martes, 21 de mayo de 2013

Días felices de sonrisas felices



Llevo desde el sábado viendo sonreír a la gente en los periódicos. Qué feliz me haría ver a mis semejantes tan dichosos si fuesen otros labios los portadores de esas sonrisas!
Veo sonreír al etarra Valentín Lasarte mientras empuja ufano el cochecito de su bebé y le acompaña su rolliza esposa. Los tres están llenos de vida, rebosantes de felicidad. Lasarte mató a siete personas, siete seres vivos que ahora están llenos de muerte.



  

Veo sonreír a la Infanta Cristina, una mujer que siempre sonríe ante los periodistas, con o sin gafas de sol. La suya es una sonrisa clónica, sujeta a sus labios, pegada con pegamento Imedio, una sonrisa de careta, como la de Francisco Camps.
Y el Rey también sonríe porque se encuentra sano y lleva varios días sin romperse nada, y además se ha desprendido del yate por "austeridad" ( eufemismo de "por lavado de imagen" ) Cuesta 20.000 eurillos llenar el depósito del barquito. Y yo me pregunto: Esos 20.000 eurillos se van a emplear en medicinas para los pobres o van a engrosar también el capital de la secta de la brujería católica?





Otro amigo de los brujos fanáticos que también sonríe mucho es el ministro Wert. Ha quemado en la hoguera "Educación para la ciudadanía" y ahora impone a los niños los ritos de la secta. La sonrisa de Wert tiene algo de reptilesca, como la de aquel personaje de Vázquez Figueroa, "La Iguana" ( Un buen libro, Doña Leona ) y muy parecida a la que muestran dos ratas uniformadas en una foto para el triste recuerdo: Jorge Videla y Augusto Pinochet.
Por cierto, el papa Francisco I, que también sonríe un montón, lo tiene muy jodido si pretende que todos estos hijos de puta de misa diaria se comporten como cristianos de verdad; aunque yo, sinceramente, ya no sé que coño es el cristianismo ni quién fue la puta que parió el invento.
Sin embargo, Gallardón, que también es de la secta, cada vez sonríe menos. Hay dos individuos que ultimamente apenas sonríen: Gallardón y el Príncipe Felipe. Aparecen con caras de amargados en todas las fotos. Debe ser que follan poquísimo, osea: menos que yo. Bueno, pues que tomen ejemplo de Don Francisco I, que no folla pero sonríe un montón.
Y al que se le ha borrado la sonrisa definitivamente es a Mourinho, si es que sonrió alguna vez.



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