sábado, 22 de febrero de 2014

Uno a uno y sin prisas ( XXXIV )

                                       




Mientras tragaba kilómetros por la autopista, Paz se hizo una pregunta lógica: "Cómo es que se les ha ocurrido promocionarse sin avisar a la prensa?" Pensaba en voz alta, tal era su costumbre cuando viajaba solo. "Porque no creo que lo hagan para expresar sus condolencias a los deudos del difunto, por solidaridad cristiana o chorradas de ese tipo, que esas pájaras se mean en todo lo que suene a iglesia, y por muchas películas que hagan de muertos vivientes son unas supersticiosas y unas miedicas" Era el pensamiento de un hombre negativo, destructivo y autodestructivo a más no poder, un mal bicho que despreciaba al resto de los bichos de la fauna planetaria, especialmente a aquellos y aquellas que brillaban con luz propia.

El mismo aviso recibió el inspector Madero. Esta vez el comunicante fue el cabo Modesto.
- Como lo oye, inspector!
- Y quienes son ellas concretamente?
- Karla Montellano y Soraya Montiel, y las acompaña otra que no es famosa pero es un bellezón. Las tres visten de riguroso luto; eso sí, con el luto bien ceñido a sus curvas.
- Joder, no se les habrá ocurrido hacerse publicidad a costa de la desgracia ajena. Sería para matarlas!

( Continuará )                                 

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