viernes, 27 de junio de 2014

Tres casos del inspector Madero ( 17 )








Vuelta a casa

La muerte en trágicas circunstancias de Joselín conmocionó a los vecinos de Lobodoiro y a todos los aficionados al remo de la región.
Madero tuvo que interrumpir su labor en Madrid y trasladarse urgentemente a su tierra para tomar las riendas del nuevo caso.
Al ir a coger el coche al aparcamiento de Atocha vio la salida de los primeros autobuses con voluntarios que partían rumbo a La Coruña para limpiar las playas de "chapapote", una palabra "nueva" para el resto de los españoles con la que pronto se familiarizarían. Junto con los paisanos voluntarios viajaban bomberos voluntarios y policías municipales voluntarios. Estos se encargarían de coordinar a los grupos de civiles.
Madero empezaba a mosquearse. Había un asesino en Lobodoiro empeñado en cargarse a jóvenes?... Tenía alguna relación el asesinato de José Luis Campillo con el de José Luis Colindres "Joselín"?... Lo de Madrid había sido una pérdida de tiempo?...
"Casi mejor que lo de Madrid sea una pista falsa, porque sin más datos es como buscar una aguja en un pajar. En dónde podría estar registrado José Luis, caso de que estuviese registrado, entre sopotocientas agencias dedicadas al espectáculo, representantes, productoras y la biblia en verso?!... Uf, para morirse de asco en el intento!"
No obstante, prefirió atar cabos. Detuvo el coche en un area de descanso de tierras burgalesas y telefoneó a Doña Amaia Arenales, la madre de José Luis.
- Perdone que la moleste, Doña Amaia, soy el inspector Madero.
- No es molestia, dígame usted.
- Le comentó su hijo algo referente a un trabajo en television? Haga memoria, por favor.
- José Luis en television?!... Uy, qué va, con lo reservado que era, no me lo imagino.
- No tiene usted ni la más minima referencia de algo así, no?
- Por supuesto, ya le conté todo lo que sé sobre su estancia en Madrid y...
- Perdone... perdone que la interrumpa, Doña Amaia. Hay algo que no está claro y lo sabe usted. José Luis solo trabajó tres semanas en el Bar Praia. Lo he confirmado yo mismo en Madrid. De qué vivió el resto del tiempo si usted no le envió dinero?... Además, vestía bien, según me han informado.
- Ay, pues ya le he dicho que no lo sé, inspector! José Luis siempre se lo callaba todo, era muy reservado. El telefoneaba de vez en cuando para decirnos que estaba bien, y yo me imaginaba que seguía trabajando en ese bar.
No hubo manera de sacarle nada nuevo a la apenada madre. Ya iba camino de cumplirse dos semanas desde la fecha del asesinato y no sólo carecía de la más minima pista , sino que ahora se complicaba la cosa con un nuevo cadaver. "O a lo mejor este nuevo muerto nos trae alguna pista", se dijo en un momento optimista, mientras dejaba a su izquierda el desfiladero de Pancorbo y a su espalda la árida meseta castellana, internándose en la primera zona montañosa de su camino por Las Vascongadas.

( Continuará )



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