miércoles, 9 de diciembre de 2015

Amor y Paz.





Resultado de imagen de pastorcillos navideños


Para el concurso de relatos navideños de El Periódico del Prat y para todos los voyeurs que me leen y que, obviamente, dada su calidad de mirones, no me dejan ningún comentario. Solo sirven para babear megustas por ahí o dejar comentarios mongoloides cargados de faltas de ortografía.



Reunión urgente.

El consejo de dirección de Embutidos Tarraco se reunió con carácter de urgencia para intentar resolver un problema que a todas luces era irresoluble, algo de lo que jamás hubiesen imaginado que pudiese suceder, y mucho menos sucederle a ellos.
El director general, Don Cosme Lagar, anunció con voz grave: "Vamos a ver el anuncio y luego opinamos" El anuncio era su anuncio, el anuncio de Tarraco, un bonito spot de la campaña navideña de esta importante firma de embutidos. Desde dos días antes se estaba emitiendo en todas las cadenas televisivas de el país. Los ejecutivos de Tarraco habían brindado con champán por el éxito de la campaña en el primer día de emisión. Ahora permanecían serios, muy serios, no se sentía ni respirar en la sala, y una de las ejecutivas, Marisol Llarena, no pudo evitar que se le escapasen las lágrimas.
Vieron por enésima vez el anuncio, ahora como una macabra obligación. Vieron a los niños, vestidos de pastorcillos, cantando un villancico en el belén viviente. Luego, los mismos niños, se acercaban al pesebre y entregaban a la sagrada familia productos de Embutidos Tarraco. Representaban a zagalillos de todo el mundo: negros, indios, orientales, latinos..., un total de doce niños. Terminó el spot enseguida, 45 segundos, y lo volvieron a pasar otras cuatro veces. Dos Cosme tomó la palabra: "¿Y bien?... ¿Alguna idea?" Respondió Alberto Arellano, creativo del anuncio: "Se puede hacer otro montaje, pero es muy complicado" Intervino el ejecutivo Paco Gutiérrez: "Y estamos con el tiempo en contra" Retomó la palabra Arellano: "La complicación ya sabe usted en donde reside, Don Cosme: Abdel Alim está en todos los planos y en los que se descartaron. Habría que mostrar solo los primeros planos de los productos en las manos de los niños, y aún así no sé si llegaríamos ni a los diez segundos. O eso o grabar otro spot. "O seguir emitiendo este", apunto Paco Gutiérrez.



Irracionalidad

Abdel Alim, una criatura de ocho años, había cometido el gravísimo pecado de participar en un anuncio televisivo en el que se publicitaban productos del cerdo, el impuro galufo de los musulmanes, y el fanático Yusuf Kamal, hermano del imán del barrio, había degollado al niño en un ataque de ira.


Conclusión

El anuncio dejó de emitirse, pues a nadie le agradaba seguir viendo el rostro de aquel niño en una publicidad de carácter festivo, un rostro que seguía apareciendo en foto fija en las redes sociales y en algunos periódicos para denunciar la barbarie islamista.

7 comentarios:

  1. Buenas tardes Doño,a ver si se anima y pudiera ser, una de esas historias que me gustan mucho. BESOOOOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSS

    ResponderEliminar
  2. Patricia ha escuchado tu historia,le gusta es un poco brutalidad por el Islamico. besos de parte de Patricia, que también va ha participar¡¡¡

    ResponderEliminar
  3. ¡Muchas gracias a la dos! y a ti, Enri, a ver si te encuentro por la mañana en Facebook, que me he quedado muy preocupado cuando te has "esfumado" esta noche.

    ResponderEliminar
  4. Muy buenas a los dos, Iñaki y Enriqueta.
    A ver si esa Patricia participa o es un bluf, je je je...

    Desde luego, Iñaki, relata usted unos cuentos navideños que ponen los pelos de punta. Ya sabe, lo comentaré más extensamente en el blog del concurso.

    ResponderEliminar
  5. Sí, pero en el caso de este relato podemos asegurar sin equivocarnos que no hay diferencia con la vida real. Aún no matan niños en España, pero lo están haciendo en el califato y en otros lugares en donde se han hecho fuertes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sé de una agresión de dos tipos de esos a una madre que esperaba la salida de su hijo a la puerta del colegio. En España, por supuesto.
      Estaba embarazada y la paliza fue por no llevar la cabeza cubierta. Un poco más y matan al feto.
      Interrogada la por entonces ministra de Zapatero, María Teresa Fernández De La Vega, dijo: "Son sus costumbres y hay que respetarlas". Así mismo, sin despeinarse, la vieja momia esa.
      Por esto no tienen freno, saben que no pasa nada.
      ¡Ah! si me los dejarán a mí un ratito...

      Eliminar
    2. He viajado a Marruecos en varias ocasiones y he tenido problemas algunos graves.

      Eliminar