lunes, 19 de mayo de 2014
Uno a uno y sin prisas ( 90 )
- Por ejemplo: Nelson Caldera.
- Fue un buen aliado, sí, pero luego se fue de la lengua porque se encoñó de la putona seudoactriz.
- Lo sospechaba. Vayamos por partes. Por qué eligió llevar a cabo la matanza durante el festival de cine?
- Quise unir a un mismo tiempo dos grandes objetivos. La película "Las brujas de Salford" nos había salido redonda y mi interpretación era considerada lo mejor de todos mis trabajos anteriores, superando con creces lo que he hecho en teatro y television. Estaba cantado que me iban a dar la Anchoa de Oro, así como otros grandes premios internacionales. El cariño del público se volcaba en mi persona por encima del cariño dirigido a otras grandes estrellas, sólo hay que ver las encuestas. Era el momento ideal para matar dos pájaros de un tiro: cumplir mi venganza y denunciar ante el mundo a esos bichos de mala ralea que maltratan y matan a mujeres, niñas y niños. Tenía una oportunidad de oro, teniente, una grandísima oportunidad que para sí quisiera ninguna otra mujer en este mundo, ninguna otra mujer maltratada o violada. Yo, una estrella querida por el publico, había sido victima del salvajismo de cinco... hijos de puta!, y las autoridades de entonces no quisieron hacer justicia.
Sé que se alzarán voces de gente "bienpensante" en contra de mi, de esos que creen a ciegas en la Justicia, pero estoy convencida de que la mayoría del pueblo me apoya, y esto es mucho más importante - dirigió ahora la mirada al abogado Bermudez - que ponerse al mismo nivel de esos corruptos que niegan sus corruptelas. Yo lo he hecho para que se sepa que he sido yo!
Se hizo un silencio total, no se oían ni las moscas. Madero fingió que tomaba notas y un pensamiento oportuno le vino a la cabeza: "Qué buena política habría sido!"
- Pero no hubiese sido muy fácil matarlos a todos sin que me descubriesen. Mi plan era que se supiese, pero una vez cumplida "toda" la venganza, no antes.
- No le angustia la idea de terminar sus días en la cárcel?
- He llegado muy alto en mi carrera, teniente, y he trabajado duro para conseguirlo. Me merezco un descanso, no?
Una sonrisa iluminó su rostro. Amargura e ironía iban parejas.
Comencemos por el primer asesinato: Joaquín Ruiz, "Joaquinillo". Sabía usted que era un infeliz al que le querían mucho en su pueblo?
( Continuará )
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