viernes, 26 de julio de 2013

El más peligroso asesino del franquismo

  



Le bastó una mirada para hacerse entender por su subordinado. Entre los dos agarraron con fuerza al detenido y lo llevaron hasta la ventana.
- No me tiren!, no me tiren!... no, no, no!
A pesar de la paliza que acababa de recibir y de las torturas de días anteriores, aún conservaba fuerzas para resistirse a sus verdugos. Era un chico joven.
- Espera, Paco, está pasando gente. Cuando yo te diga.
- No me tiren, por favor, no me tiren!
- Cállate, rojo de mierda!... Ahora, Paco!

Tres pisos. Se estrelló contra el bordillo de la acera, ante el asombro de varios peatones que se acercaban y la presencia de un coche en el que viajaba un matrimonio y sus niños.
No era la primera vez, ya que se trataba de la especialidad de "Billy el Niño", el epílogo tras un variado repertorio de torturas. Esta era su forma expeditiva de desembarazarse de un detenido.
"Billy el Niño", de nombre verdadero Luis Antonio González Pacheco, era un perro asesino a las órdenes de otro perro asesino: Francisco Franco. El "invicto caudillo" disponía de sicarios con "fe inquebrantable" que asesinaban para él. Y esto había ocurrido desde siempre y seguía ocurriendo cuando el franquismo ya tocaba a su fin.
Y "Billy el Niño" aún se mantuvo en su puesto durante los años de la Transición. A él se le atribuye su participación como enlace entre la CIA y los asesinos de los abogados laboralistas de Atocha, junto con otro hijo de la gran puta llamado Mariano Sánchez Covisa.

Y en aquellos años de confusionismo político y ruído de sables, esta alimaña fue condecorada repetidas veces. Pero ningún político acudió a su entierro porque estaban cambiándose de chaqueta para "servir a la Democracia"

6 comentarios:

  1. Interesante. No lo sabía y he buscado datos. Le paso un enlace de El País de 1979:

    http://elpais.com/diario/1979/06/07/espana/297554424_850215.html

    Franco murió en 1975, cuatro años después, esta alimaña seguía asesinando. Como dice el artículo de El País, no se puede hacer si desde "arriba" no se permite, o sea, que era un "mandao" que gozaba con su trabajo, pero un mandado al fin y al cabo.
    Claro, llegó el cambio de chaqueta y los hijos de franquistas se declararon socialistas y nos gobernaron sin despeinarse por repudiar a sus mayores, incluso ocultándolos falazmente, como María Teresa de la Vega, esa momia que ahora viste toga.
    Por cierto, mi contertuliano "Duracell", el indepe que ya conoce, va y me dice como si hubiera descubierto la sopa de ajo que el juez ese, electo hace poco en el Constitucional, milita -o militaba- en el PP. Criaturita. le he recordado a De la Vega y al ex juez Garzón, también militante del PSOE. Ya sabe eso de ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.

    Los asesinos lo son por iniciativa propia, lo llevan en la sangre y no necesitán estímulos, se lo aseguro.

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    1. Pero si tienen estímulos, mejor que mejor para ellos, y hay muchos caciques empeñados en disimularlos. Le recomiendo el libro que estoy leyendo, "Operación Gladio", de Benjamín Prado, es una joyita, escarba en toda la porquería oculta en el asesinato de los abogados laboralistas y demás movidas de la Transición.

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  2. Por ahí abajo le he comentado, hasta la guitarra ;D

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  3. Este tipo de gente siempre encuentra acomodo en un regimen u otro.

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    1. Exactamente, han nacido para servir a sus amos a base de dentelladas.

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