Lua tenía siete años y soñaba con correr y jugar rodeada de muchas amiguitas. También soñaba con leche, fruta y cereales.
Mientras soñaba, los ojos de Lua se fueron cerrando para no volver a abrirse jamás.
Cuando Lua dejó de respirar, se convirtió en un número más de la escalofriante cifra de niños muertos diariamente por desnutrición.
Sue tenía siete años y sus movimientos eran muy torpes. Le pesaba el cuerpo más que a un anciano. La obesidad se había apoderado de ella. Sue rechazaba la leche, la fruta y los cereales, solo le interesaban las hamburguesas, los pasteles y los refrescos de cola.
Sue viviría algunos años más que Lua, pero su foto jamás aparecería publicada para motivar compasión.
Dos pequeñas historias entre millones de historias. Ahora mismo - exáctamente en este preciso instante, están muriendo niños en todo el mundo, Ya lo sabemos, verdad?
Cuando terminara?? creo que nunca, es una pena.
ResponderEliminarLos intereses de los ricos son muy grandes, necesitan acaparar dinero como sea, aún a costa de un sector enorme de la población mundial.
ResponderEliminarVaya por Dios.
ResponderEliminarTristemente, siempre ha sido así, y no parece que lleve camino de cambiar.
ResponderEliminarCon lo fácil que seria.
ResponderEliminar