sábado, 31 de mayo de 2014
La zurbahistorieta del sábado
( Doña Luz Divina, una de las protagonistas de esta historia )
Un gran secreto
Don Hermógenes Sansaludable Garcibello intentó suicidarse veinticuatro veces a lo largo de su vida, aunque a lo mejor sólo se trató de veinticuatro intentos de engañar a la gente haciéndoles creer que intentaba suicidarse. Y vaya si lo logró, porque Don Hermógenes fue siempre muy buen actor. La cosa es que duró hasta los 89 años, y eso que fumaba tres cajetillas de ducados al día y media docena de farias los domingos, entre después de misa y antes del fútbol. ( Hablamos de aquellos tiempos en los que el fútbol era sólo cosa de los domingos )
Doña Luz Divina Matanzo, que era una atea convencidísima, lo atribuía a un milagro de la genética. Pero el padre Silvino Blanco, un bichejo más preconciliar que el mismísimo Pio XII, decía que Don Hermógenes tenía una fe inquebrantable, que era un hombre muy fervoroso, que no usaba anticonceptivos y que jamás se divorciaría de su amada María Josefa Sobradillo ( "Mariajo" familiarmente ) con la que había traído al mundo once hijos y cuatro abortos naturales, nunca abortos provocados. Don Hermógenes era un buen cristiano e igualmente católico-apostólico-romano-roucovareliano.
Doña Ludi y el pater Silvi andaban continuamente a la gresca. "Por qué intenta suicidarse si es tan católico?", le restregaba por la cara la buena atea al bueno del integrista.
"Resistió siempre la tentación del suicidio, como Cristo resistió la tentación del Maligno en el desierto", sentenció el clérigo en el funeral del octogenario.
Pero lo que ninguno sabía era que Don Hermógenes se había llevado a la tumba su gran secreto, un secretazo que compartía con Doña Ordoña Monasterio Rascajuelilla, una nonagenaria de noventa y tres castañas con la que tuvo relaciones adulteras durante una semana y media en su mocedad, fruto de las cuales nacieron dos criaturas: Luz Divina y Silvino, cuyos apellidos eran los de sus padres adoptivos, pues Don Hermógenes y Doña Ordoña decidieron dejar a los gemelos en el torno de la inclusa de las Reverendas Madres Feliponcianas, y cada uno fue adoptado por una familia diferente.
"Cómo es que se llevan tan mal siendo tan parecidos?", se preguntaban las buenas gentes de Santa Coscojuela del Monte, un pueblecito de Castilla y La Mancha cuyos habitantes se dedican a la pesca del salmonete de río en aguas del Mar Báltico.
Nunca habría respuesta para esta pregunta porque Doña Ordoña también se llevaría el secreto a su cubículo en el camposanto.
Lo más sorprendente en la vida de los bichos humanos es lo que no sabemos de sus vidas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Doña Leona, le he comentado en el post de abajo.
ResponderEliminarGracias, yo también le he respondido.
EliminarEn cuánto a aquí, vuelvo a tener problemas para comentar. Si le llega esto, será un milagro porque ya he perdido lo redactado anteriormente.
Mal rayo parta al tobot.
*ROBOT, no tobot.
EliminarVoy para abajo!
EliminarLo intento de nuevo, a ver si tengo más suerte esta vez y la chatarra oxidada duerme soñando con ovejas electrónicas, je je je... (Blade Runner)
Eliminar¿Santa Coscojuela? No me suena, oiga. Sé de un troll, dueño de un par de medios mediterráneos que publicó sobre una tal Coscojera Alcolea, poniéndola a parir (el conejo sinvergüenza podrá informarle al respecto) Siempre he esperado que tal señora exista y funda al troll director de medios con una demanda contundente, pero parece que no. A saber de dónde sacó semejantes apellidos ese tipo que ya lleva una bonita colección de demandas sobre sus espaldas por esto, por difamar.
Oiga, ¿ha visto usted la peli 'Constantine'? Me la ha recordado su historieta de hoy, aunque claro, se parecen como un huevo a una castaña, pero yo ya me entiendo, je je je...
Pues no, no me he inspirado en nada, empece a escribir a ver que salia y salio este potaje. La pelicula Constantine no me suena de nada. Aunque no es de extranar - a veces lo he pensado - que haya en nuestro subconsciente historias leidas o peliculas vistas hace muchisimo tiempo, que no recordamos conscientemente y que nos "inspiran" lo que escribimos o simplemente los argumentos que utilizamos para defender una teoria. La mente es enigmatica.
ResponderEliminarQuien es el "conejo sinverguenza"?... alguna de nuestras amigas communes feisbukianas?... Je, je!