La primera "paraca"

La primera paracaidista se llamaba Georgia Tiny Broadwick. Esta mujer se tiró de un avión que volaba a 300 metros de altura sobre Griffith Field, en Los Angeles. Después de este saltito, Doña Georgia volvió a saltar 1.100 veces. Una chica valiente, más bien diría audaz, muy audaz para su tiempo.
Esto lo cuento porque precisamente hoy se cumplen 100 años de aquel primer salto de Georgia, el primer salto paracaidístico protagonizado por una mujer: 21 de Junio de 1.913.
Hoy en día hay muchas mujeres "paracas", tanto militares como civiles, y de vez en cuando nos llega la noticia de que ha saltado una señora de 80 o de 90 años. Pero en tiempos de Georgia las mujeres eran menos protagonistas y los aviones estaban en su prehistoria. Para viajar a otro país o a otro continente había que embarcarse en un barco, lo cual también tenía su peligro: un año antes de la hazaña de Georgia sucedió lo del Titanic, y aún faltaban quince años para que Charles Lindbergh atravesase el Océano Atlántico en el aeroplano "Spirit of Saint Louis", una proeza asombrosa para aquel tiempo. Tiempos de héroes, de pioneros, tiempos gloriosos que vuelven a empezar con la carrera espacial china y la conquista de Marte por los estadounidenses.






"Señores cardenales, la Tierra NO gira alrededor del Sol, para ustedes la perra gorda"

"Yo, Galileo, hijo de Vicenzo Galileo de Florencia, a la edad de 70 años, comparecido personalmente en juicio y arrodillado ante vosotros, Eminentísimos y Reverendísimos Señores Cardenales, Inquisidores generales de toda la República Cristiana contra la herética perversidad; teniendo ante mis ojos los sacrosantos evangelios que toco con mis propias manos, juro..."

Así comienza el texto que Galileo Galilei leyó ante el Santo Oficio.

Fue mañana mismo hace 380 años: el 22 de Junio de 1.633 en el convento de Santa María Sopra Minerva de Roma.

Como siempre, la Inquisición tenía razón.