sábado, 3 de mayo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( 81 )












Hablaron sobre el fulgurante ascenso del Atlético de Madrid, sobre Mourinho y el Chelsea y sobre "La Roja" de Del Bosque. MacAllister, Morris y Madero eran tres apasionados del "deporte rey" A Jiménez sólo le atraía un poquito.
Llegado el momento de los postres y los cafés, hablaron de trabajo.
- Dime, Morris,  - preguntó Madero - por qué se ha aplazado un día la detención y a cuenta de qué han decidido que lo hagamos de esa forma tan rocambolesca?
- Que te responda MacAllister,  a fin de cuentas ha sido él el "ideólogo"
MacAllister también hablaba un español fluído, al igual que Morris, no en vano sus superiores habían decidido que la colaboración fuese "monolingüe" para facilitar el trabajo, pues estaban advertidos de que los polis españoles no hablaban ni una palabra de inglés. Habló MacAllister:
- Aún así, siendo rocambolesca, nos va a resultar mucho más fácil que ir a buscarla a su hotel o prenderla en medio de la calle, pues esta mujer siempre está rodeada de admiradores y flanqueada por su séquito.
- Y al día siguiente ya se complicarían mucho las cosas - terció Morris - Nada más concluir la gala tiene pensado salir pitando hacia el aeropuerto para embarcarse rumbo a su país.
- Y si consigue llegar a Venezuela se nos pone las cosas muy crudas - continuó MacAllister - La gente de Maduro no estará por la labor de colaborar con nostros. Para ellos está mujer es un "ídolo nacional" Se lo tomarían como un "ataque imperialista" contra Venezuela. exigirían juzgarla allí y terminarían absolviéndola. No olvidemos que la Judicatura venezolana es la más corrupta del mundo, les lamen el culo a los bolivarianos.
- Con todos los asesinatos que se cometen allí a diario... - intervino finalmente Madero - a ellos se la traería floja que su "ídolo nacional" hubiese saldado una vieja cuenta en España. Teneis razón, colegas.
Morris sonrió con un cierto descaro antes de hablar:
- "Os lo hemos puesto a huevo" como decís en España. Sólo teneis que llevárosla, je, je!... Tanto el personal del Salford Cinema como los chóferes de la limusina son policías nuestros. Va a ser un secuestro en toda regla, ja, ja, ja!
Madero se quedó helado al ver a la persona que acababa de entrar en el restaurante. "Ella!"

( Continuará )

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La Zurbahistorieta del Sábado


"El Coscorrón"

Felisa era una buena mujer, una buena esposa, una buena madre, una buena vecina... No le faltaba nada de lo bueno. Bueno, sólo el dinero, ejem, ejem!, contando que el dinero sea algo bueno, y aquí nos meteriamos en el farragoso debate de siempre, el del dinero y la felicidad.
Pues Felisa no tenía dinero pero era feliz a su modo, como tantísima gente increiblemente feliz. Felisa asumía estóicamente su condición de "moderadamente pobre", como usted y como yo, amigo lector, porque no creo que yo tenga lectores adinerados.
Felisa sólo tenía un defectillo, o un defecto, o un gran defecto: era cabezona contra la cosa esa del casco para andar en bici. No, no quiero decir que su perímetro craneal fuese excesivo. Felisa era aficionada a la bicicleta y formaba parte de ese colectivo de los "anticasco en la ciudad" Era de la idea de que el uso del casco en la ciudad sólo era una tomadura de pelo del ayuntamiento, y se manifestaba con sus afines a la menor ocasión. "Bueno, pues si me pego un coscorrón es mi problema, coño!", argumentaba Felisa, contando que esto fuese un argumento, pues a lo mejor sólo era una cabezonería.
Y cierta tarde abrileña soleada, yendo Felisa en su bici por el preceptivo carril idem, un camión hizo una maniobra extraña e invadió el susodicho ramal. Felisa se asustó, perdió el control de la bici y se pegó un coscorrón de aúpa contra el lateral izquierdo del pesado vehículo. Un coscorrón mortal, maldita la mala folla!.
El médico del SAMUR que certificó su muerte, dijo que, en el caso de haber llevado casco, posiblemente se hubiese salvado.
Esto tiene moraleja o no?...  Usted cómo lo ve, Doña Leona, porque los demás lectores nunca dicen nada, aunque estén ahí en las estadísticas.

3 comentarios:

  1. Le he comentado ahi abajo hasta donde he podido llegar. Sigo comentando el martes. Feliz fin de semana!

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  2. Le voy a decir cómo lo veo yo, Iñaki. Y muy francamente.
    Cuando yo conducía mi flamante Vespino GL nuevecita -y con el preceptivo carnet-, no era obligatorio el uso de casco. De hecho, el casco me hubiera causado gran impedimento, ya que al carecer de audición, todo lo basaba en la vista. Conducía mirando constantemente por encima del hombro izquierdo para ver a quien llevaba detrás y apartarme si era necesariio, en caso de ser un vehículo más rápido que exigiese paso. El casco me hubiera impedido esa visibilidad normal
    Sólo me pegué un hostiazo una vez, y fue más o menos como en su relato, aunque distinto: otro motorista me cerró el paso en una curva muy cerrada, queriendo adelantarme con su Enduro, chulo él... Perdí el control, la máquina salió volando al aire y aterrizó sobre mí. Sobre mi rodilla derecha, ya que no solté la moto y volamos juntas. Además de no soltarla, mantuve la cabeza baja y en sentido contrario al "vuelo". Esto impidió que mi testa se golpeara contra el asfalto. El menisco ha hacer puñetas, eso sí, lo llevo arrastrando años y años.
    Un agujero en el asfalto que el ayuntamiento tuvo que arreglar según comprobé luego. Pero nadie, aparte de mis amigos motoristas, supo nada porque mi máquina era tan dura como yo y sólo se había torcido el pedal, el que había agujereado el asfalto. Y yo, pues al ver que mi cacharro estaba bien, volví a montar y seguir a la pandilla. Casi que me la podía haber pegado otra vez, oiga, porque las lágrimas de dolor me cegaban, pero conocía el camino. Por la noche estaba hecha cisco y al día siguiente ni le cuento, derechita al hospital y pierna enyesada.

    ¿Mi moraleja? Esta: no conduzcas ni un patinete si no eres capaz de conducir.
    A mí me salvó el hecho de aferrarme a la moto y esconder la cabeza. Es pura lógica, no el, ante un susto o golpetazo, dejarte ir cual doncella medieval.

    Como he dicho, el uso obligatorio del casco es reciente y antes no había más muertes por ello. Es más, un familiar murió en un accidente con el casco puesto, con lo que no tiene mucho que ver su uso, excepto para idiotas que no saben ir con dos ruedas y más les valdría dar vueltas al parque infantil porque meterse en medio del tráfico así, va a ser que no.

    ¡Feliz finde!

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