viernes, 6 de diciembre de 2013

Noche de ratoncitos con final feliz



Se durmió como un bendito porque todos los niños se duermen como unos benditos, eso dicen. Pero tuvo una pesadilla muy extraña  Claro que, todas las pesadillas son extrañas, incluídas las extrañas pesadillas infantiles. El Ratoncito Pérez se daba besitos con Minnie Mouse, muchos besitos. Y entonces apareció Mickey Mouse y se enfadó un montonazo. El Ratoncito Pérez echó  a correr y Mickey corrió detrás de él. Y a Minnie Mouse le dio por reírse. Qué tonta! Y entonces aparecieron los ratoncitos Pixie y Dixie y también se mondaron de risa. Y entre todos hicieron un corro y empezaron a girar y a brincar porque aquello era el corro de las patatas.
"Al corro de las patatas... comeremos ensalada... naranjitas y limones... lo que comen los señores... alupé, alupé, sentadito me quedé!"
Y la pesadilla se convirtió en un sueño dulce y muy animado en el que aparecían más y más ratoncitos y se engrandecía el diámetro del corro de las patatas.
Y el niño se despertó. "Jo, qué chulis los ratoncitos!" Y miró debajo de la almohada para ver si estaba su sorpresilla esperándole. "Oh, sí, aquí está!" Allí estaba, en el mismo lugar en donde había dejado el dientecito. Era un sobrecito, lo abrió y... "Yupi, un billete de cinco euros!, podré comprar la piruleta de fresa, una bolsa gigante de palomitas de maiz y las chocolatinas con cromos de las Aventuras de la Capitana Indestructible, pero..." - una gran duda le asaltó de pronto - quién de todos los ratoncitos sera el que me ha traído los cinco euros?" Una duda realmente angustiosa, porque también los niños pequeños tienen dudas angustiosas. Pero la angustia duró muy poquito, enseguida encontró el camino correcto para despejar la duda: "Se lo preguntaré a mamá porque mi mamá lo sabe todo, todo, todo, todo!"

2 comentarios:

  1. ¡Qué bien, hay cromos con las aventuras de la Capitana Indestructible! ¿O era Inoxidable? Je je je...

    ¡Ay!, la de malabarismos que tuve que hacer cuando a mis hijos se les caía un diente por la noche... No quería dejar dinero porque a ellos se les iluminaba la carita viendo el obsequio y un billete no les decía nada. Les dejaba una notita muy pintada y con dibujitos, explícando que el ratoncito llevaba un gripazo de aúpa y volvería la noche siguiente. Nunca hubo desilusión.

    ¿Sabe que con el primer diente de mi niña mandé hacer una sortija de oro? Al fin y al cabo es marfil ;D

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  2. Excelente idea la de la sortija!... Qué tiempos aquellos, cuando el atoncito Pérez ilusionaba más a los niños que toda la juguetería electrónica junta!
    Pues ya lo ve, la he "inmortalizado" en los chocolates como a los futbolistas, je, je!... Yo coleccionaba los cromos de futbolistas que venían el los Chocolates Zahor.
    Que pase una felicísima noche!
    Hasta enseguidita!

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