lunes, 7 de abril de 2014

Uno a uno y sin prisas ( LXIII )









Una coreografia musical en homenaje a la tierra cántabra, "Mar y Montaña Mágica", precedió a la entrega del "premio gordo" Cual iba a ser la mejor película de la presente edición?!... La expectación en la sala era máxima, los nervios consumían a algunos y a algunas. Dorotea Martín y Angel Marcet abrieron los grandes sobres azules, tomando la palabra la super sexy Dorotea.
- Y el premio a la mejor película es para...
Y terminó la frase el galán de la televisión chilena.
- ... Para "Samurais de Ultratumba"
La ovación fue apoteósica porque casi todos se lo esperaban y poquísimos discutían que esta película de Dimitri Kalashnicov era una perfecta obra maestra.
El viejo cineasta miró a la concurrencia con los ojillos enturbiados por la emoción. A pesar de su edad y de sus muchísimos premios recibidos, seguía emocionandose con estas cosas. O quizás era su edad, casi los setenta años, lo que le había convertido en un hombre de lágrima fácil.
- Muchísimas gracias a los miembros del jurado y a los hombres y mujeres de "Ghost and Witch Films" que confiaron en mi proyecto desde el principio. En estos momentos tan importantes en la carrera de un director de cine, tiene uno la obligación de agradecer su inestimable ayuda a un montón de personas, esos colaboradores indispensables en cualquier aventura cinematográfica. Gracias a mi amiga Renata Otolina, aunque este año está en otra película. Gracias a Oswaldo Gavilán por la música maravillosa que sólo él sabe crear. Gracias a Pietro Napolitano por su bellísima fotografía. A mis productores Renzo Casanova y Olivia Toledo. A mi estimada amiga Celia Sanfelices. A todos los actores que habeis participado y a dos personas muy especiales para mi, Teresa Coscojuela y Menciguelo Mejillón, porque ha sido muy importante para mi su constante apoyo moral. Gracias!!
Otra estruendosa ovación despidió al cineasta del escenario, mientras en la gran pantalla se veían imágenes terroríficas de "Samurais de Ultratumba" y sonaba la trepidante musica del maestro Oswaldo Gavilán.


Abandonaron el Hotel Algorta cuando estaba amaneciendo. Ambos se habían estrenado satisfactoriamente como amantes y como mentirosos redomados. Ella excusó su asistencia en la gala de clausura del festival alegando motivos familiares urgentes. El simplemente le había sido infiel a su mujer, una actitud muy propia de sementales enamorados... o libidinosos.
Se abrazaron camino del aparcamiento. A él se le hizo familiar un coche rojo con abolladuras que estaba aparcado muy cerca del suyo. "Dónde he visto yo antes ese coche?" Su mente deductiva no funcionó en esta ocasión. Lo recordaría más tarde.
El teniente Maximino Madero, responsable de la investigación de un caso complicadísimo con unos cuantos litros de sangre derramada, tenía que enfrentarse esa misma mañana a un batallón de sádicos periodistas dispuestos a despellejarle. Pero antes de la rueda de prensa iba a haber dos sorprendentes novedades.


( Continuará )

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