona escriba una historieta con final feliz. Aunque esa persona no se lo crea, tú y yo somos reales, Benny, y estamos haciendo todo lo posible para que el historietista se fije en esta charla y la transcriba. La lectora se llama Teresa y vamos a conseguir que hoy sea un poquito feliz.

viernes, 28 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 57 )






"Pues vaya, le habré gustado a esa mujer o será una trampa del orgiástico jefe?", pensó Don Maximino un tanto turulato, viendo a la despampanante rubiales avanzar hacia él sin perder la sonrisa seductora.
- Buenos días, es usted el inspector de la Guardia Civil que investiga los asesinatos de Valdurriales de las Monjas?
- Sí, señora... o señorita.
- Señora divorciada. Osea, señorita, je, je, je!
"Un "bombón de artesanía" y con sentido del humor", cabiló el fórnido picoleto desde su instinto básico y el espíritu aún no perdido de galanteador, que lo fue en otras épocas y para otras mujeres no tan desenfadadas, una tradición de conquistas y aventuras conclusas cuando aceptó que un cura y un juzgado sellasen su compromiso matrimonial con Encarnita. Lo de "bombón de artesanía" era una etiqueta que usaba muy a menudo cuando alguna mujer le impactaba por sus hechuras y la hermosura de su cara. No obstante, se mantuvo en guardia.
- Y qué se le ofrece?
- Verá, la verdad es que no le he encontrado casualmente, pedí información y me dijeron que usted solía parar por aquí a esta hora.
- No todos los días, ha tenido usted suerte, pero tratándose de algo importante se me puede encontrar en mi puesto de trabajo.
- Es que no sé hasta que punto puede ser importante lo que quiero decirle. Quería hablarle de lo de Valdurriales. Bueno, no exactamente. He pensado que quizá podría aportarle algo. No puedo decírselo con seguridad. A lo mejor...
Era una estrella de la pantalla?... Desde luego, no se trataba de ninguna de las que acudieron al funeral por Rogelio Briales. El era un buen fisonomista y no se le despintaba tan fácilmente una cara. La belleza facial y las curvas en el cuerpo de esta mujer denotaban pura naturaleza, bellísima naturaleza. Karla Montellano y Soraya Montiel eran "más artificiales" para su gusto. La difunta "Tatiana Taylor", Angeles Gutiérrez, sí era otro "bombón de artesanía", quizá la más bella del festival y la más anónima. Paradojas del destino.
- Es usted actriz?
- Oh, no, je je, je!, soy productora ejecutiva, o si lo prefiere: jefa de producción. Trabajo para "Ghost and Witch Films", la productora de los verdaderamente grandes del cine de terror, gente como la actriz Renata Otolina o el director Dimitri Kalashnikov.
- Ajá, debe ser muy interesante su trabajo, supongo.
- Sí que lo es, sí, y a veces también extenuante. Pero no quisiera hablar de cine, el motivo de...
- Ya, ya, lo de los asesinatos. Pues dígame usted.
- Bueno, me presentaré primero. Me llamo Celia Sanfelices. Le suena mi apellido?
- Por supuesto!, su apellido está el "dossier Valdurriales" Tiene usted que ver con la familia Sanfelices, los del mausoleo destrozado?
- Pues sí, mi padre fue Dámaso Sanfelices Sarasola y sus huesos son los que machacaron con saña tras abrir el féretro.
- Ya.
De momento se quedó un poco cortado, pero reaccionó enseguida.
- Tiene usted alguna idea de porqué lo hicieron?
- Pues la verdad es que no creo que, después de tantos años desde su fallecimiento, haya influído en algo el hecho de que en su vida fuese un energúmeno.


( Continuará )


"Ghost and Witch": "Fantasma y Bruja"

jueves, 27 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 56 )








El festival de cine de terror de Lobodoiro tocaba a su fin. Los organizadores se sentían muy satisfechos por la gran acogida del publico. Se habían superado las cifras de asistencia de años anteriores e incluso alguien lo atribuyó a la coincidencia y la proximidad geográfica de los asesinatos en Valdurriales. Podría darse el caso de que los amantes del "gore" fuesen tan asquerosamente morbosos?... No obstante, y en aras a que la ceremonia de entrega de las anchoas de oro y de plata trasncurriese por cauces normales, con la brillantez y el glamour acostumbrados, la organización hizo todo lo posible para que no trascendiese la noticia del último de los macabros asesinatos, el de Nicolás Ventura, sucedido precisamente en una de las salas de proyección. Al jefe de homicidios, teniente Madero, le vino de perlas que las noticias sobre los actos de clausura eclipsasen la noticia del último asesinato. Sentirse de pronto libre de la presión de los periodistas era un alivio, si bien iba a durar muy poco, pues la prensa estaba en primera línea de ataque "contra la ineptitud de los responsables de la investigación" El hecho de haberse quitado de encima el incordio de Alfonso Paz no era suficiente. Cuatro asesinatos, incluído el de la aspirante a actriz, todos ellos dentro de un espacio geográfico muy limitado, eran motivo suficiente para la alarma social. Por otra parte, la organización del festival descartó cualquier referencia a "Tatiana Taylor" Nada de mencionarla y nada del típico minuto de silencio. A fin de cuentas la chica no había llegado a ser actriz, tan solo estuvo en Lobodoiro para calendar la cama de Alfonso Ordonez.

El Director General de la Guardia Civil, Don Augusto Loroño, seguía con la mosca en la oreja y el orgullo más que herido. Le envió un email a Madero pidiendo que le mostrase la "supuesta" grabación" Su secretario y el cineasta Arsenio Poyatos, participantes en la orgía, le habían hablado de la posibilidad de que el teniente fuese de farol. "Las chicas se entregaron a la fiesta con mucho entusiasmo desde un principio, se desnudaron en un santiamén. Cómo coño iban a estar grabando?!", le dijo Arsenio Poyatos. Madero contraatacó con otro farol: "Vale, yo le entrego una copia de la grabación a Su Excelencia, pero antes le entrego otra al periodista Alfonso Paz. Usted elige" Nuestro "Harry el Sucio" estaba en el filo de la ilegalidad, pues, sospechando otra maniobra del jefazo,  había "sobornado moralmente" a los transexuales para que, en el caso de ser interrogados por algún guardia enviado por su rival, respondiesen que sí, que sí habían realizado la grabación. El "soborno" era muy simple: él se comportaría permisivamente cuando los guardias bisoños detuviesen a alguna por ejercer la prostitucion callejera. Las espadas estaban en lo alto.


Ocasionalmente, Don Maximino acostumbraba a salir de la comandancia al mediodía para tomarse un café con tostadas en el bar Ciaboga. Se sentó, como siempre, en un taburete ante la barra del establecimiento. Miró a su alrededor mientras le servían su tardío desayuno.
No, no era una ilusión, aquella rubia escultural de la mesa situada junto a la ventana, le estaba mirando a él. Le miraba y sonreía.


( Continuará )

miércoles, 26 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 55 )






La aparición repentina de una mujer interponiéndose entre el coche y la carretera, obligó al inspector Madero a frenar bruscamente.
- Me cago en su puta madre!
- Qué pasa, inspector?! - gritó asustado el sargento Jiménez.
- Luego le llamo, Jiménez. Una loca que se ha querido suicidar tirándose a mi coche.
Salió del vehículo y descubrió que era una borracha, aunque lo más possible es que fuese una loca borracha. Las luces del coche le mostraban a una mujer ya mayorcita, despeinada, totalmente desaseada y con una botella de ginwebra en la mano.
- Cagüen la puta, tiene que ser precisamente mi coche el que elija para suicidarse?!
- Yo no quería suicidarme. Pensé que me daba tiempo a cruzar.
- Oiga, yo a usted la conozco.
- Yo a usted también.
- Usted es la...
- Sí, dígalo, la querida, la amante!... No puedo ser la viuda porque Rogelio no quiso nunca casarse. Hip!... En este maldito pueblo en el que todavía se guardan las apariencias, eso fue un error muy grande. Yo se lo dije a Rogelio muchas veces, pero nunca quiso hacerme caso. Hip!Lo único que he ganado es que no me hablen todas esas malas pécoras de misa diaria. Hip!...
- Emborrachandose no va a conseguir que mejore su situacion.
- Me emborracho porque me da la gana. Hip!...
- Vale, muy buena respuesta. Y ahora haga el favor de apartarse de mi coche si no quiere pasar esta noche en el calabozo.
El inspector volvió a sentarse al volante, pero cuando iba a girar la llavecilla del contacto, Fernanda le hizo una señal para que se detuviese. Bajó la ventanilla.
- Qué pasa ahora?
- Valdurriales está condenado, señor guardia. Esos hombres hicieron algo malo y ahora alguien los mata para vengarse.
- En qué se apoya usted para ser tan rotunda?... Rogelio le dijo algo?
- No, Rogelio tenía miedo, mucho miedo, como Sebastian. Hip!... Rogelio dormía muy mal por las noches, decía en sueños: "Sois muy malos, lo pagareis" Yo le despertaba cada vez que tenía una pesadilla, pero a la siguiente noche volvía a tener la pesadilla y lo repetía: "Sois muy malos, lo pagareis" Hip!...
En ese momento pego un grito desgarrador, lanzo la botella de ginebra todo lo lejos que le permitian sus fuerzas y rompió a llorar amargamente. El inspector pidio una patrulla para que la llevasen a su casa.


( Continuará )


( La frase "sois muy malos, lo pagareis" aparece en el episodio VII )

martes, 25 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( LIV )








Pero la suerte ya estaba echada. Mientras el inspector se hacía estas reflexiones, la muerte acechaba a Nicolas Ventura, un solterón maduro que criaba conejos y champiñones para venderlos en el mercadillo de los jueves de Lobodoiro.
El asesino se había instalado en la fila 14, justo detras de la butaca que ocupaba Nicolas Ventura. El asesino conocía la pelicula y esperaba actuar en uno de los momentos de mas tensión, cuando los erizos canibales sorprenden en un pasadizo oscuro a los repetiles policías de la Confederacion. El publico chilla, cierra los ojos, la imagen se funde en negro y...


- Vera usted, señor teniente, debo explicarle ante todo que mi madre era una mujer muy instruida, leía mucho, asistía a conferencias y conciertos de música clásica, no creía en supersticiones y rechazaba todas las confesiones religiosas. Pues verá, cuando murió Joaquinillo mi madre se quedo muy pensativa. Como ya había perdido casi la vista, me pedía a mi que le leyese las noticias. Tuvo que releerle varias veces los comentarios de la prensa que hacían referencia al inexplicable asesinato de Joaquinillo. Y sabe usted lo que dijo mi madre?
- Dígame usted.
- Dijo: "Esto no me gusta nada, Paloma, me trae algo a la mente que preferiría olvidar" Y ya no me dijo más, no me quiso decir más aunque yo la pregunte, pues me había dejado intrigada.
Hasta que mataron a Rogelio el tendero y destrozaron el mausoleo de los Sanfelices Orbaneja y machacaron los huesos de Don Dámaso Sanfelices Sarasola, el último ricachón de la familia. Lo sabía usted, verdad?
- Si, señora, estoy informado.
- Pues entonces fue cuando me dijo: "Esto es una maldicion gitana"
- No dijo más?
- Ya no volvio a hacer comentarios. Tenia 104 años y no siempre estaba lúcida. Pero se lo repito, señor detective, mi madre jamás creyó en paparruchas. Yo la conocía muy bien y me di cuenta de que estaba muy afectada, pero muy afectada.


Varios de los policías reptiles mas valerosos de la Confederación Galáctica Libertaria lograron hacerse con la batería de lanza-rayos fulxigrónicos de los erizos canibales, tras matar a cinco de ellos con sus pistolas de balas yuligricidas. Y este es el momento mas emocionante de la pelicula, cuando los reptiles se hacen con la bateria fulxigrónica lanzando gritos de júbilo y rematando yuligrícidamente a sus enemigos. Y he aquí el segundo de gloria de Valdeminguilla. Las cámaras nos lo muestran en un buen plano gritando: "Adelante, mi legión, nuestro es el mañana!" Pero no se trata de la voz de Valdeminguilla, porque los figurantes con frase no se doblan ellos mismos, les ponen las voces los dobladores profesionales. Y a Valdeminguilla le dijo el ayudante de dirección que gritase lo que se le ocurriese, pensando que la cámara no le iba a pillar tan cerca o que su pequeñísima parte iba a quedar anulada en el montaje. Pero al director le gustó el "momento Valdeminguilla" y mandó que le pusieran una frase en doblaje. Y esto fue lo que grito en el rodaje el inverosimil Valdeminguilla : "Late mi corazón por Leona Catalana!"
En la siguiente escena, los reptiles no lo llevan tan bien. Varios de ellos huyen por los túneles de una mina con la princesa Enriketxia ( interpretada por Soraya Montiel ) Los erizos diabólicos les cortan el paso a los policías reptilianos y hacen correr la sangre de lo lindo en una matanza despiadada. Un repulsivo erizo atrapa a la princesa Enriketxia y ya esta a punto de devorarla cuando la pantalla empieza a fundirse en negro.
En el cerebro de Nicolás Ventura también se va hacienda la oscuridad, pues un cuchillo de afilado acero acaba de rebanar su cuello. Una cascada de sangre empapa su ropa y la butaca. Adios a la venta de champiñones y conejos en el mercadillo semanal de Lobodoiro.


El coche del inspector rueda por las estrechas calles de Valdurriales en dirección a la salida del pueblo. Tiene la sensación de haber perdido el tiempo escuchando a Dona Paloma. Varios guardiaciviles saludan al paso del vehículo. Pero tambien hay una duda razonable rondándole la mollera: "Se habrá llevado la centenaria algun secreto a la tumba?... Maldicion gitana... jodeeer!"
Suena el movil. Piensa en lo peor. Es Jiménez.
- Siento amargarle la tarde, mi teniente, bueno, ya la noche, pero...
- Al grano, Jimenez, coño!
- Tenemos otro muerto, bueno, otro asesinado.
- Es lo mismo, Jiménez, dejese de florituras. Es uno de este pueblo y se llama Nicolás Ventura. Estoy en lo cierto?
- Si, coño, cómo lo sabe?!
- Olvida que estoy en Valdurriales, el pueblo de la bruja Grecia Salazar y su portavoz el cabo Modesto?... Iba a ordenar ahora mismo la busqueda de ese hombre. No lo he hecho antes para no ganarme mas enemigos por llenar los cines de guardias. Ya ve usted, Jimenez, esto es de locos!
Y de pronto vio una figura que saltaba a la carretera colocándose a pocos metros del morro del coche. Pego un frenazo y maldijo en voz muy alta.
- Me cagó en su puta madre!


( Continuará )

lunes, 24 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 53 )






Sólo con ver aparecer a Grecia Salazar, al cabo Modesto ya se le revolví el estómago, como si esta fuese la culpable de todas las desgracias que estaban ocurriendo. "Vaya usted a saber, a lo mejor es una gafe colosal!", solía comentar entre los suyos el viejo picoleto.
Se cruzaron en la plazoleta de la fuente vieja.
- Don Modesto, he visto que van a asesinar a otro hombre hoy mismo.
- Joder, Grecia, tú eres la mensajera de la alegría!... Y quién es el "afortunado" esta vez?
- No lo sé, otro del pueblo, puede que... Nicolás Ventura, Julian Cortizo, Belisario Lezcano... Qué sé yo, tampoco quedan muchos de las edades de los que están matando.

Doña Paloma Cerecedo vivía en una casa de campo muy antigua y varias veces restaurada. Un balcón azul con cantidad de macetas y sus respectivas flores, impregnaban de colorido la blancura de la fachada.
Doña Paloma, a pesar de sus muchos años y constantes achaques, era de ese tipo de mujeres que no se resignan a perder la vitalidad que han tenido durante toda su vida. Después de servirle un café con leche y unas pastas al inspector, cosa que este aceptó porque ella insistió varias veces, y tras charlar de varios temas supérfluos, el clima del norte, la cosecha de manzanas y las tonterías que se ven por televisión, Doña Paloma fue al grano.
- Mire usted, teniente... Me ha dicho que es teniente, no?
- Sí, señora.
- Es que, como va usted de paisano, no le veo los galones, ji, ji!... Mire usted, le puede parecer una tontería, pero yo le aseguro que lo que ocurre en Valdurriales ha sido provocado por una maldición gitana.
El inspector carraspeó e intentó mantener el rostro impasible, reprimiendo la sonrisa que intentaba dibujarse en sus labios.
- No me cree, verdad?
- Bueno, me gustaría saber en qué se basa.
- En la sabiduría de mi difunta madre que Dios tenga en su gloria.
Al final surgió la sonrisa.
- Puedo explicarme, teniente?
- Claro, para eso he venido, explíquese, por favor.
Sonó el móvil del inspector.
- Perdone, Doña Paloma. Dígame usted, Modesto.
- Ya la tenemos liada otra vez, mi teniente. La pitonisa dice que van a matar a otro hoy mismo.
- No ha dado un nombre?
- Pues no, dice que puede ser cualquiera.
- Coño, eso también lo digo yo!
Miró a Doña Paloma, ligeramente avergonzado por el taco que se le acababa de escapar. "Harry el Sucio" también era un caballero.
- Pero ha citado tres nombres de posibles víctimas, mi teniente.
- Hala, ahora tenemos una quiniela!... Bien, pues vigile a esos tres hombres. Dígales a sus agentes que no los pierdan de vista por nada del mundo.
- Uno de ellos no está en el pueblo, Nicolás Ventura. Casualmente me lo encontré ayer y me dijo que hoy iba al cine a Lobodoiro.
- Qué película iba a ver?
- No me lo dijo.
"Esto sí que es un follón, ponerse a buscar ahora en todos los cines de Lobodoiro, con las películas a punto de empezar o recién empezadas, a la posible victima de un asesino tan astuto como invisible, al cual pondría en fuga el movimiento policial y se reservaría para una mejor ocasion, como ocurrió con Rogelio Briales"

Pero la suerte ya estaba echada. Mientras el inspector se hacía estas reflexiones, la muerte acechaba al hombre de Valdurriales. El asesino se había instalado en la fila 14, justo detrás de la butaca que ocupaba el ya inminente desventurado Nicolás Ventura.

( Continuará )

sábado, 22 de marzo de 2014

La zurbahistorieta del sábado




Ya no hay más primaveras para Sara.


- Mamá, me ha dicho Pedrito que a finales de este mes empieza la primavera otra vez. Es verdad?
- Sí, hija, sí.
- Y se pondrá el campo muy bonito y saldrán muchas flores como el año pasado?
- Claro que sí, la primavera siempre se repite con toda su belleza.
- Y después viene el verano, y la gente va a la playa y... Mamá, porqué yo no voy a poder ver todo eso más veces?
- Pero... qué cosas dices, Sara, claro que verás la primavera!
- No, mamá, no, yo os he visto a papá y a ti muy tristes en el hospital. Yo sé que voy a morir, no me podeis engañar. Mamá, no entiendo porqué no puedo disfrutar más veces de la primavera y del verano, oler las flores, bañarme en la playa...


Terrible cuestión. Imposible respuesta. El cáncer estaba en su cuerpo de pocos años como lo está en otros muchos niños, desgraciadamente.
Recuerdo que a las personas con síndrome de Down les dicen que el familiar o el amigo fallecido está en el Cielo con Dios y los angelitos. A lo mejor la religión tiene una utilidad práctica en este aspecto. Puede ser un buen placebo para engañar a la sagrativa existencia de la muerte... y de la vida. Pero mucho me temo que los niños inteligentes ven más alla del fingimiento de sus padres, hermanos y allegados.


"Por qué ellos sufren si yo voy a estar tan contenta con Dios y los angelitos", pensaba Sara mientras su vida se iba consumiendo y la primavera ya era un recuerdo lejano y un sueño imposible para ella.

viernes, 21 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( LII )
















Madero jugaba con un naipe marcado. "El que no se arriesga no consigue nada en esta vida", era una de sus máximas.
"Uno de los transexuales fue infiltrado por nosotros. Con una microcámara" les grabó a usted y a sus amigos esnifando coca y disfrutando del sexo con sus queridas "amiguitas" Sé que no está prohibido el uso y disfrute, tanto de la droga como de las personas adultas que consienten la relación, pero algo me dice, Señor Director General, que no le hará mucha gracia verse retratado en publicaciones como "Interviu", pongamos por caso, exhibiendo sus capacidades amatorias y su condición de simpatizante de la coca. Las redes sociales reproducirían inmediatamente esas ejemplares imágenes, usted lo sabe muy bien, y se convirtiría Su Excelencia en el digno sucesor de un antiguo antecesor en el cargo: Don Luis Roldán, le suena?
Vayamos al grano, mi respetabilísimo Director General¨: Olvídese de que existo y déjeme trabajar en paz. Regrese a Madrid y vaya al ministerio a dorarle la pídora a su amigo el ministro. Suyo afectísimo... "
Lo releyó una vez rapidito e hizo clic en "enviar" Recordó una expresión del célebre payaso cántabro Tonetti, muy propia para la ocasión: "Chúpate esa!" Dejarle bajotraído al jefazo era toda una gozada, y sobre todo porque este había intentado ser su boleador.
Sonó el móvil.
- Buenos días, cabo, qué se le ofrece?
El cabo Modesto titubeó un poco antes de hablar.
- Verá, es que no es fácil decirle lo que tengo que decirle, mi teniente, pero tengo que decírselo.
- Pues dígamelo, ja, ja, ja!
La descarga de adrenalina ante el desafío de su super jefazo le había puesto a tope el mecanismo de la risa.
- Venga, Modesto, no se corte, ja, ja, ja!
- Bien, pues se trata de la hija de Doña Higinia, ya sabe usted: la señora longeva que enterramos hace poco.
- Sí, lo recuerdo.
- Paloma Cerecedo, que así se llama esta señora, es la única hija de la difunta que vive en el pueblo, dedicada durante muchos años a atender a su señora madre, aunque ella ya suma también sus añitos, tiene ochenta. Bueno, pues me ha dicho que quiere hablar con usted de algo que tiene relación con el caso.
- Caray, y porqué no se lo dice a usted?
- No, a mi no quiere contármelo, está en plan sagrativo, dice que, como nos conocemos hace años, a mi igual me da por reírme, pero que usted es todo un señor detective y la tomará en serio.
- Je, je, je!, caramba, caramba!... Pues sabe una cosa, cabo?, lo que más me apetece ahora mismo es meterme en el coche y rodar hasta Valdurriales con la ventanilla abierta, sintiendo en el rostro el fresquete del Cantábrico. Se lo digo muy en serio. Dígale a Doña Paloma...
- Cerecedo.
- Eso, dígale que voy para allá.
- A sus órdenes.
Lejos estaba de imaginar nuestro hombre que iba a traerse dalind, del mismo Valdurriales de las Monjas, la primera pista que le pondría en camino de la resolución del caso, aunque de momento se pensase que sólo se trataba de una tontería de una persona mayor que acupeaba el raciocinio de su difunta madre.


Y lejos estaba de imaginar Nicolás Ventura que le quedaba menos de una hora de vida. El solterón Nico entró en una de las salas de los minicines Dacio Murguía dispuesto a disfrutar con la película "Los erizos caníbales del inframundo invaden San Jesús del Prat", protagonizada por Soraya Montiel y Frank Douglas y dirigida por José Sansón Eulogio Carrasco. ( Hacía una brevísima aparición como policía reptiliano el inverosímil Valdeminguilla )


( Doña Leona, ya sabe usted que he seguido poniendo la tilde en la palabra "sólo" cuando esta es adverbio: "solamente" Lo hago como un acto de "rebeldía sin causa" contra la Real Academia de la Lengua. Lo de hoy es otra rebeldía, las palabras en cursiva que aparecen en este episodio son cuatro de las muchas que han sido "expulsadas" recientemente del diccionario. Prometo seguir usándolas.
acupear: defender, respaldar.
boleador: hombre que hace caer a otro.
dalind: de allí.
sagrativamente: con misterio.
Ya sé que esto es una mariconada, pero soy muy maricón yo. ( "Mariconada" aparecerá ahora identificada como "malsonante" Un error, pues la utilizan en plan festivo y cariñoso los propios gais )

jueves, 20 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( LI )






Email


"Estoy esperando su dimisión con carácter irrevocable, Madero. No lo demore más porque no tiene ningún sentido. A su incompetencia para resolver el caso que nos ocupa, hay que unir los lamentables insultos que me dedicó en la tarde de ayer.
Fíjese que soy condescendiente con su veteranía y brillante historial, y por eso sólo le pido que abandone el caso y que me pida disculpas de palabra y por escrito. Podría expulsarle del cuerpo, pero no soy un canalla"




Reacción


"Ya lo sé", pensó Madero, "eres un chulo, un vividor y un perfecto inútil para el cargo que ocupas"
Acababa de leer el segundo email que le enviaba el director general en esta mañanita soleada de la segunda quincena de Julio. Apuró el café con leche y ordenó que pasase el guardia García.
- Bien, García, la rumorología se puede traducir en hechos probados?
- Sí, mi teniente, tantas personas no se pueden juntar para inventar rumores.
- A saber...
- La recepcionista del turno de noche, así como la limpiadora del turno de la mañana y el botones.
- Hablamos del hotel Flaviobriga, no?
- Sí, mi teniente, y de la suite que ocupó el director general.
- Y coinciden en que hubo fiestorro...
- Sí, sí, la limpiadora me ha hablado de condones y de rastros de haber manipulado cocaína.
- Se confirma también lo de las "invitadas"?
- Sí, pero hay una novedad, no eran chicas, eh... chicas-chicas para entendernos, sino transexuales.
- Vaya, y eso también está probado?
- Sí, porque aquí en el pueblo se conocen todos, y los transexuales son del pueblo, no son veraneantes, y ejercen la prostitución en Lobodoiro y en Bilbao alternativamente. También les he sacado algo al escolta y al chófer que estuvieron de guardia por si a los "juerguistas" se les ocurría seguir corriendo la juerga en otro sitio. Y claro, lo de siempre, todo el mundo ha dicho: "Ojo, que yo no te he dicho nada, eh?" Osea, que ante un juez lo negarían.
- Lo supongo, es lo habitual.
- Lo positivo es que se saca más haciéndose pasar por periodista que mostrando una placa policial.
- Je, je!... García, me vendría de puta madre que volvieses a localizar a ese escolta y le preguntases si alguien cacheó a los transexuales antes de entrar a la suite de Loroño.
- Ya lo he hecho, jefe, nadie cacheó a las "invitadas"
- Eres cojonudo, García, te debo una. Así que tenemos como escenario la suite de nuestro brillante jefazo y como protagonistas el jefazo, un secretario del jefazo y un director de cine amigo del jefazo, Arsenio Poyatos, y como "invitadas"... cuántas?
- Tres, mi teniente.
- Tres transexuales profesionales del amor. Una para cada uno, aunque imagino que harían intercambios, je, je!... Garcia, tómese el día de mañana libre, se lo ha ganado.
- Gracias, mi teniente!
Aún no se había cerrado la puerta del despacho, tras el mutis del guardia García, cuando el teniente Maximino Madero, todo un "Harry el Sucio" de la Guardia Civil con un carrerón de éxitos a sus espaldas, le daba a la tecla de "responder" al email de su ofuscado jefazo, y empezaba así el escrito:
"Muy respetable y dignísimo Director General de la Guardia Civil..."


( Continuará )