El mensaje. ( Episodio I )

Miguelín era discapacitado mental, pero entendía bien lo que le decían si le hablaban despacio y de una forma apropiada para su edad mental: 8 años. Físicamente ya había cumplido los veinte.


Todo el pueblo vio el resplandor en el bosquecillo próximo a la colina, y entre aquel resplandor algunos creyeron observar una figura celestial.


Miguelín se había perdido el día anterior y todo el pueblo estaba conmocionado. Cuando cesó el resplandor, vieron con estupor que Miguelín se acercaba tan tranquilo por el camino del bosquecillo.
El primero en acercarse a él fue el párroco, Don Saturio. Como Miguelín dijo que se le había aparecido una mujer muy guapa y le había dado un mensaje, el párroco advirtió de la conveniencia de que no le atosigasen, él se encargaría de hablar con el hombre-niño, y dicho esto se lo llevó a la casa parroquial para interrogarle.
Lo que le contó Miguelín al párroco fue decepcionante para el párroco. La mujer guapa se había presentado como reticuliniana y su mensaje había versado en la urgencia de solucionar el problema del cambio climático, en la necesidad de eliminar todas las cabezas nucleares, en la pronta erradicación de la pobreza y en el necesario y apremiante entendimiento entre Oriente y Occidente. Muy decepcionante todo, pues Don Saturio se había imaginado una aparición mariana y, por consiguiente, un mensaje tradicional de la Virgen. Qué puñetas hacía una tiparraca reticuliniana interviniendo en los asuntos internos del planeta Tierra?
"Me cago en el demonio!, esto lo arreglo yo como me llamo Saturio!"


( Qué está tramando el señor párroco? No se pierdan ustedes el próximo episodio... y todos los que vengan!