lunes, 8 de junio de 2015

El Mensaje ( Episodio XIV )






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- El bolso, la pasta, venga!... El móvil, todo!... Dónde tienes el jodido bolso!... Venga, tengo prisa, tía!
En el asiento de al lado del conductor - respondió Enri con frialdad profesional. Ahora era el momento de poner en práctica las enseñanzas recibidas en la escuela de polis. "No se debe perder la calma ante un delincuente nervioso"
El chorizo dio la vuelta al coche y agarró el bolso de la poli. Enseguida se iba a enterar de que ella era una poli y de lo que vale un peine. Al volverse se encontró a la tía apuntándole con una pistola a la vez que le mostraba con la otra mano la placa policial.
- Vuelve a dejar el bolso en donde estaba y no hagas ningún movimiento raro.
- Me vas a disparar, cacho puta?!
- No lo dudes. Ahí, ahí te voy a disparar! - Y señaló con el cañón de la pipa a los cojones del atracador al tiempo que la amartillaba. - Venga, pon el bolso en su sitio, chiquilicuatro!
Aquella tipa parecía que hablaba en serio, no le temblaba la voz como a otras tiparracas a las que había atracado. Esta cerda era una poli con un par de cojones y un arma.
"Maldita cerda policía!"
Puso el bolso en  el asiento. Enri retrocedió dos pasos mirando de reojo en donde pisaba para no tropezar y caer de culo, y echando otra mirada rápida a los de la fogata. Se tranquilizó, este mierda actuaba en solitario.
- Ahora desnúdate.
- Qué?!
- Que te desnudes, mamón!... Te recuerdo que he quitado el seguro al arma  y te aviso de que tengo un dedito índice muy nervioso.
Al "chiquilicuatro" no le quedaba otra opción.
- Rápido!... Y todo!... Vamos, todo!... Para que se te quite la idea de atracar a la gente al menos por un tiempo. Puedes quedarte con tu móvil, el dinero y lo que tengas. Yo no soy una ladrona como tú. Vamos, el calzoncillo también!... y a ver si mudas más a menudo marrano!
- Usted no tiene derecho a...
- Vaya, ahora me tratas de usted. Mira, cállate o te pongo contra el coche, te meto el cañón por el culo y luego... pum! Jajaja, qué churrilla más canija!... Mi Platanito sí que la tiene hermosa. Venga, a correr, chiquilicuatro!
El marginal se quedó un segundo indeciso.
- Qué corras, que te pierdas calle arriba!... Venga, mammon!
Y corrió, vaya sí corrió!
La inspectora echó la ropa al coche, menos el calzoncillo, que lo dejó en el suelo. Arrancó y se dirigió al contenedor en el que rebuscaban los vagabundos. Dio un frenazo al llegar y los pobres hombres se asustaron. Eran dos ancianos andrajosos.
Tomen, esta ropa les puede servir. - A uno le dio el pantalón y al otro la camiseta y la cazadora, una camiseta con la imagen de Rihanna - pertenecían a mi amigo el chiquilicuatro, que ha decidido de pronto convertirse en nudista urbano y practicar running nocturno.
Sonó su móvil.
"Vaya, el jefe otra vez. Esto es que hay novedades porque no hace ni veinte minutos que me ha llamado"

( Más intriga y emoción en los próximos episodios, respetables lectores mios del alma divina de la muerte )

4 comentarios:

  1. ¡Ja ja ja! ¡Cuanta imaginación!

    Espero ansiosa el siguiente episodio para ver cómo se las compone el chorizo, je je je...

    ¡Buen día!

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  2. Jajajajaja¡¡¡¡¡ promete la inspectora, es muy decidida¡¡eeeee¡¡jajajaj

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  3. La imaginación al poder... blogueril! La cosa es pasar ratos amenos y usted ya lo sabe de otros culebrones, Doña Teresa!

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  4. Está superándose usted en su personaje, Doña Enri, jaja!

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