( Episodio 27 ) Muertos de novela.

Desiderio charló un rato con Amor mientras esta limpiaba el polvo de los muebles y la abuela dormía en la mecedora. Era tan mayor como él, pero la veía más madura mentalmente hablando, más que las maduras golfas que él frecuentaba en los barrios de Malasaña o de Carabanchel. Después de conversar unos minutos sobre temas recurrentes, la comida que les gustaba a cada uno, la tranquilidad de Madrid en verano, el calor insoportable de Julio... Desiderio se atrevió a preguntarle por su estado civil.
- Perdona, ¿estás casada?
- No, ¿porqué lo preguntas?
- Nada, por curiosidad, es que como hoy en día hay tanto paro, he pensado que a lo mejor te has puesto a currar porque a tu marido le han echado del trabajo o algo así.
- No estoy casada, pero he tenido una relación hasta hace poco con un hombre, arrimados..., como si estuviésemos casados. Soy viuda, mi marido murió atropellado por un tren.
- Joder, un despiste, ¿no?
- No, una borrachera de campeonato.
- Vaya, y ahora has roto la relación con tu compañero, ¿no?
- No, el muy cabrón me ha abandonado sin decirme por ahí te pudras. Es un golfo y un putero, pero como le coja...
- Chisss... que se despierta la abuela.
- Perdona.
- ¿Te ha robado?
- ¿Cómo?
- Que si se ha fugado con algo tuyo, dinero, joyas...
- No, no, yo no tengo dinero ni joyas, vivíamos de su sueldo de camarero. Yo siempre he sido ama de casa, hasta ahora que me he puesto a trabajar por necesidad. Fíjate tú qué triste, ama de casa y sin niños, porque mi marido no valía para tenerlos y mi compañero no los quiso.
- Pues a mi se me ha escapado un amigo..., bueno, uno al que tenía por amigo. Se ha ido debiéndome 800 euros.
- ¿800 euros?, qué casualidad, eso mismo le debía David Andrés a uno que se los prestó para comprarse un scooter, y que yo sepa no se los devolvió.
- ¡¿David Andrés?!... ¡¿David Andrés?!... No, no me los devolvió, no, ese hijo de puta... Osea, que... ¿tú eres la tía con la que estaba enrollado?... ¡Joder, que pequeño es el mundo!
La abuela se movió inquieta, en su pesadilla Desiderio era atacado por un ultra del Barça.
- Pues que casualidad, sí, anda que...
- Pues el muy hijo de puta está en Manchester.
- ¿En Francia?
- No, en Inglaterra, y se ha metido a terrorista.
- ¡¿A terrorista?!... ¡¿David Andrés terrorista?!... Eso sí que no me lo creo.
- Pues ayer le vi en la tele. El y otro hijo de puta quieren poner una bomba en Manchester.
- Sigo sin creermelo. Además, la ETA ya no mata.
- ¡No, coño, los islamistas! Se ha metido a islamista terrorista, los de la barba sin arreglar, los que degüellan a la gente, los que destrozaron las torres altas de Nueva York...
- ¡Anda ya!... David Andrés es un cabrón pero no llega a tanto. ¡Pues no veas como odia a los etarras!
- Joder, ayer lo vi en la tele. ¿Es que no ves la tele? Pusieron una foto suya y del otro. Y una amiga mia, que se llama Pepi, le vio meterse en un avión para Manchester. Créetelo. ¿Cómo me has dicho que te llamas?
- Amor. No te lo he dicho porque no me lo has preguntado, te lo digo ahora.
- Yo soy Desiderio, pero odio que me llamen "Desi" porque suena a nombre de tía.
Doña Benita se despertó por fin, librándose del mal rollo culé.

( Continuará, ¡esto no puede parar! )