sábado, 18 de abril de 2015

Tierra sagrada











Image result for cómicos de la leguaImage result for Pasión y muerte de Jesús






La noche estaba fría y la Luna se dejaba ver a ratos, según la conformidad de unas pequeñas nubes que pasaban ligeras bajo ella.
Dos hombres, uno de cuarenta años y otro de veintitres, surgieron del bosque y aproximaron sus pasos hasta la tapia de un cementerio. El mayor cargaba un saco con algo dentro y el joven una pala y una azada.
Primero trepó el mayor, lo hizo por donde la tapia era más baja; el joven le pasó el saco con mucho cuidado, como si temiesen que se rompiese el contenido. Después arrojó por encima de la tapia la azada y la pala.
En las horas siguientes se afanaron en cavar una fosa profunda en una zona del cementerio en donde aún no se hacían enterramientos. De vez en cuando se detenían a escuchar y de paso descansaban un poco. Lo que más les preocupaba es que el viento pudiese delatar su presencia en el cercano pueblo.
Cuando consideraron que la fosa era lo suficientemente profunda, sacaron del saco el pequeño cadaver de una mujer anciana. Era Dorotea Hinojosa y ellos sus hijos Anselmo y Veremundo. Rezaron una oración por el alma de la que había sido una de las más grandes cómicas y una madre que les quiso muchísimo. Así, con nocturnidad y sin cura. No hacía falta un cuervo ensotanado. Su madre fue creyente pero no creía en aquella iglesia romana de falsarios y corruptos. Pero sí fue su voluntad que la enterrasen en sagrado, aunque sin crucifijo, para que no la descubriesen, y la única forma de hacerlo era amparándose en las sombras de la noche. Todo ello porque la iglesia corrupta les negaba la tierra sagrada a los cómicos.
Echaron tierra sobre el cuerpo de su madre y cubrieron el suelo de hierbajos y piedrecillas, a fin de que nadie sospechase de que allí se había excavado.
Dorotea Hinojosa, la cómica de la legua que con más sentimiento había interpretado a la Virgen María en "La Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo" acababa de ser enterrada a espaldas de la Iglesia, pero ante los ojos de Dios que lo ve todo.
Los comediantes habían decidido que sólo estuviesen en la despedida sus dos hijos, por si les sorprendían los villanos y se veían obligados a huír. Siendo tantos era posible que atrapasen a alguno, más facilmente a alguna de las cómicas embarazadas o a algún cómico viejo.
Descansen en paz todos los cómicos y cómicas muertos y que continue el espectáculo!

2 comentarios:

  1. Es posible, pues la Iglesia prohibía los enterramientos de cómicos en los cementerios, ya que según ellos estaban poseídos por los demonios porque tenían muchas almas. ( La facultad de fingir muchos personajes ) No sería de extrañar que se hubiese dado un caso como el que he relatado o quizá parecido.

    ResponderEliminar