martes, 29 de octubre de 2013

La gran diva.




- Todos los hombres sois iguales, Paco. En cuanto veis a una fresca de esas, se os van los ojos detrás de ella.
- Mira, mujer...
- Que no me interrumpas, caray!, estoy hablando yo y me vas a escuchar. Acaso te piensas que no me he fijado en las miraditas que la echabas y en lo tierno que te ponías?... Se te caía la baba, Paco, se te caía la baba!
- Es que...
- Que no me interrumpas, diantre!... Mira, primera y última vez que ese putón visita España. No quiero volver a ver a Eva Perón ni en pintura. Antes prefiero que invites a la Pasionaria, entendido?
- Sí, Carmen, sí.

( Inspirado en varios parlamentos del libro "Los años del miedo" de Juan Eslava Galán, entre ellos este pie de foto: "Evita en un gesto característico que concita el entusiasmo de las masas. Doña Carmen, a su lado, tuerce el gesto e intenta disimular su fastidio y la humillación que le produce servir de telonera a la diva argentina" )









8 comentarios:

  1. ¡Juas juas! Entre Evita y la Pasionaria había todo un mundo. Difuntas años ha ambas, la primera le ganó por goleada a la "collares". Ahora Evita tiene a una momia rellena de botox que intenta seguir sus pasos pero no lo consigue por más que se esfuerza. En cuanto a Doña Carmen, sólo se la recuerda por sus collares de perlas, jamás por sus actos.

    Por ahí abajo me he puesto al día, amigo mío. Que usted lo pase bien.

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  2. Hello, benvingut! ( se escribe así? ) Oh, sí, perdone que la contradiga, pero sí se recuerda a a "la Señora" por sus actos de hiena voraz, terminó convirtiéndose en el terror de los joyeros y anticuarios de media España porque se llevaba el género por el morro sin pagar, hasta el punto de que muchos de ellos cerraban sus establecimientos con cualquier disculpa en cuanto se anunciaba una visita del generalísimo y la generalísima a su ciudad. Y hubo uno que cometió la osadía de enviar al Pardo la factura de lo que Doña Franca se había llevado. Resultado: le hicieron el boicot y terminó cerrando la tienda. Todo esto lo sé por varias fuentes, pero está especialmente detallado en el libro de Jaime Peñafiel "El general y su tropa" Voy a ver que se cuenta usted por ahí abajo!

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    1. ¡Buenas! benvingut es correcto, pero en masculino, en femenino es benvinguda. Me encantan los idomas, amigo mío, compartir los conocimientos es un gusto.

      ¡Coño!, esto no lo sabía. ¿Será igual Doña Sofía? Es que a esta también le chiflan los arreos, aunque incluso se pone pulseras de bazar chino. Qué cosas, yo no soporto llevar quincalla encima, aunque sea de gran valor, pesa, molesta.

      Tomo el ascensor para abajo, je je je...

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    2. Gracias por la aclaración. A mi también me gustan los idiomas, pero se me dan fatal, je, je!
      Pues sí, Doña Carmen era un buitre. La falta de sexo en esa pareja les hacía erotizarse con otras cosas, a él con el poder y a ella con joyas y antigüedades.
      Voy para abajo!

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    3. La erótica del poder y la erótica de las joyas. También están las de yates, coches y motos. Y para los violentos asesinos, las armas.
      Coño, yo soy más modesta, tanto, tanto, que no tengo ningún afán, no me erotiza nada, oiga. Debo estar tarada, digo yo.

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    4. No, no está tarada, a los que tenemos aficiones por cosas creativas no nos tientan tan facilmente los lujos. Si echa un vistazo por ahí verá que los ostentosos son por lo general gente muy gris, sin inquietudes culturales. Usted "llena su espíritu" escribiendo, pensándo, refexionando, polemizando...ellos necesitan llenarlo con la cabeza de un jabalí, un miró o la presidencia de un equipo de fútbol, pongamos por caso. Mire usted el inútil de Roca, el de Marbella, acumulaba en su casa animales disecados de cacerías y cuadros de buenas firmas.
      Sigo para abajo!

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    5. ¡Puf!, lo de las cabezas disecadas tuvo su época, de cuando cierta gente pretendía ser importante, tal que antiguos condes y reyes antaño. Mastuerzos que también tienen una soberbia biblioteca sin haber abierto jamás uno de los tomos.
      Reconozco que tuve un zorro disecado en casa. Pobre bicho. Se lo regaló un vecino a mi padre y cuando mi madre se hartó de el me lo lleve a mi casa como si fuera un gatito al que cuidar :(
      Cuando hice obras de arriba abajo en casa, incluidos los muebles, me deshice del bicho regalándoselo a uno de los "paletas", el cual lo había admirado enormemente. ¡Ja!, cuando sali a tirar la basura me encontré al zorro delante del contenedor. Ese imbécil podría haberme dicho que no, no lo quería, pero lo aceptó haciendo reverencias y...

      Desde luego, un pobre zorro no es caza mayor, ni un cuadro mío es un Miró (aunque en una ocasión lo consideraron tal, al pintarlo para una función de teatro, encargada de los decorados, je je je...), así que sí, esos necesitan cosas imponentes y de mucho precio para considerarse importantes. Paletos con pasta.

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    6. Usted lo ha dicho, para ellos la importancia en la vida reside en poseer muchos bienes de consumo, lujos de todo tipo, pero sobre todo para pasárselos por el morro a los pobres, como en una recreación patética del infantilismo típico: "Mira, yo tengo esto y tú no"

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