jueves, 9 de enero de 2014

Uno a uno y sin prisas ( I )

Aquí empieza y aquí empiezo un nuevo culebrón, esta vez en mini-episodios por las dificultades técnicas que sufro. Lo mismo que cualquier otra cosa de las que escribo, es para que se lo pierda todo el mundo menos mis lectores incondicionales, que son también amigos. Llevo en mis venas el veneno de la escritura y desde hace tiempo ardo en deseos de hacer algo policiaco.
Veremos como fluye la cosa, pues fiel a mi espíritu anarco-literario, no he preparado nada y no pienso pensar cada día en lo que voy a escribir ese día.



La muerte de alguien es un acontecimiento especial en un pueblo pequeñito, uno de esos pueblos que no pasan del centenar de habitantes, tal es el caso de Valdurriales de las Monjas. Si se trata de un asesinato el acontecimiento adquiere un caráter especialísimo, ya que nadie se imagina que alguien puede matar a alguien ( no siendo a un cerdo, conejo, gallina, etc. ) en donde sólo se respira paz y boñigos de vaca.
Pero... y si el asesinato se anuncia?... Y si alguien corre la voz de que va a haber un asesinato?

2 comentarios:

  1. Como lectora incondicional suya, me halaga que escriba pensando en mí ;D

    Coño, un asesinato anunciado. Bueno, no será la primera vez, no.

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  2. Aquí se va a encontrar usted con una narrativa de estrategia distinta a la de "Un asesino como los demás", no vamos a conocer al asesino hasta el final, el protagonismo va a recaer en los que le buscan, y no puedo decir más porque no sé más, sólo sé por donde voy a llevar el argumento, en donde quiero desembocar, pero el "relleno" es cosa del día a día, o de la semana a semana, pues me gusta redactar cuatro o cinco seguidos y dejarles reposar para ir mejorándolos con algunos retoques antes de ser publicados, es lo que hice en el anterior culebrón.
    Naturalmente que pienso en usted y en don Jesús, no conozco al resto de los lectores, je, je!, bueno, sí, a algunos que me leen desde Facebook.

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