miércoles, 26 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 55 )






La aparición repentina de una mujer interponiéndose entre el coche y la carretera, obligó al inspector Madero a frenar bruscamente.
- Me cago en su puta madre!
- Qué pasa, inspector?! - gritó asustado el sargento Jiménez.
- Luego le llamo, Jiménez. Una loca que se ha querido suicidar tirándose a mi coche.
Salió del vehículo y descubrió que era una borracha, aunque lo más possible es que fuese una loca borracha. Las luces del coche le mostraban a una mujer ya mayorcita, despeinada, totalmente desaseada y con una botella de ginwebra en la mano.
- Cagüen la puta, tiene que ser precisamente mi coche el que elija para suicidarse?!
- Yo no quería suicidarme. Pensé que me daba tiempo a cruzar.
- Oiga, yo a usted la conozco.
- Yo a usted también.
- Usted es la...
- Sí, dígalo, la querida, la amante!... No puedo ser la viuda porque Rogelio no quiso nunca casarse. Hip!... En este maldito pueblo en el que todavía se guardan las apariencias, eso fue un error muy grande. Yo se lo dije a Rogelio muchas veces, pero nunca quiso hacerme caso. Hip!Lo único que he ganado es que no me hablen todas esas malas pécoras de misa diaria. Hip!...
- Emborrachandose no va a conseguir que mejore su situacion.
- Me emborracho porque me da la gana. Hip!...
- Vale, muy buena respuesta. Y ahora haga el favor de apartarse de mi coche si no quiere pasar esta noche en el calabozo.
El inspector volvió a sentarse al volante, pero cuando iba a girar la llavecilla del contacto, Fernanda le hizo una señal para que se detuviese. Bajó la ventanilla.
- Qué pasa ahora?
- Valdurriales está condenado, señor guardia. Esos hombres hicieron algo malo y ahora alguien los mata para vengarse.
- En qué se apoya usted para ser tan rotunda?... Rogelio le dijo algo?
- No, Rogelio tenía miedo, mucho miedo, como Sebastian. Hip!... Rogelio dormía muy mal por las noches, decía en sueños: "Sois muy malos, lo pagareis" Yo le despertaba cada vez que tenía una pesadilla, pero a la siguiente noche volvía a tener la pesadilla y lo repetía: "Sois muy malos, lo pagareis" Hip!...
En ese momento pego un grito desgarrador, lanzo la botella de ginebra todo lo lejos que le permitian sus fuerzas y rompió a llorar amargamente. El inspector pidio una patrulla para que la llevasen a su casa.


( Continuará )


( La frase "sois muy malos, lo pagareis" aparece en el episodio VII )

3 comentarios:

  1. ¡Qué panorama!
    En los pueblos todavía es así, el rencor se arrastra durante generaciones. Tengo anécdotas pero hoy no me apetece contarlas. Estoy algo mejor pero tampoco mucho.

    ¡Hasta mañana!

    (He comentado abajo. Y recibido su correo -pero no respondido-)

    ResponderEliminar
  2. Vengo de abajo. Ya estuve en el correo. Usted recupérese, que eso es lo importante. A ver si la fiebre baja y la sonrisa vuelve a su rostro.
    Que tenga un día estupendísimo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias!
      Ya hemos charlado esta tarde a más y mejor. Ahora voy para arriba, a leer lo último :)

      Eliminar