miércoles, 2 de julio de 2014

Tres casos del inspector Madero ( 21 )








Buscando setas.


El comandante Uribezubia, tras interesarse por algún possible avance en el caso de José Luis, le dio ánimos a Madero. Sobre el otro caso no le preguntó nada porque imaginó que no les había dado tiempo de arrancar.
- Sé que es mucha presión para ustedes, Madero, pero confío en su trabajo. Con el refuerzo de Garcia y Estébanez lo pueden llevar un poco mejor. Los demás estamos tan atosigados como ustedes y jugándonos el tipo. Ya se habrán enterado del cruce de disparos que mantuvimos ayer con los atracadores de la sucursal de Caja Cantabria.
- Sí, mi comandante.
- Gracias a Dios estamos todos vivos, menos dos de los atracadores. Madero, manténgame informado en todo momento, y mire con lupa eso de la aparición de la victima en un programa de television.
- Por supuesto, mi comandante.

Estébanez seguía entregado a su trabajo, silencioso y muy laborioso, por no decir fastidioso. Tras hacerse con una lista de agencias de actores, modelos y figurantes de Madrid, gracias al libro Cine Guía, se dedicaba a telefonear una a una preguntando si tenían registrado a un tal José Luis Campillo Arenales.
Madero envió a Garcia y Jiménez al "Pozillo de los Frailucos" para que examinasen palmo a palmo el terreno en donde había tenido lugar el asesinato de Joselín. Le interesaba saber por cual de los diferentes senderos que descendían a la cala se habían movido el asesino y su victima, en dónde habían aparcado en el caso de llegar allí en vehículo, etc. ( En google encontró fotos y descripciones del lugar ) Después interrogarían a los remeros de la trainera. El se había reservado una visita a la familia, pero primero queria hablar hablar con Valero Zamalloa, el hombre que había visto en la tele a "alguien que se parecía a José Luis Campillo"
Era la hora del vermut y el Bar La Montañuca estaba lleno de bebedores de vino y devoradores de pinchos. No tardó en descubrir al carismático Valero. Le habían dicho que era un tipo un tanto singular, dotado de un talento especial para contar los chistes. Un corro de unas diez personas estaban pendientes de él.
- Dos vascos que están buscando setas en el monte con sus cestitas y tal, y con las txapelas bien puestas. Y va uno de ellos y grita: "Oye, Patxi, mira, mira!... mira lo que me he encontrado!... un rolex de oro!... un rolex de oro!" Y el Patxi que le mira muy serio... y va y le suelta: "Cagüen la hostia, Josetxu, pero estamos a setas o estamos a rolex, coño!... céntrate!"
Carcajada general del público incondicional de Valero.
El inspector tuvo que esperar tres chistes más hasta que el grupito se disolvió y pudo abordar al showman. Valero Zamalloa era un individuo muy divertido que gozaba del aprecio de sus paisanos, sobre todo de los jóvenes.
- La verdad es que, después de lo de José Luis y Joselín, no me apetece mucho contar chistes, pero me han animado diciéndome que los muertos preferirían que no estuviésemos tristes. Surrealismo puro. Qué le parece? Yo, como no creo en nada...

( Continuará )

2 comentarios:

  1. La aburrida y fastidiosa tarea de Estébanez suele ser la mía, je je je...
    Este Valero me suena de algo... ;D

    Abajo le he comentado, señor contramaestre.

    ¡Hasta dentro de unas horas! (O no, vaya usted a saber...) En todo caso, ya sabe: ¡feliz todo!

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    1. Ayer no me hizo muy feliz el señor urólogo, esta vez me "penetró" por el agujerito del pene. Lo he traducido en una nota cachonda que acabo de poner en Facebook para que se descojone todo el mundo. Menos mal que ya en tres o cuatro meses no le vuelvo a ver. Ahora mi pesadilla es la oficina del paro.

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