jueves, 30 de abril de 2015

El tránsito









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Soñó que era el día más hermoso de su vida, un día de sol radiante en el que los trinos de los pájaros se mezclaban con las sonrisas y risas de los niños, el murmullo de una fuente cantarina y la música dulce de violin que llegaba de la calle.
Vio junto a ella a sus hijos y nietos que la observaban en silencio, los vio con su mente, que no con sus ojos, pues estos permanecían cerrados. Sintió la mano de su hija Andrea enlazada a la suya.
Y de pronto se vio avanzando hacia una luz resplandeciente, ocurrió en el mismo instante en que se cortó su respiración.
- Mamá nos acaba de dejar. - les dijo su hija Andrea al resto de familiares. Justo entonces dejó de sonar el violin de la calle. Era el violin del ciego al que Doña Agustina le daba un euro todos los días. El músico pobre presintió que su anciana benefactora acababa de abandonarle.
Agustinita, su nieta más pequeña, le dijo a su mamá:
- La abuelita me está hablando desde el Cielo, dice que no lloremos, que está bien.
Agustinita era una niña muy imaginativa, pero quién sabe de dónde vienen las imaginaciones de los niños?
Volvió a sonar el violin porque la vida continuaba para los demás y porque el pobre ciego aún no tenía una moneda en su sombrero.

4 comentarios:

  1. Mu bonica, como casi todas, bezico¡¡¡

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  2. Gracias un millón, tolón, tolón, tolón!

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  3. Muy real para mí, mucho. Y usted sabe el motivo.
    No es que Agustinita tenga mucha imaginación, que sí, es un requisito indispensable para sentir lo que las personas escépticas no captan porque carecen de la sensibilidad necesaria para ello. La imaginación sin sensibilidad no llega muy lejos.

    Me ha gustado mucho.

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  4. Yo soy escéptico y quiza por eso tengo sensibilidad suficiente para imaginar historias, o a lo mejor por mi "imaginacion desbordante" he llegado al escepticismo, porque los que le damos mucho al coco también pensamos o imaginamos que puede "no haber nada" después de esta vida. De cualquier forma, nunca seria ateo ni creyente a ciegas. No sé si me explico o me enrollo como las personas. Para tratar de estos temas carezco del suficiente talento. Feliz din de semana!

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