miércoles, 24 de junio de 2015

El Mensaje ( Episodio XXVII )







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No había concluído la jornada para la inspectora Jiménez Herrera. Peor aún, este iba a ser su día más largo en el caso de Allendelvino de los Infantes.
Saliendo del pueblo se encontró con un hombre plantado en medio de la carretera, que le hacía señas para que se detuviese. A su lado había una unidad móvil de "Tele 07 de Albacete"
"Jo, o paro o me llevo por delante a este capullo"
Paró al lado del individuo en el momento en el que otro se acercaba con una cámara. El que la paró la puso un micrófono casi pegado a la boca y el otro la enfocó con la cámara buscando un primer plano de su cara.
- Estamos en directo para Albacete y toda su comarca. Es usted del pueblo, señora?
- Señorita, me estoy separando y tengo un novio muy bien dotado sexualmente.
- Pero vive usted aquí, no?
- Sí, señor, me acabo de comprar un chalet muy mono.
- Nos puede decir su nombre?
- Pepita de Mallorca.
El de la cámara era un calvo que se parecía al ministro De Guindos, y el del micrófono era talmente un jovenzuelo con granos en la cara.
- Tiene usted una idea de quién ha podido ser el asesino?
No dudo la respuesta?
- Una idea?, ja,ja!... Yo tengo clarísimo quién es el autor de este cruel asesinato.
- Díganoslo. Albacete entero y su comarca la están escuchando. 
Y con un gesto le pidió a De Guindos que le diese cinco segundos de primer plano a él.
- Señores telespectadores, vamos a enterarnos ahora mismo de quién es el asesino de Allendelvino de los Infantes. Nos lo va a decir la señora, perdón, la señorita, Pepita de Mallorca. Adelante, Pepita, diganos quién es.
- Charles Manson. Resulta que se ha fugado de la cárcel de Estados Unidos en la que llevaba más tiempo que Ortega Cano en la suya, porque en ese país la gente dura mucho más tiempo en la cárcel, y ha venido a La Mancha a matar a todo el que se le ponga por delante. Ha dicho que sus próximas víctimas van a ser los periodistas preguntones.
- Oiga, está usted de broma, verdad?
- Y a usted que le parece, chiquilipichas?
Dicho esto arrancó el coche y se largó dejándoles con un palmo de narices. Puso un CD de Gloria Estefan para acompañarse en los veinticinco kilómetros de carreterilla estrecha que la seperaban de Albacete. Pero, de pronto, recordó que tenía que hacer una llamada urgente a "Ricitos de Oro" y cortó la música.
- Dígame, Jiménez.
- Tiene ya las conclusiones del reastreo que han hecho en el camino cenagoso?
- Mire usted, inspectora, esto no es Madrid ni Barcelona, aquí las cosas van más despacio. No me vuelva a hacer una llamada innecesaria, que también tengo otros casos que atender.
Y colgó sin decir adios.
- Será borde este tío!
Volvió a poner a Gloria Estefan, ahora a tope de volumen para quitarse el cabreo.
Aparcó a Berenjeno a pocos metros del hostal, tuvo suerte. Pensó en hacerse un autohomenaje, comer en un restaurante, uno no muy caro, pero limpio y tranquilo. Primero subió al hostal y se dio una larga y gratificante ducha, mientras tarareaba uno de los temas de Gloria Estefan que había escuchado en el viaje. Luego se conectó un rato largo a Internet para dejar mensajes a su familia, sobre todo a su hermano Paco, el favorito. El Doño no estaba conectado. Ultimamente al Doño se le veía menos por Internet que al obispo de Alcalá de Henares en las fiestas del Orgullo Gay. Habló con sus hijos y con Bribón por teléfono y leyó los comentarios que le había dejado la gente feisbukiana en la última historieta de "Rupertina", una sección suya en la que se lucía como escritora. Y, por fin, se fue a cenar.
Apenas había clientes en el restaurante "El Cucharón" por ser un día entre semana y a una hora temprana para las cenas. A los españoles que acuden a cenar a un restaurante les gusta cenar tarde.
Cuando la camarera, una treintañera rubia y delgadita, colocaba ante sus ojos la carta, sonó el móvil.
"Ricitos de Oro", qué tripa se le habrá roto a estas horas?"
- Jiménez, preséntese inmediatamente en comisaría!, en mi despacho! Inmediatamente he dicho. Le doy quince minutos como máximo para que aparezca ante mis ojos. Es una orden!"



( Y el tono de voz del comisario albaceteño transmitía furia absoluta. Menudo cabreo!... En el siguiente episodio nos enteraremos de "qué tripa se le ha roto" )

9 comentarios:

  1. Jolines con la inspectora, anda que soy yo buena¡¡ Ricitos de oro podia a ver llamado despues de a ver cenado, coño, que a noche también estuve casi sin cenar, vamos que no me pasaba ni agua¡¡

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  2. Madre mia, qué estresada está la inspectora!

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  3. "Pepita de Mallorca", ¡JUAS JUAS JUAS!
    Muy bueno.

    ¡Saludos a ambos!

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  4. Se agradecen sus saludos!... Un abrazo!

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