lunes, 24 de junio de 2013

Historia del "boli"



Recordó como había empezado todo y no pudo evitar que una sonrisa iluminase su cara. Muchas veces dicho recuerdo había visitado su memoria durante aquellos años, pero ahora, cuando ya el éxito coronaba el esfuerzo de la compañía "Biro Meyne Biro", este se convertía en nostalgia.
Fue mientras observaba a aquellos niños que jugaban a las canicas en su Budapest natal; le llegó la "iluminación" al seguir distraídamente la trayectoria de las canicas. "Esto es!", se dijo emocionado. La bolita marcaba su trayecto en el suelo tras pasar por un charquito de agua y, Ladislao Biro, intuyó como iba a ser el nuevo modo de escribir, la nueva herramienta que facilitaría la escritura a millones de seres humanos.
Pero esta magnífica idea no iba a convertirse en el "bolígrafo" ( del diccionario: "utensilio para escribir, con tinta que fluye al girar una bolita en su extremo") hasta muchos años después y tras sufrir serias peripecias.
En 1.940 tuvo que huír de la terrible máquina de matar que había puesto en marcha un monstruo llamado Adolf Hitler. Junto con su amigo Juan Jorge Meine atravesó el Atlántico y se instaló en Buenos Aires. Desde un principio se dio cuenta de que la empresa no era nada fácil. Todo lo contrario, resultaba dificilísimo incorporar las minúsculas bolitas a la estructura de la nueva herramienta. Trabajo arduo, muchas noches de insomnio... y por fin lo logró!
La nueva "pluma" se llamó en un principio "Esferográfica Birone" "Funciona con papel cartón; no deja borrones; la tinta se seca en el acto", eran algunos de esloganes publicitarios para introducir en el mercado el nuevo invento.

En 1951 compró la patente Marcel Birch y la registró como la marca Bic. Su primera idea fue llamarlo Bich, pero hubiese resultado fatal para el mercado anglosajón, pues Birch suena igual que "bitch", en inglés: "zorra, perra o puta"

A finales de la década de los 50 del siglo pasado en España, había un escolar que las pasaba canutas para escribir con su plumín de madera y punta de metal, pues tenía que cargar en el tintero, operación harto complicada, y le salían muchos borrones. Aquel niño odiaba la escuela. Ya existían los bolígrafos, pero posiblemente las monjas consideraban que debía aprenderse caligrafía por el sistema tradicional. Y disculpen ustedes este pequeño apunte autobiográfico, je, je!

Me he inspirado para escribir este relato en una nota publicada en la revista Muy Interesante con el título "Hace setenta años Ladislao Biro presentaba el bolígrafo en Buenos Aires" ( Y una terrible coincidencia: Por esas fechas empezaba la Segunda Guerra Mundial, una guerra destinada a cambiar el orden del mundo ( que hoy en día amenaza con cambiar de nuevo ) y para pararle los pies al mostruo que estuvo a punto de mandar a la cámara de gas al futuro inventor del "boli" ( Y hoy en día están surgiendo nuevos monstruos )

2 comentarios:

  1. Interesante historia, la del boli, no lo sabía.
    Yo sólo usé la pluma y tinta en un par de ocasiones, por trabajos escolares concretos. Me gustaba, me era fácil usarla, sabía cuando debía apretar para que el trazo fuera más grueso, siempre al bajar, nunca al subir. Me salía una letra preciosa.

    Estoy terminando 'La caída de los gigantes', de Ken Follet, autor de 'Los pilares de la tierra'. Es sobre la guerra del 14, interesantísima. Da una excelente visión del porqué de la segunda y que tenemos encima a la tercera...

    ¡Feliz semana!

    PD. por abajo he dejado comentarios, desde los reptilianos, je je je...

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  2. Muy interesante lo de ese hombre, sí. Cuando me fui a google a localizar alguna foto suya, me encontré con que Wikipedia le dedica un gran espacio. Al parecer es inventor de muchas más cosas. Yo no lo sabía porque me guié por una pequeña nota en el Muy Interesante.
    No creo que tengan ese libro de Ken Follet en el Instituto Cervantes porque salió a la calle cuando ya les cortaron el grifo de los presupuestos, de todas formas sólo tienen libros de autores en lengua castellana. En su edición en inglés sí lo he visto en los escaparates de las librerías y es casi seguro que lo tengan en la biblioteca en donde me encuentro en este momento, pero aún no soy capaz de leer obras de esa emvergadura, mis libritos en inglés son sencillos, para principiantes.
    Poco a poco iré comentando sus comentarios de aquí abajo, entre hoy y mañana, porque tengo otras cosas pendientes.

    Bienvenida nuevamente!

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