jueves, 16 de julio de 2015

( Episodio 4 ) Muertos de novela



Resultado de imagen de avión Easy Jet despegandoResultado de imagen de avión Easy Jet despegando



"David Andrés decidió romper con todo y largarse al quinto pino. Estaba demasiado atosigado por todos, por su novia Amor, que era celosísima, por su jefe, que estaba hasta el gorro de él, y por su amigo el acreedor, ex-amigo ahora.
A su novia le daba por acudir últimamente a la cafetería en donde trabajaba para "tenerle controlado", es decir, para hacer de "espantapájaras" en el caso de que a alguna clienta ligera de cascos le diese por conquetear con él. Y se pasaba toda la tarde con un café con leche haciendo que leía un ejemplar de la revista Pronto que se traía de casa, todos los días el mismo ejemplar.
Cierta tarde de sábado, estando la cafetería muy animada de público, un señor muy mayor intentó ligar con ella, pues como la había visto otros días, y siempre sola, se imaginó que era una "chica alegre". Puso su mano sobre la rodilla izquierda de ella y dijo: "Es usted más guapa que Sarita Montiel" El viejo tenorio recibió un tortazo de Amor y también cayó su taza de café con leche al suelo por el empujón que recibió la mesa al realizar un movimiento reflejo pos tortazo. Esto desesperó aún más al jefe de David Andrés, pues el personal del establecimiento y algunos clientes asiduos ya sabían que aquella tía con ojos de loca era la compañera sentimental del camareta carroza. Sentimental con sentimientos patológicos.

- Pero tú no sabes una palabra de inglés, David. - le dijo su amigo Claudio por teléfono desde Manchester - en tu oficio no puedes trabajar aquí porque a un waiter se le exige hablar bien el inglés.
- A un qué?
- A un camarero, coño. Todos los españoles que trabajan en La Tasca, El Rincón de Rafa o La Viña hablan perfectamente en inglés.
- Joder, me hablas de locales de Manchester como si yo estuviese allí.
- Vale, pero tú me entiendes.
Pero no le fue difícil convencer a Claudio de que le echase un cable. Sabía que Claudio era un buenazo y por eso había recurrido a él. De momento se alojaría en su casa y trataría de que le aceptasen en la empresa de mudanzas en la que él trabajaba. Total, cada no mucho tiempo se despedía alguien. Lo esencial era que aceptasen sus jefes a un recién llegado que no sabía ni jota ( pronúnciese "yei" ) de inglés.
Entre sus conocidos dejó caer la mentira de que se iba a Granada a casa de una tía ( tía parental ) y a otros les dijo que se iba a hacer el Camino de Santiago y que, concluido este, se quedaría a vivir en Corrubedo ( Costa Da Morte ) con una tía abuela enferma para cuidarla. Por supuesto, no les dijo ni por ahí te pudras a su jefe, a sus colegas del currelo, a su novia agonías y al coñazo de su ex amigo el acreedor. Y peor aún para su jefe porque le limpio parte de la caja del sábado, lo que el viejo había dejado en ella para pagar unas facturas de los proveedores el lunes: 375 euros. Con esta cifra y otros 250 euros que tenía en casa se atrevió a dar el salto al futuro. El billete de avión, solo de ida, por supuesto, lo compró en plan low cost por Internet, 60 euros. Cambió sus euros por libras en un despacho en donde no cobraban comisión y salió arreando hacia el aeropuerto. Aeropuerto Internacional Adolfo Suarez, antes Barajas. Se hizo una reflexión mientras cubría la distancia entre el metro y el mostrador de facturación de Easy Jet: Si llega a triunfar el intento de golpe del 23F, este aeropuerto se llamaría ahora "Antonio Tejero Molina", digo yo.
Vio la novela en el mostrador de un quiosco y no pudo resistirse a la tentación: "18 asesinatos en el tren de Mataró" de Camilo Coscojuela, su autor favorito. Había leído "La fría sonrisa de la muerta por cáncer de ovarios" y "Te mataré porque eres hijo ilegítimo de Julio Iglesias", y ambas novelas le habían fascinado.
No sintió miedo, como otros muchos viajeros, cuando los motores del gran aeroplano rugieron al inicio de la pista de despegue. La muerte le sudaba el órgano viril a David Andrés, e incluso más de una vez había pensado que le vendría bien irse ya de este barrio para evitar la puta decrepitud.
"Anda que... buscarme la vida ahora en Inglaterra, manda cojones!"
El gran pájaro de hierro describió un círculo sobre Madrid mientras ganaba altura. Vio nítidamente el río Manzanares y el estadio Vicente Calderón, este como una cajita de cerillas. La arboleda y el estanque del Retiro también destacaban de entre el conjunto urbano. En muy poquito tiempo Madrid se empequeñeció y varias formaciones nubosas se unieron para taparlo.
Intentó empezar la novela de Coscojuela, pero el sueño le venció.
El avión enfiló hacia los Pirineos.

( Continuará )



3 comentarios:

  1. Muy gracioso lo de la novia celosa y su acoso, "Pronto" en ristre, je je je...
    Tristemente, existen estas mujeres; son inseguras y carecen de autoestima, siempre temiendo que "les roben" a su hombre. Por ello tampoco se dan cuenta de que así, ellas mismas lo alejan de su lado.

    Conque además de deudor, ahora mangante. Uy, uy, uy...

    (Voy para arriba)

    ResponderEliminar
  2. Deudor y mangante en apuros, ya lo verá, en serios apuros, je,je!
    Exacto, los celos patológicos son causa de muchas rupturas matrimoniales o de noviazgos. Lo malo es cuando la tragedia continúa después de la separación.
    Gracias por leerme y comentarme, Doña Leona!

    ResponderEliminar