jueves, 26 de junio de 2014

Tres casos del inspector Madero ( 16 )














Okupas

Decidió no entrar en busca de Rubén. En caso de que no se encontrase allí en ese momento, los demás okupas le avisarían de que "un tipo con pintas de madero" le estaba buscando. Y a lo mejor Rubén había decidido pasar de él. Hizo guardia desde la acera de enfrente, vigilando las salidas y entradas de los marginales por el portón del edificio "okupado" Entró en un par de ocasiones a descargar la vejiga y a tomarse un "cafelito" Temía que en ese tiempo mínimo Rubén hubiese entrado o salido del inmueble. Al final se acercó hasta el portón con la idea de preguntar al primer okupa con el que topase. Resultó ser una chica rubia con todo el aspecto de estar "flotando" en lo más dulce de un "viaje"
- No está aquí, - respondió con una sonrisa de hare krisna regalando pastelitos - no le hemos visto desde ayer por la mañana.
Apareció un rubio con trazas de ser europeo nórdico. Llevaba unos malabares y no se extrañó porque su chica estuviese hablando con un desconocido carroza. Dedicó una sonrisa a ambos y cogió a la chica de la mano. Se fueron en dirección a la glorieta de Atocha para hacer su actuación de malabares frente al Museo Reina Sofía. Ella pasaba la gorra sonriendo mucho.
Madero pensó que la chica no le había engañado. Otro jovencito, este con acento asturiano, se lo confirmó:
- No, aquí no está, y si no vuelve va a ser mejor para todos, porque nosotros no somos vagos, hacemos cosas interesantes, oiga: enseñamos a hablar bien el español a los emigrantes, tenemos talleres de música, de manualidades... y Rubén solo viene a dormir y a ver lo que pilla de la nevera. No participa en nada, es un parásito.
"Caray, con el chocolatero, se ha buscado un hotel gratis!", pensó Madero.
Visto que no avanzaba a la velocidad que él pretendía, decidió informarse en una comisaría. En efecto, su sospecha era fundada, Rubén estaba "retenido" en la comisaría de la calle de La Luna, junto con otros cuantos por una pelea tumultuosa en el barrio de Malasaña, "moros contra cristianos", una version sui generis de las antiguas cruzadas. Le indicaron que estaban a punto de soltarle. Se acercó hasta la calle de la Luna y esperó.

- Me habló poco porque sabía  poco del Lobo. Trabajó solo durante tres semanas en el Praia y luego Bibiano le trató un par de semanas más, pero no todos los días, hasta que le perdió la pista.
- Le dijo porqué dejó el trabajo en el Praia?
- Le dijo una gilipollez, que le habían ofrecido un trabajo en television. Fíjese, si era un tío de lo más rancio, qué coño iba a hacer en la television?!... Lo más seguro que algún maricón viejo quería tirárselo. Oiga, hay muchos maricas que van a la Puerta del Sol a buscar chavales, sabe?
Esto le abría una nueva vía de investigación. El "rancio", el "modosito" al que todos creían en su pueblo un sujeto pasivo, seriecito, muy formalito... se había transformado en los Madriles en un bohemio con ganas de conquistar la fama?... o se trataba simplemente de una oferta para trabajar como extra en alguna producción televisiva o como "público" en algún programa?... De cualquier forma, no eran actividades que congeniasen con el carácter retraído del muchacho.
La alarma del móvil le distrajo de sus reflexiones. Era Jiménez.
- Se nos amontona el trabajo, mi teniente. El comandante nos ha asignado otro caso que a lo mejor está relacionado con el de José Luis.
- Otro asesinato?
- Sí, ha aparecido degollado José Colindres, el famoso "Joselín", proel de la trainera de Lobodoiro.

( Continuará )

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