martes, 25 de agosto de 2015

( Episodio 36 ) Muertos de novela

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Walker dio la orden a todas las patrullas de que se concentrasen en aquel despoblado por el que transcurría la carretera entre Stockport y Cheadle, en el "Punto Z", unos kilómetros antes del aeropuerto.
Ya era mala folla, el matrimonio de judios gordos y sus hijos gorditos viajaban en el mismo autobús que ellos.
A Alí no le gustó nada lo que vio, un coche que rodaba junto al autobús y su conductor que le miraba. Viajaban otros tres hombres en el vehículo. Eran policías de paisano.
- Aquí Taylor, estamos en este momento pegados al autobús de los terroristas. Nos faltan unos diez minutos para llegar a la posición, señor.
- El resto de los hombres también van hacia allá. Estamos justísimos de tiempo, Taylor. Distánciese un poco del autobús para no levantar sospechas.

Samuel le pidió a su hermano Jafet un favor especial.
- Si me das tu manzana te copio los versículos de La Tora que te ha puesto de deberes el rabino.
- ¿De verdad?
- De verdad.
- A saber qué estarán cuchicheando estos dos. - le dijo la señora gorda a su marido gordo.
Samuel recibió la manzana de Jafet con una amplia y  pícara sonrisa y le pegó dos bocados. La verdad es que le hubiese encantado comérsela entera porque estaba más buena que la del Paraíso Terrenal, y eso que aquella debió estar de rechupete porque Adán y Eva no se dejaron ni el troncho, que así era lo que les habían contado. Pero el travieso Samuel tenía otro plan. Se puso de pie en el asiento y afinó la puntería. Flexionó el brazo, le dio impulso y la manzana salió disparada hacia la cabeza de uno de aquellos dos gentiles que habían hecho el payaso riéndose de sus ropas de judios, tres filas de asientos más adelante. ¡Tremendo manzanazo que se llevó Hamed! El agredido se volvió y vio a la judia gorda pegándole manotazos fuertes en la cabeza a su hijo travieso. Pero la oronda dama no se dignó a pedirle disculpas al agredido.

Walker transmitió nuevas órdenes a los patrulleros que estaban llegando al Punto Z.
- Que nadie permanezca visible. Ocultaros todos detrás de las casas blancas que hay a doscientos metros. Solo debe permanecer a la vista la patrulla que ha acudido "alertada por el accidente del camión"
Jackson ya había volcado el camión en la calzada simulando un accidente. Estaba permitiendo que fluyese el tráfico en ambas direcciones porque había dejado el espacio justo para que pasasen los vehículos, pues era una carretera de mucho tráfico y les convenía que la retención se formase cuando los viajeros del autobús ya tuviesen a la vista el camión volcado.
- Señor, estamos a tres o cuatro minutos del Punto Z. - exclamó Taylor con un tono de nerviosismo en la voz. "¡El gran momento ha llegado ya!", pensó Taylor.
- OK, Taylor! - repuso Walker, e inmediatamente dio la orden a Jackson para que terminase de cruzar el camión en la carretera, que le llevó menos de medio minuto, pues la grúa ya estaba enganchada al camión. Y al instante se desenganchó y se apartó del "escenario"
El tráfico se interrumpió cuando el autobús de los terroristas ya tenía a la vista el "accidente"
MacGregor, que se había subido al autobús en la parada cercana a su casa en Saint Jeromo, observaba a los malos desde dos asientos más atrás, al otro lado del pasillo.
"La bomba está en el bolso de deportes. La caja de herramientas no pinta nada, la han dejado en el suelo, bajo otro asiento, sin duda con intención de abandonarla" - reflexionó el poli infiltrado.
Uno de ellos tenía el bolso de deportes en el regazo. Era muy arriesgado entrarle, pues podía accionar la bomba tirando de algún hilo que asomase al exterior del bolso, o peor aún, quizá el otro terrorista tuviese en su poder un detonador o mando a distancia. "El otro terrorista" tampoco había dejado de mirar hacía atrás desde que se subió al vehículo el pasajero de Saint Jeromo.
"No sé si se habrá olido que soy poli o es que simplemente no le gusta tener a nadie detrás"
Alí había dejado de ver el coche con maderos hacía varios minutos, pero le alertó a su colega:
- Deja de darme la matraca con lo del puto niño y la manzana, Hamed, y prepárate para morir por Alá. He visto un coche de policía siguiendo al autobús.
El conductor del autobús estaba relajadísimo. Aprovecho el corte de tráfico por el "accidente" para ponerse a leer el Mirror Sport, Espejo del Deporte, un periódico deportivo inglés.

( Continúa, se lo aseguro. ¡Tachán, Tachán! )

2 comentarios:

  1. ¡Uy, qué nervios! Ya llega, ya llega...
    Lástima que Samuel no haya dejado fuera de combate al terrorista. Se ve que era una manzana pequeñita o no tenía fuerza, ainssss...

    ¡Buenas tardes!

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  2. Ja,ja,ja,ja!... En efecto, se va acercando el momento de tensión total. ¡Buenas madrugadas cuando son las 6`25 en las Islas Británicas!

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