jueves, 26 de febrero de 2015
Nacidas para morir... enseguida.
Lua tenía siete años y soñaba con correr y jugar rodeada de muchas amiguitas. También soñaba con leche, fruta y cereales.
Mientras soñaba, los ojos de Lua se fueron cerrando para no volver a abrirse jamás.
Cuando Lua dejó de respirar, se convirtió en un número más de la escalofriante cifra de niños muertos diariamente por desnutrición.
Sue tenía siete años y sus movimientos eran muy torpes. Le pesaba el cuerpo más que a un anciano. La obesidad se había apoderado de ella. Sue rechazaba la leche, la fruta y los cereales, solo le interesaban las hamburguesas, los pasteles y los refrescos de cola.
Sue viviría algunos años más que Lua, pero su foto jamás aparecería publicada para motivar compasión.
Dos pequeñas historias entre millones de historias. Ahora mismo - exáctamente en este preciso instante, están muriendo niños en todo el mundo, Ya lo sabemos, verdad?
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Cuando terminara?? creo que nunca, es una pena.
ResponderEliminarLos intereses de los ricos son muy grandes, necesitan acaparar dinero como sea, aún a costa de un sector enorme de la población mundial.
ResponderEliminarVaya por Dios.
ResponderEliminarTristemente, siempre ha sido así, y no parece que lleve camino de cambiar.
ResponderEliminarCon lo fácil que seria.
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