martes, 18 de agosto de 2015

( Episodio 30 ) Muertos de novela.


Resultado de imagen de judios ultraortodoxos
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Hamed y Alí iban camino del aeropuerto, dejando atrás más olvidadas que nunca sus antiguas identidades: Donald Smith y Richad Wilson, dos ciudadanos ingleses con un batiburrillo mental lo suficiente para dejarse lavar el cerebro por el islamismo más extremista. Ahora son Alí Hassani y Hamed Morabí. En la transición entre sus identidades anteriores y las actuales han sufrido la comedura de coco suficiente para convertirse en máquinas o máquinas de morir matando.
( "Muchos jóvenes son presas vulnerables para los grupos que les prometen morir como mártires. Van a ser superhéroes que salven al mundo", dice Marie Saltman, investigadora especializada en contraterrorismo )
Alí y Hamed no son tan jóvenes, pero dan el perfil psicópata de los jóvenes candidatos. Son treintañeros inmaduros como muchos de los que ocupan los fondos de los estadios de fútbol de toda Europa, "superhéroes que quieren salvar a su club de los malvados de otros clubs" Pero la tentación de salvar el mundo es mucho mayor, sobre todo si se trata de salvarlo del "matonismo y la dominación de Estados Unidos sobre el mundo musulman" Estados Unidos es el "Gran Satán", reforzado por sus países satélites, entre ellos el Reino Unido"

Salomón  Parker es el rabino de la sinagoga de Prestwich, una villa situada en uno de los vértices del triángulo en el que se asienta la gran colonia judia ortodoxa de Manchester.
Mister Salomón sale de su duplex en una de las calles próximas a Cheetham Hill, cargado con libros y documentos relativos a su trabajo y los deposita en el asiento trasero de su coche.
La labor del rabino es vital en la comunidad judía. Sinagoga y rabino son las dos referencias principales para el judio practicante. El rabino, jefe espiritual y doctor en ley judía, interpreta las sagradas escrituras de la Tora, instruye a los jóvenes, predica sermones y celebra bodas. Un rabino debe hablar hebreo y algo de arameo y estar especializado en el degüello de animales según la Kashrut y en la Milah, circuncisión.
El rabino Salomón se acomoda al volante de su vehículo, pero antes de girar la llave de contacto consulta un documento.
"Siempre documentos, papeles, polizas, permisos, impuestos... ¡Oh, Señor, qué burocratizado está este mundo!", se lamenta en silencio el rabino Salomón, acariciándose su luenga barba negra salpicada de hebras blancas. El preferiría que los únicos textos que tuviese que consultar fuesen los de la Tora.
En un acto reflejo levanta la cabeza para mirar por el retrovisor. Ve a una pareja que camina por la acera aproximándose al lugar en donde se encuentra el coche.
Alí y Hamed hablan en voz alta porque piensan que nadie les escucha. En la calle, de escaso tráfico al encontrarse en una urbanización, apenas hay unos pocos coches aparcados. No saben que en uno de ellos, con la ventanilla bajada, hay un señor que viste como Alí. La diferencia entre el rabino y Alí es que el converso no es creible, al menos no lo es para el rabino, parece un actor aficionado interpretando a un rabino en una comedia. Y la "mujer" que le acompaña...
"¡Dios mio, qué andares!, ¡vaya mujer más ridícula!"
- ¡Joder, Alí, yo no me hallo con estas pintas! - protesta Hamed por enésima vez desde que han salido de casa.
- Habla más bajo y no te olvides que yo ahora soy Moisés y tú Esther. Ten paciencia, cinco minutos más y estaremos en la parada del autobús. Y confia en Alá porque El siempre nos protege.
- Alá es el más grande y misericordioso, ¡pero no veas que daño hacen estos zapatos!
Salomón Parker no da crédito a sus oídos. 
"¡Son dos hombres disfrazados!... ¡y cómo se nota que la barba es postiza!... pero ¿a qué viene este circo?
Su pequeña sordera y el acento duro de Manchester en el que está acostumbrado a entenderse, le impiden enterarse de que son dos musulmanes.

( Pronto se enterará el rabino Salomón "a qué se debe este circo" Ustedes ya lo saben, queridos lectores, juegan con ventaja, ¡je, je! )

2 comentarios:

  1. ¡Qué divertido! Menudo par, de ingleses convertidos al islam y de ahí a disfrazarse de judíos,y uno travestido, ¡juas juas!

    He leído todos los episodios que tenía pendientes, disculpe que no haya dejado comentarios, pero son muchos y ya sabe el problema que tengo con el teclado.

    Voy arriba, a ver el siguiente y reírme un rato más.

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  2. Lo sé, lo sé... Ya le he comentado más de una vez que no debe tomarse esto como una obligación. A mi me encanta cuando me encuentro aquí comentarios suyos. Es más satisfactorio para ambos que usted me los deje cuando disponga de tiempo, de buen humor y le apetezca hacerlo. ¡¡Feliz jueves!!

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