jueves, 5 de junio de 2014

Tres casos del inspector Madero ( 1 )





Madero vive!!

Don Maximino Madero Larramendi, teniente de la Guardia Civil, sagaz detective, hombre bondadoso con sus semejantes y muy duro con los que menos se le asemejan, católico monógamo por convicción, pero también enamoradizo y adultero porque la carne es débil, incluso la de un guardia... murió hecho pedazos por efecto del artefacto explosivo que le pusieron debajo del coche dos hijos de la gran puta: el periodista rastrero Alfonso Paz y el criminal habitual Iñigo Zurbanoetxea.
Pero Madero vive en el recuerdo de todos nosotros. Faltaría más!


Diez años antes

Estamos a principios del siglo XXI. Ya tenemos el euro. Todo el mundo se ha acordado de la película de Stanley Kubrick "2.001, una odisea del espacio" Con el siglo también se estrena el milenio. La mayoría de la población, que es tan ingenua como todas las generaciones precedentes, hace votos por tiempos mejores. Y una mierda. Vendrán tiempos malos, como siempre, con sus guerras, epidemias, catástrofes terroristas, catástrofes naturales y de "fallos humanos", corrupción a mogollón, latrocinios bancarios y empresariales, populismos fascistas, hambrunas y exódos desesperados. Y dos alicientes de los nuevos tiempos: el cambio climático y el SIDA. Los hijos de Alá más fanáticos destruirán las Torres Gemelas de Nueva York causando 3.000 muertos, 600 más que en Pearl Harbor cuando los hijos de puta fueron los japos, los cuales provocaron el hijoputismo americano en forma de dos bombas atómicas.

Madero en Lobodoiro

"Joder, acabo de estrenar mi puesto en esta comandancia y ya tengo un caso de asesinato para ir haciendo boca" El hombre que así pensaba era el teniente Madero, recién ascendido de sargento a teniente y recientemente instalado en su nuevo destino: Lobodoiro, una bella localidad marinera en la tierra en donde los fieros cántabros mantuvieron a raya a los "pechos de lata" de Roma.
El comandante Uribezubía encargó su primer caso al teniente Madero: resolver el asesinato de un joven empleado del hipermercado "Ahorro Mogollón"
Madero sospechó que el trabajo iba a ser cosa de nada, pues esos casos de asesinatos que se estiran en el tiempo suelen ser cosas de las novelas.
Equivocadísimo estaba, pues nuestro flamante "picoleto" detective iba a hacer frente a un caso de novela.
Gozoso él telefoneó a su esposa Encarnita:
- Ya me han encomendado mi primer caso, Encarnita.
- Enhorabuena, mi amor!

( Continuará )









4 comentarios:

  1. ESto promete, una de las sagas zurbanitas

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  2. O zurbanianas!... Je, je!... Buen dia, Don Jesus!

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  3. ¡Uy qué bien, Madero de nuevo en acción de manera retrospectiva!
    La verdad es que me supo mal que la palmase, no me lo esperaba. No deja usted ni al gato, ¡uf!

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    Respuestas
    1. Hola!... Ya estamos "todos", que Don Jesús se ha apuntado también. Madero puede cundir mucho, fíjese, desde el 2.002 hasta el 2.014... caben unos cuantos casos. Por cierto, he sacado de la biblioteca una novela de la saga Petro Delicado ( Alicia Jiménez Bartlet ) y resulta que es el primer caso, su debut, y cuando conoce a su ayudante Garzón. Así que estoy leyendo sobre un debut y escribiendo sobre un debut.
      Buen día!... Hoy aquí ha salido el sol, estoy con la moral alta.

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