martes, 22 de julio de 2014

Tres casos del inpector Madero ( 36 )









Gais y obispos.

El inspector Madero dio órdenes precisas a sus hombres para que trabajasen intensivamente buscando pistas sobre la vida más privada de José Colindres "Joselín", el admirado proel de la trainera de Lobodoiro muerto en enigmáticas circunstancias, joven muy conflictivo y, al parecer, con una vida sexual "oculta", según las palabras de su padre: "Lo vi y no me lo creí, le estaba masturbando a un hombre dentro un coche. Menuda marranada!"
Les dijo que interrogasen discretamente a los homosexuales del pueblo, sin faltarles el respeto en ningún momento.
- Estamos en 2.002, ya casi en 2.003, y los homosexuales tienen más derechos que los obispos. Así que andaros con ojo, lo último que me apetece es una denuncia del colectivo de homosexuales.
Por unos días el caso de Joselín va a ser vuestro y el de José Luis mio. Veremos quién avanza más, je, je! Usted tiene el mando, Jiménez, le hago responsable.
Dos horas después de dicho esto se encontraba en el aeropuerto de Sondica ( Bilbao ) esperando su vuelo con destino a la capital del Reino de los Borbones, unos Borbones que aún no estaban siendo cuestionados en la medida en que lo iban a ser diez años después.
Creyó que no le iban a llamar nunca para tomar aquel vuelo, pues el viento arreciaba de lo lindo en el Golfo de Vizcaya. Pero finalmente escuchó el aviso de llamada.
El aparato de Iberia se elevó dignamente a pesar de los soplidos de Eolo, un dios entre cuyas preferencias cuenta el norte de la Península Ibérica. Las turbulencias continuaron durante veinte minutos, volando entre las verdes Vascongadas y la árida meseta castellana, aunque desde la ventanilla sólo veía nubes grises y agua. Tenía la garganta seca y consumió medio vaso del "impopular" zumo de naranja de Iberia. A él le supo a gloria porque le acompañó la cara morena muy sonriente de la azafata y su meloso acento sureño, "un bombón de artesanía andaluza", pensó. Desde luego, no tenía aspecto de vasca ni de cántabra si nos atenemos a los estereotipos regionales.
Recapituló: "José Luis abandona el bar Praia de Antón Martín, calle de Atocha, porque le han ofrecido un trabajo mejor pagado, extremo este que pone en duda el dueño del Praia. En los días siguientes se le ve mucho por la calle; osea, no está trabajando, pues debería encontrarse lejos de allí, en la Plaza de Castilla. También se sabe que durante un tiempo frecuenta a un individuo marginal, Bibiano, al que le cuenta que le han hecho una oferta para un trabajo en televisión, así, sin más. Se le ve bien vestido. Trabaja sólo una semana como "gancho" en un programa de cámara oculta de la productora Fantastic Media: "Tepillaó pringao!" Tres semanas en el Bar Praia y una semana en la tele. Qué hizo el resto del tiempo?... Ahí está la clave de su asesinato. Veremos que me dicen Anselmo Cerrajero y Charito Coscojuela"
El viento ya se había calmado cuando el avión sobrevolaba Somosierra iniciando el descenso a la megaurbe contaminada que otrora fue Magerit y mucho antes un denso bosque en donde predominaban los madroños y vivían los osos a sus anchas.
En ese momento, tres subinspectores iniciaban su recorrido por los bares de ambiente de Lobodoiro y varias localidades próximas. Lo principal era enterarse de quién o quienes habían tenido relaciones con el remero y a partir de ahí seleccionar a los posibles sospechosos.
( Continuará )

2 comentarios:

  1. Igual, igual anda un obispo rondando donde Joselín... A usted le encanta meterlos en estos asuntos, je je je...

    Creo que Charito Coscojuela será más útil que Anselmo Cerrajero. Me da que es de estas personas a las que no se les escapa un detalle ;D

    He estado por abajo, desde el 34.

    ¡Feliz semana!

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  2. Feliz semana tenga usted!
    Charito Coscojuela tiene algo que ver en la trama, misterio, misterio... je, je!
    Voy para abajo!

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