martes, 7 de abril de 2015
Una oportunísima actuación
Miraba a sus ojos azules mientras le acariciaba el rubio y sedoso cabello. Ella estaba asustada. Sus dedos fueron a la blusa, justo al lugar en donde se ocultaban sus pequeños senos. Ella lloró.
- No va a pasar nada, amor mio. Oh, eres una niña preciosa!
Un patadón descerrajó la puerta. Cuatro policías uniformados entraron rapidamente al piso y buscaron la habitación en donde el pederasta se entregaba a su sucia actividad. Uno tiró de él violentamente, apartándole de la niña. No se dejaron llevar por la ira para no asustar más a la criatura. Le leyeron sus derechos porque estos seres repulsivos también tienen sus derechos.
Más o menos lo de siempre: H.G.V., 47 años, profesor de música. Dori, sólo 12 añitos.
En esta ocasión, afortunadamente, la policía estuvo allí para evitarlo. En este mismo momento, en muchos lugares del mundo, nadie lo evita.
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Me alegro que llegaran a tiempo.
ResponderEliminarDesde luego, es para alegrarse.
ResponderEliminarQuien llamó a la policia?
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