- Inspector, hay noticias del sospechoso, pero me temo que no le van a gustar.
- No juegues a acertijos conmigo, coño!... Suéltalo ya!
- La Interpol nos informa de que Nelson Caldera Bollo, alias "Nicolás Maduro", fue abatido en un tiroteo entre bandas rivales.
- Hay posibilidad de que se hayan equivocado y se trate de otro?
- No, el teniente Morris ha dicho que no nos ha querido llamar hasta haber realizado todas las pruebas pertinentes. Sin ninguna duda se trata del cadaver del tal Nelson.
- Pues estamos como al principio!
- Bueno, ha quedado una ventana abierta, el teniente va a intentar que un superviviente del tiroteo le diga quién envió a Nelson Caldera a España o si actuó por su cuenta. De momento no puede ser interrogado porque su estado es grave.
- Cojonudo!
( Continúa el próximo lunes )
Chamorro lo haría mejor, seguro que no le cabe duda a usted. Por cierto, no le pongo tratamiento a nuestra brava picoleta porque ya me he perdido. Sigo leyendo sus aventuras y en la última, Bevilacqua se confesó tremendamente en Barcelona, ¡uf! Se llama 'La marca del meridiano', ¿la ha leído? Apasionante, como todas.
ResponderEliminarVoy para arriba, abajo le he comentado.
Pues no, y siento mucho no leer más historias de Lorenzo Silva, así como de Alicia Giménez Barlett, pero la biblioteca sigue sin hacer compras por la putada de los recortes. También pregunté por El Cementerio Vacío de Ramiro Pinilla y nada de nada, no la tienen. Le recomiendo a usted "La Zona", de Javier Negrete y Juan Miguel Aguilera. Hacía tiempo que una novela no me enganchaba de tal modo. No te deja un respiro en las 453 páginas que tiene. Transcurre en la Almeria de los "plásticos" en donde malviven los ilegales africanos. Ahora estoy en la Barcelona de 1.870 en un caso policial de asesinatos horrorosos. Estas "delicias" me encantan, je, je!, y algo aprendo.
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