sábado, 3 de enero de 2015

Mendigo atípico acojona a caballero rumboso.







Se dirigió a él con una flamante sonrisa, mostrándole un abultado sobre y haciendo señal para que lo cogiese.
- Tome esto, buen hombre, es para usted!
Pero el buen hombre desconfió.
- Qué es?
- Dinero, por supuesto, para que pase una buena noche, una noche feliz!... quizá la noche más feliz de su vida!... y aún le sobrará dinero para otros días porque en este sobre hay 2.000 euros.
- Lo siento, no acepto dinero de desconocidos, he recibido una buena educación.
- Caray, pero no es usted un mendigo?!
La sorpresa del dadivoso caballero fue mayúscula. Era la tarde previa a la Noche Buena y aquel mendigo se negaba a recibir su generosísimo óbolo.
- Soy mendigo pero honrado, hostias!, no soy un corrupto, tengo mi clientela y acepto limosnas dentro de los límites que marcan la moral y la decencia cristianas. Métase su dinero por el culo, facineroso, hijo de puta!... Venga, largo de aquí!, márchese antes de que llame a un guardia!
"Oh, Dios, se trata de un mendigo gilipollas o de un fanático de la honradez?!... Bueno, más bien se tratará de ambas cosas", pensó el hombre generoso, y salió pitando antes de que a aquel extraño bicho humano le diese por agredirle.

8 comentarios:

  1. Honradez, honradez... ¿Ha visto usted el vídeo en cámara oculta de un mendigo al que un periodista de estudios sociales dió 2.000 dólares?
    La cámara le estuvo siguiendo, se metió en una tienda cuyo rótulo luminoso, bien pimpante, anunciaba licores y claaarooo, todos malpensados. Salió al rato, cargado con su enorme bolsa, pero... se dirigió a un parque donde había varios mendigos y fue repartiendo comida entre todos. ¡Toma, sorpresa! Y muy agradable.
    El periodista se acercó de nuevo a él, le señaló la cámara, le explicó el motivo de haberle dado ese dinero, le felicitó con un abrazo y le dió más billetes.

    ¡Buen finde!

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  2. No quiero quitarle la ilusión o la fe en el ser humano, pero en el mundo de la mendicidad como en el de la delincuencia hay de todo, buenas y malas personas.Desconfíe a prori de estos programas de TV, generalmente imaginados con un fin o incluso falseados. En el primer caso quiero decir que ya se sabe
    cual va a ser el resultado, y de unas cuantas grabaciones se elige la que va a ser emitida o las que van a ser emitidas, y en el segundo caso se busca un falso mendigo que suele ser generalmente un actor desconocido. Sigo...

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    1. Parta de la premisa de que en la tele "todo es mentira" y acertará, sin descontar que pueda haber honrosas excepciones, como en todo. Me ofrecieron y rechacé dos trabajos asquerosos: hacerme el hipnotizado para un "hipnotizador estrella" ( Habia que ensayar por la tarde como hacer un perrito ladrando o como uno se aguantaba el pis y una serie de "falsas situaciones de hipnosis" más, ya ve usted que imecilidad ) y otro que era pasar por miembro de un matrimonio para uno de los programas de "Su media naranja" Nos ofrecieron esta basura a una compañera que yo conocía, Rosa Mari Durán, y a mi. Ambos nos negamos en cuanto nos hicieron tan "fantástica" oferta laboral. Sigo...

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    2. Hace poco en un programa de estos, que vi reproducido en Facebook, mostraban como a un mendigo que se ponía enfermo en la calle ( en este caso no se ocultaba al espectador que era un actor ) no le hacia caso nadie. Ese era el "efecto buscado" que no se le hacía caso. Osea, los casos en los que alguien intentó a ayudar al hombre quedaron descartados. Recuerdo que hice eso mismo para Tele Madrid hace muchos años, lo hice como mendigo y como "persona normal" y en ambos casos se acercó la gente a ayudarme. Todo mentira la tele, Doña Leona, abusan de la buena fe de los espectadores. Feliz domingo!

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    3. Es cierto. Recuerdo al "mendigo" enfermo y es imposible que nadie se hubiera acercado a él. Ocultaron a los que lo hicieron y esto es una burda manipulación.

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    4. Así es, la tele es una gran industria de entretenimiento, y en multiples ocasiones el fin justifica los medios. Siempre he dicho que el cine es una maravillosa máquina de mentiras y la tele una chapucera máquina de lo mismo.

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  3. Creo que las personas,nos vamos dando cuenta de las mentiras televisivas, y de los programas basura.

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  4. El cine y la tele son instrumentos para la mentira, la diferencia es que en el cine las mentiras son maravillosas y en la tele chapuceras.

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