miércoles, 26 de agosto de 2015

( Episodio 37 ) Muertos de novela.





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"¡Qué casualidad que haya un accidente y que este consista en un camión volcado ocupando toda la calzada!" - pensó con mucha lógica el cerebro del dúo de terroristas, Ali Hassani.
Un hombre con uniforme de patrullero de barrio, es decir, sin armas y con un casco en forma de campana, al estilo de los "bobbies" británicos, se subió al autobús y le habló en tono alto al conductor para que le oyesen también los viajeros.
- Vamos a tardar en mover el camión accidentado porque hay una víctima mortal. El juez tardará en llegar, y es que tenemos otra retención. - Ahora sí se dirigió a los viajeros, mirando fugazmente a los dos falsos currelas. Estaban facilmente localizables por sus prendas amarillas- Si alguien tiene prisa puede rodear el camión caminando y llegar hasta el cruce de Tursiops Street con Holy Bimba. Solo hay doscientos metros. Por ahí pasa un autobús procedente de Santa Tifa que también les lleva al aeropuerto. 
Los primeros en levantarse, cuando el poli informador ya había puesto pie en tierra, fueron un matrimonio de edad madura y un chico alto vistiendo camiseta del Barça. El culé regresaba a su Cataluña del alma y ya iba ambientado con la camiseta blaugrana "oficial" y el nombre del argentino Leo Messi, muy argentino pero criado futbolísticamente en La Masía, que no solo es un tipo de construcción rural.
Mientras tanto la mente de Alí trabajaba a mil revoluciones por minuto.
"¡Qué hijos de puta!, pretenden aislarnos para que haya pocas víctimas o ninguna, es decir, solo nosotros dos"
Los gordos decidieron quedarse en el autobús, ellos no iban a perder ningún avión porque no se dirigían al aeropuerto, iban a visitar a unos familiares en Wythenshawe.
Alí le habló bajito a Hamed:
- Dame el bolso a mi y vete corriendo a la puerta...¡ya!, y apúntale con tu arma al conductor para que la cierre. ¡Venga, ya, antes de que se baje más gente!, ¡y coge sus llaves, la de contacto y la de su puerta suya!
Ya se había bajado el chico del Barça y lo iba a hacer el matrimonio mayor, tras arrastrar fatigosamente por el pasillo una maleta grande.
Alí tenía otra cosa que hacer. No había perdido de vista al infiltrado. Efectívamente, no le falló la intuición. Cuando Hamed avanzaba presuroso por el pasillo, el madero hizo un ligero movimiento de aproximación a Alí. El terrorista sacó rapidamente el arma y le disparó al hombro derecho. Solo le rozó pero fue suficiente para que lanzase un grito de dolor, y un chorrito de sangre le bajó por la manga de la camisa.
Cundió el terror en el autobús.
- ¡Que no se mueva nadie o los mato a todos! - gritó el malvado, y después se dirigió al poli - Sabía que eras un puto perro policía cristiano en cuanto te vi subir al autobús, ¡asshole!, ¡gilipollas!... Saca tu pipa con dos deditos y tírala al pasillo.
Hamed había llegado hasta la posición del conductor arrollando al matrimonio de ancianos y dándole un fuerte capón al niño hijo de puta que le había arrojado el troncho de la manzana. Su madre era ahora la histérica del autobús y el padre se mordía los labios de la rabia. Los niños lloraban en trío, pues el bebé se había sumado al concierto.
- ¡Ustedes siéntense y saquen la puta maleta del pasillo, cojones! - les gritó a los ancianos, y luego dio una orden tajante al conductor: - ¡No se le ocurra abrir la puerta o es hombre muerto!... ¡Ahora cierre también la puerta suya y deme la llave!, ¡ya!... ¡también la de contacto!
Alí le dio instrucciones al madero infiltrado:
- Llama a tu jefe y dile que aparte el puto camión de la carretera. Y sé que puede hacerlo. Es una farsa. La grúa estará por ahí cerca. Y como me entere de que guardas otra pistola... - Le apunto con su Glock 19 al entrecejo como final de la advertencia. Aunque fue innecesaria la amenaza porque MacGregor era diestro y no tenía ahora su brazo derecho en condiciones para disparar al enemigo. La herida en el hombro era superficial pero le impedía cualquier esfuerzo con ese brazo. A duras penas extrajo el móvil del bolsillo bajo la atenta mirada de Alí.

Desde no mucha distancia, parapetados tras uno de los coches que iban detrás del autobús, cuyos ocupantes habían sido desalojados, Walker observaba con sus prismáticos lo que ocurría dentro del vehículo secuestrado, porque ya se podía hablar de secuestro.
- Me parece que se nos está torciendo el plan, Simpson.
- ¿Han matado a alguien?
- Creo que no. Ha debido ser un disparo para intimidar. Nuestro hombre está vivo. Los muy cabrones se han olido la emboscada y han descubierto a MacGregor. Me temo que los he infravalorado.
- Pero les tenemos cercados, señor.
- Alabo tu optimismo, Simpson.
En ese momento sonó el móvil de Walker.
- Dime, MacGregor.
- Escúchame bien, hijo de puta. - era Alí que le había arrebatado el teléfono a MacGregor - Te ha salido mal el plan de dejarnos solos en el descampado. ¿En dónde están todos los polis?... Me apuesto los huevos que los tienes detrás de las casas blancas que hay al final de ese prado. ¡Ves demasiada televisión, mamón!
- ¿Y si en vez de insultarme me dices qué coño quieres?...
- Tengo la sartén por el mango, madero, y a mi compañero y a mi no nos importa morir. ¡Alá nos espera con los brazos abiertos!
"Sí, y con la polla en asta para daros por el culo"
- Quiero dos cosas para empezar, y atiende bien que no lo voy a repetir. Lo primero: quítame de encima ese puto helicóptero, que me está poniendo de los nervios. Y lo segundo: mueve el camión para que podamos pasar.
- La grúa ya se ha ido.
- ¡Y una mierda!... Y si se ha ido no ha podido llegar muy lejos. Tienes quince minutos, ni un segundo más. A partir del minuto 16 empiezo a matar rehenes, uno cada cinco minutos, incluídos los niños. El primero en morir será el polí este que tengo al lado. La bomba nos la reservamos para el resto de los putos policías. ¡Quince minutos, pringado!... ¡Alá es el más grande!
Hamed le dio con la culata del arma en la cabeza a la judía gorda y a esta se le pasó el histerismo automáticamente.. Los niños estaban aterrorizados, ya se habían dado cuenta de que los malos eran malos de verdad. No lo olvidarían nunca.

( Continuará, ¡se lo juro por Alá! )

4 comentarios:

  1. Vaya hombre, la operación policial se ha ido al traste.
    ¿Y ese MacGregor lleva pintado en la cara que es policía?
    ¿Qué sucederá ahora? ¿Cómo se librará MacGregor de ser el primer fiambre? ¡Uy, qué nervios!

    Un par de guiños más con Holy Bimba y Santa Tifa. Con el segundo me he desternillado de risa, ¡juas juas juas!

    Oiga, ya tengo la trilogía de Larsson, Millenium, la empecé anoche.
    Tuve que esperar un cuarto de hora a que me la bajaran de la planta de arriba. Esa planta es la biblioteca infantil, pero al parecer también sirve de almcén para los libros que no caben abajo.
    Ya me ha atrapado, claro.

    ¡Feliz tarde!

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  2. Buenas tardes¡ ahora si esta en suspenses¡¡

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  3. ¡Hola!, no es exactamente que lleve pintada la cara, pero ha realizado un movimiento raro y eso le ha hecho sospechar al terrorista. "Cuando Hamed avanzaba presuroso por el pasillo, el madero hizo un ligero movimiento de aproximación a Alí".
    Me alegro un montón por lo de la trilogía. Lo pasará de maravilla. ¡Jo, Millenium en la sección dedicada a niños, qué fuerte, jeje! Disfrute sobre todo del libro segundo, que es el que me falta a mi de leer, en la biblioteca de Manchester solo están el uno y el tres, seguro que algún lector a perdido el dos.
    He visto su relato veraniego. No me da tiempo ahora, lo comentaré a la noche. Ayer me fallo Internet y hoy tengo que salir a las siete de casa. Besos!

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  4. Gracias Enriqueta, ¡Pues a disfrutar de este suspense!... ¡Besos!

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