lunes, 17 de febrero de 2014

Viva Raskajú libre!



Los enanieves de la malvada Blancanitos sembraban el terror entre los humildes habitantes de Raskajú. Aquellos que osaban desafiar las inhumanas leyes de la cruel gobernanta, los que se negaban a pagar sus elevadísimos impuestos o escondían a sus doncellas para que no las violasen los pérfidos enanieves, eran azotados y mutilados salvajemente hasta la muerte.
Blancanitos era la reencarnación del diablo, la personificación de todas las maldades imaginables e inimaginables.
Una vieja leyenda transmitida transmitida oralmente de generación en generación, contaba que un príncipe azul vendría a salvar a Raskajú de esta atroz tiranía. Un intelectual local genial advirtió que la profecía estaba a punto de cumplirse. Este hombre se llamaba Remondongo Charcatú, pero era conocido como "El pato con botas" porque era muy patoso y calzaba unas botas enormes.
Y así fue. El Príncipe Azul Marino, que llegó por mar, y cuyo nombre era Sinkafeíno de Flankataflán, entrenó a los raskajucianos en el arte de la guerra atroz, formando un potentísimo ejercito que se enfrentaría a los malvados enanieves de la tirana Blancanitos.
Los diferentes batallones, dirigidos por los generales Escarchifloro y Karkamusgo, entre cuya tropa combatían el Gatito Feo, Caperucita Granate, Jansel y Enriqueta, Peter Bang, Garbancito Atómico, los Hermanos Calatrava, La Bella Durmiente del Bosque ( seleccionadora nacional de fútbol ) la madrastra de Blancanitos ( su principal opositora ) y un largo etcétera de héroes y heroínas raskajucianos, hicieron morder el polvo a los enanieves y ejecutaron a los supervivientes, tras juicios sumarísimos, empezando por la abominable Blancanitos.
Y el Príncipe Azul Marino dijo: "Ahora reinaré en paz, devolviendo la felicidad a Raskajú, pero antes necesito enamorarme de una doncella y convertirla en mi dulce esposa y en vuestra reina"
Y todos gritaron: "La Cenicienta!, la Cenicienta!"; "Elige a la Cenicienta", le aconsejó sabiamente Remondongo Charcatú, "pues ella es la más necesitada economicamente"
Y así sucedió. Y fueron felices y comieron de todo, pues el nuevo reino - que a partir de ese día se llamó Rascajú Azul Marino - fue el más próspero de todos los reinos del planeta.
Y colorín colorado, no sé si a Doña Leona le habrá gustado.
                                                            FIN

1 comentario:

  1. ¡Sí que me ha gustado!
    Es usted único líando los cuentos, ¡juas!

    Pero veo que ya ha puesto la directa y tiene cinco episódios más del otro. ¡Señor!, y eso que es "sin prisas"... Falto dos días y...
    Ahora no puedo verlos, tengo asuntos pendientes que resolver, pero ya sabe que no me pierdo nada. ¡Volveré!

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