sábado, 10 de octubre de 2015

( VI ) Un asesino más listo que el hambre.



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Resumen de lo publicado

Mauricio Carrascales, indigente de 64 años, entra en el Cementerio Municipal de La Cañada, barrio madrileño, a pasar la noche. Trepa por la parte más baja del muro y se dirige a un panteón cuya puerta está inexplicablemente abierta. ¿Tiene la explicación Mauricio?
Coloca en el suelo del panteón la colchoneta y el edredón que trae consigo y se acuesta. Bebe un traguito de la petaca de coñac, se fuma una colilla de las que recoge en la calle y se masturba pensando en la pajillera Rosa Mari, la cual le ha pajeado en un par de ocasiones. Se duerme antes de consumar el acto onanista. Alguien ha entrado tras él y sigue sus pasos hasta el panteón, pero aguarda cautamente a que se duerma. 
A la mañana siguiente, el conserje del cementerio, Nicolás Fuentes, descubre un cuerpo humano acuchillado en el panteón de la familia Galíndez de Osuna y Girón. Alguien ha roto la cerradura de la puerta del panteón y alguien se ha cargado a alguien.
Pasado un tiempo de este trágico suceso, el detective Fulgencio Hermoso Gallardo recibe una llamada telefónica de una tal Doña Carlota Echegaray Aguirrezabaleta, viuda de Don Maximino Carrero Negro, Conde de Badajoz. Doña Carlota quiere contratar los servicios del detective para que resuelva un asesinato. Este, que es un hombre de aspecto horroroso, se presenta al día siguiente en la dirección que le ha dado la noble dama: Calle Zurbano 232.
"¡Jo, que pedazo de casa!", exclama interiormente el detective.
Es un palacete de estilo colonial rodeado de palmeras y hierbajos. En él vive sola Doña Carlota, sola pero rodeada de una reducida servidumbre, pues no están los tiempos para presumir de dinero. Incluso el palacete da la sensación de pobreza, el jardín está descuidado y se ven persianas y cañerías rotas. Pero, por si las dípteras, hay cámaras de vigilancia y un cartelito avisando de que "ESTE PALACETE ESTÁ CONECTADO CON LA POLICÍA"
La reducida servidumbre se reduce a una mujer que lava, plancha, limpia el polvo y pasa la aspiradora, y a un hombre maduro que ejerce de chofer, jardinero, portero y chapucillas doméstico, sin excesiva dedicación en cada uno de estos cometidos, ni ella ni él, y eso salta a la vista con solo pasar la vista por el jardín.
El detective Fulgencio pulsa el timbre de la puerta de hierro de "Villa Carlota"

( Continuará )

3 comentarios:

  1. Ya veo, una "Escarlata O'Hara" en sus tiempos de hacerse un vestido con las cortinas del salón...

    Estoy pensando en hacerme algo con las cortinas de terciopelo de antes de hacer obras en casa y haber cambiado totalmente la decoración. Un par de verde musgo y otro marrón oscuro. Lástima, no tengo máquina de coser, tuve que tirarla.
    Le birlaré a mi hija la suya portátil. No vale gran cosa, comparada con la mía es un juguete. Y además, ella no sabe usarla, hace años que estoy esperando que tenga tiempo para que le enseñe. ¡Joía!

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  2. ¡Oh, hacerse un vestido con las cortinas!, como en "Sonrisas y Lágrimas", ¿se acuerda?

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    1. ¡Anda! Pues no. Hace muchos años que la vi, y sin subtitular.
      Recuerdo a Escarlata O'Hara en la miseria, al capitán Butler en la cárcel y ella, pretendiendo sacarle pasta, por lo que obligó a Mammi a hacerle un vestido con las cortinas y a la pobre negra casi le da un soponcio, je je je...

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