viernes, 20 de febrero de 2015

Ladrón, policía y mendigo, ya te digo!








- Pero bueno!... pero... pero qué susto me ha dado!... Qué hace usted en mi casa?!... Ah, claro, ha entrado a robar!
- Perdone la molestia, caballero, yo pensaba que usted iba a regresar más tarde y... 
- Y cuánto me ha robado ya?!
- No, si prácticamente acabo de llegar, me iba a poner ahora a la faena.
- Pues no se ponga porque ya mismo llamo a la policía.
- Oiga, yo soy policía, si le puedo servir en algo...
- Policía?... Usted también es policía?
- Sí, señor, es que, verá usted, los policías nacionales cobramos un sueldo de mierda y algunos tenemos cargas familiares y... pues eso, que hay que recurrir al pluriempleo.
- Bueno, bueno, acabemos con esta farsa. La verdad es que me está usted cayendo bien, me da que es sincero. Mire, acépteme este queso manchego que acabo de comprar y una botella de litro de cerveza. Ah, y llévese también este collar de perlas Majórica de mi mujer, que cada vez que se lo pone me recuerda a Carmen Polo de Franco y yo soy republicano y del círculo de Podemos del Prat.
- Pues muchísimas gracias, señor!... Dios se lo pague, Dios se lo pague!
- Coño, no me bese las manos!... No será usted también mendigo, verdad?
- Bueno, sólo me dedico a la mendicidad en Navidades, que es cuando más se saca.

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