martes, 14 de febrero de 2017

(74) El caso de la domadora asesinada.



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Resumen de lo publicado en los episodios recientes.


La inspectora Jiménez Herrera se entera de que ha aparecido el cadáver de un hombre magrebí en una escombrera de Alcantarilla, localidad muy próxima a Murcia capital. Se desplaza rápidamente a Murcia y comprueba que es el cadáver de Abdel Alim, el empleado circense desaparecido, lo que ella se temía. En la morgue tiene la oportunidad de comprobar que ha sido acuchillado, lo mismo que hicieron con la domadora Karla Ambrossini. Pero hay algo muy raro: el cadáver estaba semi oculto bajo los cascotes de unas casas recientemente derribadas. Unos gitanillos los encontraron (Jacinta, Paco y Rafael) Los de la científica descubren rápidamente muchas huellas de una sola persona. No tardan en saber que las huellas corresponden a una sola persona, un delincuente deficiente mental llamado Gerardo Urdielles y con el alias de "Gerardín" El tal Gerardín mató a su abuela materna hacía varios años y es raro que pase el tiempo sin que se vea metido en alguna trifulca, pero él no es el asesino de Abdel Alim, simplemente se limitó a cubrirle con los cascotes porque pensó que así le daba cristiana sepultura. Gerardín ha sido detenido por un desorden público con los agravantes de acoso sexual a una artista callejera y agresión a una agente de la policía local. La inspectora Jiménez Herrera, encargada del caso de la domadora asesinada, cree que hay una conexión entre ambos asesinatos. El inspector Damián Galdames, de la sección de homicidios de Murcia, y la inspectora Jiménez Herrera, aúnan esfuerzos para encontrar un hilo conductor que les lleve hasta el asesino o asesinos de Benita Talledo ("Karla Ambrossini") y Abdel Alim Saadi.




Los gatos


— Sigo pensando que se trata de un solo asesino — le comentó la inspectora a su colega murciano, mientras daban cuenta de un suculento desayuno en la cafetería "Malecón de Murcia", próxima al viejo mercado de Las Verónicas y al susodicho Malecón. Ambos tomaron café nada más levantarse, pero el desayuno de media mañana es el más satisfactorio, generalmente porque se toma en compañía y porque en los bares hay más dulces para mojar que en tu propia casa, aunque no se esté de buen humor por no haber sacado nada en limpio en un interrogatorio, en este caso en el interrogatorio de "Gerardín"
— Sí, puede que sea eso, aunque no tenemos otra base en la que apoyarnos que tu corazonada.
— Algo me dice que lo de los "gatos" puede ser importante.


(Continuará)

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