jueves, 24 de julio de 2014

Tres casos del inspector Madero ( 38 )








La reportera de la playa

- Le han asesinado.
- Hostias, no joda!... Y cómo ha sido?
- De veinticinco cuchilladas.
Al inspector no le pasó desapercibida esta reacción "ilógica" del televisivo. Mostró demasiado asombro al recibir la noticia del asesinato de alguien del que decía no acordarse, al que supuestamente no había tratado en persona, sólo le había "visionado" en la sala de montaje. Y no sólo eso, también le pareció ver un brillo de miedo en su mirada. Archivó estos detalles para mejor ocasión y decidió seguir la pauta establecida.
- Según nos informó la secretaria de la productora, con la que también estoy citado, como usted ya sabrá, José Luis sólo participó en cuatro de las bromas. Me interesa mucho saber los detalles de cada una de ellas, recoger opiniones de los que le trataron, revisar los videos, etc.
- Estoy ahora recordando... Sí, era un chico introvertido. La verdad es que no daba mucho juego y por eso se prescindió de él. En tres de las bromas apenas fue un comparsa. Sólo se le dio protagonismo en una de ellas.
- En la que se sube a la baca del coche de la "víctima" y da saltitos?
- Sí, justo, en esa.
"Caray, qué rápido recuperan la memoria algunos"
- Si yo echase a volar la imaginación, pensando en la venganza de alguno de los "afectados" por las bromas, me encontraría con que sólo hay un sospechoso, no?, el propietario de ese vehículo.
- No, pero eso es imposible, la broma sólo se emite si el "afectado", como usted lo llama, firma una autorización.
- Ya, ya, pero supongamos que en el montaje se hace todo lo posible para que quede totalmente ridiculizado. El no firma tras haber visto el montaje, sino justo al acabar la broma, según mis informaciones, justo unos minutos después de que los actores le digan: "Mire, mire, allí están las cámaras"
- Sí, claro que se puede hacer eso, pero le voy a decir una cosa, entre usted y yo, este individuo quedó sobradamente ridiculizado por su conducta, pasó mucho miedo, y no por el montaje, pero se le hacía el culo agua por salir en la tele, como todos los que venden sus intimidades. Era un tío un tanto bobo, no me lo imagino matando a nadie, y mucho menos yéndose hasta Cantabria y haciéndolo a sangre fría.
Aunque sus explicaciones eran convincentes, siguió notando que ocultaba algo.
- De todas formas, quisiera que me facilitase la dirección de este hombre. Creo que no habrá ningún problema.
- Bueno, hasta el lunes la productora no abre, pero a lo mejor Charito esta tarde le puede echar un cable si quiere ganar tiempo. Ella tiene las llaves de Fantastic, que está aquí al lado.
- Tome, es mi tarjeta, no deje de llamarme si recuerda algo.
- Desde luego, y aquí tiene la mia.
En la despedida, Anselmo Cerrajero recuperó la jovialidad con la que se había presentado.


Pero Charito Coscojuela no apareció esa tarde. Tras una hora de espera, Madero empezó a elucubrar: "Cerrajero se ha asombrado de verdad cuando le he dicho que a José Luis le habían asesinado. En los primeros momentos ha adoptado la pose de "déspota ilustrado": dirigió el programa pero no trató con los actores. Después ha cambiado el chip y se ha mostrado ocurrente y servicial. Y ahora me deja plantado la secretaria de la productora. A Cerrajero le da miedo algo, pero qué?... Habrá alguna relación entre Cerrajero y Charito, aparte de la meramente profesional?... Estoy frente a la clave del asesinato?..."
Decidió llamarle. Marcó el número del móvil que aparecía en su tarjeta bajo la inscripción: "Anselmo Cerrajero Canfranc. Director de programas de Fantastic Media"
Mientras aguardaba a que este atendiese al móvil, miró distraídamente a la televisión. Una joven reportera entrevistaba en una playa de Galicia a algunos de los voluntarios del chapapote. La reportera vestía igual que los voluntarios¨: traje y gorro blanco de papel y botas de goma. Se hizo una reflexión muy atinada: "Personas anodinas como José Luis no tienen futuro en la televisión, pero hay profesionales muy preparados y quizá sea el caso de esta periodista, ella a lo mejor ve cumplidos sus sueños"
Un detalle le llamó la atención: En la parte inferior de la imagen aparecía sobreimpresionado el nombre de la reportera: "Letizia Ortiz"
"Je, je, qué fallo más tonto, Leticia con zeta!"


( Continuará )

4 comentarios:

  1. (Je je je... espero que el dueño del Golf no venga aquí a hacer más puntualizaciones, porque tendríamos rollo para largo ;D )

    Efectivamente, la actitud de Anselmo Cerrajero es bastante sospechosa, sabe algo, sea lo que sea.
    Vaya, Charito desaparecida; esto empieza a oler mal.

    ¿Lo de la Leti es real o una invención por exigencias del guión? Creo que no salía de busto parlante, pero bueno, también anduvo enseñando las tetas en México, de orgía en orgía y aborto en aborto. Bueno, vale, sólo se sabe de uno.

    ¡Buen día!

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  2. He tomado simplemente la idea, pero ni él ni yo somos los de esta historia. Fue eso, que la idea me parecio sugestiva para retorcerla un poco y esprimirla literariamente.
    Es real lo de Dona Leti, hago como el resto de los escritores honestos, la realidad que incluyo en mis escritos es fetén, Dona Leti estuve alli entrevistando a los
    voluntaries. Yo también estuve pero no coindimos en la misma playa.

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    1. Tomar ideas es lo que hacen todos los escritores.
      Lástima que no coincidiera con la Leti, iba a preguntarle si el traje y gorro blanco era de papel o un modelito de su modista favorito...

      (35 y 37)

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  3. Qué picajosa está usted, Doña Leona"!, je, je!... Vera como la elijan a usted reina de Cataluña, que lo mejor es ese el plan de Don Mas.

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