martes, 2 de diciembre de 2014

Una oferta para el Papa










Jamás se hubiese imaginado Francisco I, Sumo Pontífice de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, a quién iba a recibir en audiencia privada aquella fría mañana de Diciembre de 2.014. A quién iba a recibir... sin desearlo!
La puerta del despacho papal se abrió y el padre secretario dio paso a un ilustre y enigmático personaje. La puerta del despacho papal se cerró y quedaron solos, cara a cara, el ilustre personaje y el Sumo Pontifice.
El recién venido sonrió al forzado anfitrión, y este le respondió con una gélida mirada en la que demostraba todo su enojo, pues muy pronto el personaje había dejado de ser enigmático para él.
- Cómo has conseguido llegar hasta aquí? - preguntó Francisco I, aún no repuesto de su sorpresa.
- Parece mentira que me preguntes eso, - respondió el Demonio - sabes que soy el Maligno y que tengo tanto poder como Dios. Yo también estoy en todas partes, jejeje!... No me ha resultado difícil burlar la torpe vigilancia de los guardias suizos, y eso sin recurrir a los trucos clásicos de hacerme invisible o transformarme en gato por un tiempo. Lo demás ha sido pan comido, he hipnotizado al sacerdote que me ha conducido a tu presencia. Ya sabes que soy capaz de hacer muchas diabluras, jajajaja!... Por cierto, el curita me comía con los ojos, está más salido que Falete en las duchas de un equipo de fútbol. Conoces a Falete?
- Qué es lo que pretendes, rata del Averno?!
- Sin insultar, Paquito, mantengamos las formas como seres civilizados, aunque tú seas santo y yo el Demonio. En dónde has dejado ese sentido del humor del que haces gala en tus apariciones ante los medios de comunicación?
- Dime de una vez porqué te has atrevido a profanar con tu malignidad esta Sagrada Casa?!
Francisco I trataba de controlar sus nervios. El Diablo mantenía en su semblante una sonrisa irónica, pero guardaba una prudente distancia de su adversario, pues le repelía el abultado crucifijo que colgaba del cuello del sucesor de San Pedro. Vestía traje negro de impecable corte y corbata de un rojo muy vivo, camisa azul cielo ( un sarcasmo! ), cabello negro cortado pulcramente a navaja y un bigote recortado por encima del labio, a la moda de los años cuarenta del pasado siglo. La nariz afilada y el mentón puntiagudo le daban un aire de ave de rapiña. Y unos ojos pequeños y negros como el carbón, que rezumaban odio a pesar de su verborra guasona.
- Por última vez, dime a qué has venido y lárgate inmediatamente!... Vade Retro Satanás!
- Venga, déjate de latinajos y escúchame. He venido a hacerte la mejor proposición que te hayan hecho jamás en la vida. Diste un gran paso en tu carrera eclesiástica. Ya eres papa. Pero ahora puedes lograr la mayor conquista jamás lograda por la Cristiandad. El anhelo de tus antepasados en el cargo. Pasarás a la Historia como el papa que...
- Déjate ya de monsergas, embaucador!... También pretendiste convencer a Nuestro Señor Jesucristo con tus tentaciones y te salió mal la jugada.
- Escúchame, coño, Paquito!... Cuidado que eres cabezón, tío!
- No me llames Paquito! Y, además, apestas a azufre, bicho asqueroso!
- Y tú a incienso, puag, qué asco!... Vale, pues si lo prefieres, te llamo Jorgito.
- Te estás pasando!
- No presumes tanto de conciliador y de renovador de la Iglesia?... Pues entonces debes escucharme por narices porque la proposición que voy a hacerte es muy buena. Ya te digo, mejorarás...
- Vale, suelta lo que tengas que decir y te marchas!
- Vaya, por fin! Pues verás, voy a ayudarte a aniquilar a esa gentuza que se hace llamar "Estado Islámico", "Yihad", etc., esos que os odian a muerte a los cristianos. Con mi colaboración les derrotarás a todos en un plisplás, te van a durar menos que un sobre con dinero en la puerta del PP.
El Papa se quedó boquiabierto, pero enseguida reaccionó.
- Y qué pides a cambio, bichejo?
- Jeje!, poca cosa.

( Qué pide a cambio el demonio para que el Papa pueda cumplir el viejo sueño de la Cristiandad: eliminar a la competencia?... No os perdais el próximo y emocionantísimo episodio?! )

2 comentarios:

  1. El Diablo se hace viejo, antes aparecía sin más ante la nariz del visitado y ahora se da un paseo desde el exterior e hipnotiza a un cura para que lo guíe, je je je... ¿Ha llegado en autobús o en limusina?

    Corro arriba, a ver qué quiere el viejo enredador.

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  2. He comenzado comentando por arriba. Referente a "La barca sin pescador" que cito bajo su comentario en el episodio final, el Diablo se aparece también con traje y corbata, pero no es tan sarcástico como el de mi relato, jeje!

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