lunes, 14 de octubre de 2013

El martir perdonavidas



Estaba a punto de reunirse con sus otros hermanos mártires en el Paraíso. Yusuf se sentía extrañamente feliz en este momento feliz y aciago de su vida, aunque lo importante ahora no era su insulsa vida, sino su inmortalidad junto a Alá y El Profeta.

Se introdujo en aquella superficie comercial que habían inaugurado hacía muy poco los prepotentes americanos: una tienda de los perros infieles en la tierra de sus antepasados, una absoluta vergüenza!, y las autoridades títeres lo consentían porque eso eran aquellos politicastros, títeres al servicio del imperio yankee.

Palpó entre el abrigo y el cinturón de explosivos buscando el botón de la muerte, un segundo más y... reparó entonces en la niña con cara de hambre que se había detenido junto a él extendiendo la manita en petición de una limosna. No tendría más de siete años y la acompañaba un niño más pequeño, quizá de tres o cuatro añitos. Le conmovió aquella imagen que mezclaba ternura, pobreza y tristeza a partes iguales. Esos niños iban a convertirse también en carne troceada entre escombros. En apenas un segundo pensó en sus nietos, en la vida, en la felicidad que no se debe negar a los niños... y reaccionó a un impulso de su corazón compasivo:
- Largo de aquí, mendigos apestosos, fuera!
Los niños se quedaron paralizados por el terror.
- Es que no me habeis oído?! - bramó Yusuf - Largo!, fuera!
Ahora sí, las dos criaturas salieron corriendo por la puerta del local, justo en el momento en que varios hombres se acercaban para afearle su acción, pero no les dio tiempo a hablar... ni a vivir.
Apretó el botón del cinturón de la muerte y la gran tienda americana voló por los aires. Docenas de cuerpos machacados, el techo derribado, enormes cristaleras pulverizadas, sangre y polvo, lamentos angustiosos de los heridos... La MUERTE con su cara más horrible.

Dos niños se habían salvado de la masacre porque un "mártir de Alá" tuvo el generoso detalle de "perdonarles la vida"
Laila y Said tardarían tiempo en entender lo que ocurrió o a lo mejor siguen sin entenderlo. Por qué tantisimos niños sí y ellos no?

2 comentarios:

  1. ¡Uf!, no hay "martires" de esa edad, usan a los jóvenes, mujeres y niños. Anda que no saben nada esos.

    Le he correjido donde las pelis de circo.

    ¡Buen día!

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  2. Ahora voy a ver lo de las pelis. El relato me lo ha inspirado el libro de Julia Navarro que acabo de leer, "La sangre de los inocentes" ( "inspirado" digo, que yo no copio, je, je )

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