lunes, 8 de julio de 2013

El espectáculo nuestro de cada día



Se levantó de muy buen humor. Sus amigos el Odio y la Muerte le esperaban un día más. El Odio entre seres humanos que hace posible que la Muerte trabaje a destajo. Sin ellos no extirían las guerras ni los conflictos callejeros y él no tendría trabajo. Bueno, sí, viviría posiblemente de las bodas, bautizos y comuniones, o de retratar top models o tías en pelotas o animales exóticos para alguna revista de divulgación ciéntifica. Pero le gustaba esta mierda de la guerra, se sentía a gusto después de doce años descargando adrenalina y poniendo cuidado para que la metralla no le alcanzase a él. El quid de la cuestión era retratar el horror sin que el horror se cebase en su persona, estar siempre en el lugar de la hecatombe cuando las bombas ya han caído y los afectados se mueven sin rumbo, atontados, con sus rostros expresando desconcierto o terror, o tendidos en el suelo con miembros amputados, rotos sus cuerpos por la metralla y gritando desgarradoramente. Estas eran las imágenes que vendían más periódicos y revistas, en portada naturalmente, cada vez más truculentas para lograr el más difícil todavía, así como en un intento muy profesional de superar todo lo retratado hasta el momento: guerra civil española, guerras mundiales, Corea, Vietnam, Argelia, Afganistán, Los Balcanes, Irak, Angola, Nicaragua... A ser posible niños, enfermos de hospitales, clientes de supermercados... Los señores de la guerra tienen muy claro que las matanzas de inocentes hunden sicológiocamente al adversario, y mejor que mejor si son masacres masivas. Los hijos de puta de Franco y Hitler ya lo hicieron en Erandio, Gernika y la franja del Mediterráneo por donde huían millares de inocentes.







Se levantó de un humor excelente y contribuyó a potenciar este estado de ánimo el suculento desayuno que le sirvieron en el hotel. El conflicto aún no estaba en una situación extrema como para que escaseasen los alimentos, sobre todo en los hoteles de lujo. Tal conflicto era jodidamente enrevesado. Hacía un año que las primeras elecciones democráticas en Egipto habían subido al poder a unos santones islamistas: los "hermanos musulmanes", y estos, en lugar de dedicarse a estabilizar el país, se empeñaron en putearlo a tope, imponiendo el totalitarismo religioso con todas sus santísimas mierdas. El pueblo, que no en vano había conseguido echar a un tirano poco antes, explotó contra los santones. La situación se puso muy cabrona y decidió intervenir el ejercito. Y ahora, este ejercito, el eterno puteador de Egipto, "salvaba a la patria" con un golpe de estado. Para echarse a temblar. Se juntaban el hambre y las ganas de comer. Y, claro, los iluminados de Alá se fueron a por los militares y los militares se fueron a por los iluminados. Y en medio del desastre estaba nuestro amigo, bien desayunado, con su cámara Nikon en ristre y dispuesto a jugarse el tipo moderadamente para intentar un foto premio Pulitzer, es un decir. Acudió a las calles en donde combatían más encarnizadamente los partidarios de Mohamed Morsi y sus enemigos los golpistas.
"Ya la tengo!"









Logró varias instantáneas de un hermano musulmán tendido en el asfalto en medio de un charco de sangre enorme y rodeado de colegas ( La he visto en la portada de El País, pero no aparece en google ) Luego hizo varias más de militares y barbudos corriendo, un hombre limpiando el rostro ensangrentado de un compañero, mujeres gritando, hombres trasladando a heridos... Algunas de ellas saldrían en los periódicos del día siguiente de Madrid y Barcelona, de toda España quizás.
Es la guerra!... El espectáculo debe continuar!


7 comentarios:

  1. Es la naturaleza humana, siempre dispuesta a masacrarse

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    1. Así es, señor Jota Uve, somos malos por naturaleza, ( cosa que se me rebatió en un debate, pero que yo sostengo ) necesitamos odiar y hacer daño para vivir.

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  2. ¡Buenas!

    Acababa de responderle extensamente aquí, cuando me han eliminado la cuenta de correo y con ella todos los blogs asociados. Pues sí que molesto a algunos...

    Estoy intentando recuperarla, pero de momento, nuestro JV me ha echado una mano para la Comunidad. En el resto no, he perdido todas las direcciones. Importantes por ser personales, incluídos los abogados.
    Siempre vuelvo y volveré una vez y otra, ¡por Thor!

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    1. He conseguido recuperar mi cuenta. ¡Menuda soy yo con mis zarpas y colmillos!

      Mañana o cuando "me dejen", contestaré a esta entrada, ahora estoy hecha polvo fosfatado.

      Abajo tiene respuestas. Feliz entrada de semana.

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    2. Pues lo siento muchísimo, y a su vez me alegro por que la ha recuperado. Esas direcciones podría no haberlas perdido si las tueviese también en papel en alguna libreta.
      Que se le vaya arreglando todo!

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    3. Ya he pasado las direcciones a una libreta. Sólo unas 20, las más importantes.

      ¡Gracias!

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  3. Su entrada tiene trasfondo. No es fácil.
    Por una parte, los reporteros de guerra arriesgan su vida, muchos han sido asesinados para que no mosttraran al mundo lo que ocurre. Pero por otra, los hay que hacen su trabajo como dependientes de inmobiliaria, los que enseñan pisos para vender o alquilar.
    No me acuerdo -ni quiero acordarme- del nombre de uno que ganó el Premio Pulitzer con unas imágenes escalofriantes: una pequeña niña africana acosada por buitres. El reportero era un buitre más, enfocándo su cámara, esperando... hasta que las aves carroñeras se la comieron. Aún viva, pues estaba sentada, agotada, pero no muerta.
    Luego, ante las críticas, se mostró arrepentido, admitió que podía haberla cogido y salvado. Pero estos Profesionales de la Muerte no ven el horror. No quieren verlo. Buscan la adrenalina y no les vale subir en una montaña rusa, necesitan ver sangre y dolor reales.

    Por cierto, la sexta foto que pone la conozco bien. (Un reportero en el suelo, entre otros hombres, delante de un muro). Forma parte de un vídeo amañado, hecho por un conocido periodista francés. Su reportaje intenta mostrar ataques israelíes contra palestinos. Rotundamente falso, no es más que un montaje peliculero. Alguien publicó el vídeo entero y desmontó los cuatro palos del sombrajo al francés "periodista". En mi blog tengo el vídeo entero, lo he publicado ya dos veces durante estos años.
    Lo malo es que ellos siguen sacando la peli amañada y tú tienes que volver a ponerla entera. Una pesadez, pero necesaria.

    Muchos buitres carroñeros sin duda, pero otros que son abatidos porque no se plegan a tejemanejes.

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