lunes, 21 de octubre de 2013

Dos cuentillos con niño y con besillo.




Nada, que aquí no hay princesa!

Le costó un rato atraparla porque se movía ligerísima de una punta a otra de la habitación. Ninguno de los juguetes que funcionaban a pilas conseguía esa velocidad supersónica y esos giros bruscos inesperados. Pero, por fin, la atrapó.
- Ya te tengo, cuca!
La alzó en su manita mientras el bichillo repulsivo  ( para él no ) se resistía poniendo en danza frenética sus cortas patitas. Se la acercó a la boca y al principio sintió el cosquilleo de sus antenas en la nariz y en los labios. La cuca sufría lo indecible al sentirse alejada del suelo y atenazada por aquel monstruo horrible, en realidad por los deditos del pequeño monstruo: Dani, de cinco añitos.
La besó. La cuca se aterrorizó del todo porque pensaba que iba a ser devorada. Volvió a besarla.
- Bah, no se convierte en princesa!... Manolín es un mentiroso!
Dejó en libertad a la victima y esta huyó pitando en busca de su libertad. Se planteó como cuestión urgente pedirle a mama que pusiese pilas nuevas a los juguetes para que corriesen más que las cucas.


Béndita inocencia!

Un velatorio no deja de ser un velatorio por muy mayor que sea la difunta o el difunto y por muy esperada que fuese su muerte "tras una larga y penosa enfermedad" También hay tristeza y algunas lágrimas para los que "ya se tienen que ir" Pero Manolín, de cuatro añitos, destacó enseguida de entre los deudos de aquel velatorio. Le pidió a su mamá que le aupase para ver de cerca a la abuelita. Esta accedió a pesar de su sentimiento de rechazo no exteriorizado a que el niño estuviese tan cerca de la cara de la muerte. Y cuando ya le tenía a unos centímetros del rostro cerúleo de la finada, Manolín se impulsó hacia esta y la estampó un sonoro beso en la boca.
La mama se quedó horrorizada. La tía Benita, que también había visto el gesto del niño, puso una sonrisa de "bueno, son cosas de críos" Y entonces Manolín gritó:
- Mamá, no se despierta la abuelita!... Tenía que despertarse por mi beso, verdad?
La tía Benita musitó:
- Bendita inocencia!


Epílogo

Manolín se dirigió muy enfadado a Dani:
- Eres un mentiroso, la abue no se ha despertado con el beso!
A lo que replicó Dani:
- Y tú eres más mentiroso, la cuca no se ha convertido en princesa. Mentiroso!, mentiroso!, mentiroso!...
- Tú más!, tú más!, tú más!...

6 comentarios:

  1. Ay... Me recuerda la peli 'El secreto de los hermanos Grimm' donde se narran las andanzas de ambos hermanos ya adultos y en ellas aparecen retazos de sus cuentos, vividos por ambos en persona.
    La narración comienza de niños, cuando la hermanita, muy enferma, agoniza. La madre había enviado a Jake con las pocas monedas de que disponían, para buscar a un médico, pero el chaval regresa alborozado, diciendo que un hombre le ha vendido unas habas mágicas... Will le parte la cara, furioso, mientras la hermanita muere. Ya adultos, recorren los pueblos engañando a los lugareños con sus cuentos, escenificando con un par de compinches a duendes, demonios y brujas y cobrando para "eliminarlos". Hasta que un día se encuentran con una bruja de verdad y...

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  2. Maravillosos los Hermanos Grimm!... He leído cantidad de referencias sobre estos autores geniales, las últimas en la novela "El secreto de Caperucita Roja" de Sofía Navarro ( por cierto, estupenda, y esta mujer sólo tiene 25 años ) y algún día me gustaría leerles, pero no sé dónde encontrar una edición de sus cuentos, ni actualmente dispongo de dinero para hacerlo. Ya sabrá usted que muchos de las pelis de dibujos animados de Disney están basados en cuentos de estos autores, pero mutilados y edulcorados.
    Feliz día!

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    1. Anoto a Sofía Navarro y su Caperucita, veré si lo tienen o me lo consiguen en la biblioteca. Normalmente, si no lo tienen lo piden en otra, es una vasta red de bibliotecas.

      Sí, sé que en realidad, esos cuentos se basaban en historias para adultos, nada que ver con lo que Disney nos mostró, dedicado a los niños. Tonterías, nuestros niños están creciendo cada vez más tontos por estar sobreprotegidos. Ya sabe eso de que cuando yo era niña me subía a los árboles, luchaba con cañas a modo de espadas, me deslizaba por barrancos a tumba abierta y aunque salí con algún que otro ojo morado y muchas magulladuras, me fortalecí como todos los de nuestra generación. Ahora tenemos a los niños encerrados en casa, con la tele y los videojuegos y si se muere la abuela no le dejamos verla... Ainsss...

      ¡Que usted lo pase bien en sus vacaciones de Samain!

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    2. Así,es, aquellas historias eran truculentas pero no traumaban a los niños, tenían aspectos duros de la realidad para también enseñanzas, moralejas y estaban muy bien redactados. Disney "idiotizó" las viejas leyendas de los Grimm mientras el mundo entraba en un episodio de verdadero terror, una durísima guerra y una igualmente insufrible posguerra. La "madrastra de Blanca Nieves" ( que en la historia original era su propia madre ) estaba más cerca de Hitler que del personaje edulcorado de la película.

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    3. A los niños no se les traumatiza facilmente, al menos en aquellos tiempos, tanto de los hermanos Grimm como en los de la guerra, viviendo los horrores día a día y la prueba la tenemos en que la Humanidad ha seguido avanzando.
      La sobreprotección sí es mala porque entonces se quedan sin defensas, imposibilitados de reaccionar.

      Yo di libertad a mis hijos, aunque controlando y aconsejando siempre.
      Mi hija,por ejemplo, era una niña tranquila y cuando tuvo edad le hablé del sexo, incidiendo en el peligro de hacerlo sin protección y me ofreci a comprarle preservativos porque sabía que lo haría, es algo natural que ninguna madre puede evitar.
      El niño en cambio, era un rabo de lagartija desde que tenía meses. Pues nada, le compré una chichonera, se la encasqueté, y que trepara por las sillas como le diera la gana, que no se iba a desnucar.
      Libertad sí, pero siempre a su lado, protegiendo lo indispensable y sobretodo, aconsejando para que sepan cómo es la vida y que pueden contar siempre contigo.

      No me extraña que Disney convirtiera a la malvada madre en madrastra, estos sobreprotegeniños -y a adultos- son infumables con sus tergiversaciones, intentando crear un mundo a su gusto.

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    4. Una madre tan pérfida iba en contra de los "sanos principios" de la Santa Madre Iglesia, sin embargo una madastra es más comprensible que sea malísima, je, je!

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