sábado, 16 de agosto de 2014
Zurbahistorieta del sábado sabadete
En los extremos del mundo
( Para el Concurso de relatos veraniegos de El Periódico del Prat )
Oriol Puchades, una bestia hercúlea tatuada con más de una docena de símbolos independentistas, se paseaba por la arena de la playa luciendo un bermudas de la "estelada" y una camiseta serigrafiada con dos rotundos "Puta Espanya, collons!", uno en el pecho y otro en la espalda. Le acompañaban, sujetos por una gruesa cadena, dos pitbulls entrenados para matar.
Don Jesús María Abad del Monasterio, antiguo militante de Fuerza Nueva y ex guerrillero de Cristo Rey, además de prestigioso ex empresario jubilado, observaba por la mirilla telescópica de su rifle, desde el ático de su casa, en un edificio alto situado junto a la playa, al maldito rojo de mierda que se atrevía a insultar a la sagrada patria.
Don Jesús María, a pesar de sus ochenta años recién cumplidos, conservaba un buen pulso y estaba dispuesto a disparar contra el repugnante separatista.
Sonó "Els Segadors" y Oriol pulsó la pestañita de respuesta de su móvil.
- Hola, Jordi!... Pues nada, dando un paeíto por la playa para ver si algún puto fascista español me mira mal y me doy el gustazo de reventarle la cabeza a hostias, o le suelto a mis "escoltas" para que lo destrocen a dentelladas, ja, ja, ja!
( Lo dijo en catalán, por supuesto. Espero haber sido fiel en la traducción )
Don Jesús María se congratuló por la ocasión que le brindaba el destino. El rojo se había detenido para responder al teléfono. Lo tenía en su punto de mira. "Dios mio, es un blanco perfecto!"
Oprimió el gatillo y...
Una fuerte sacudida del corazón hizo retorcerse del dolor al viejo patriota. Don Jesús María cayó al suelo de la habitación con el corazón ya inservible y los ojos espantados.
Había salvado su vida Oriol Puchades?... Ahora lo veremos.
Familiares, viejas amistades, algunos correligionarios ( otoñales guerrilleros de Cristo Rey y apergaminados falangistas ) acudieron a las exequias fúnebres por el alma del venerable difunto.
Don Borja Antonio, hijo del extinto, le comentó a su cuñado Luis Angel:
- Papá ya había perdido la cabeza, pobrecillo! En los últimos tiempos se creía que era un francotirador en el Madrid republicano. Fíjate, Luis Angel, al energúmeno ese que se pasea con dos perros, ya le había matado veinte veces.
- Jesús, Jesús, no somos nadie!
El féretro estaba cubierto por la bandera española del franquismo, la del aguila negra del Imperio, y sobre la enseña de aquella patria conocida por "una, grande y libre", alguien había puesto un pequeño rifle de mirilla telescópica. Era el homenaje de su nieto pequeño, Alvarito, el cual admiraba profundamente a su abuelo porque todos los días, al regresar del colegio, se lo encontraba matando rojos desde la ventana que da a la playa.
Quién le iba a decir a aquel glorioso nacionalista español que en sus últimas horas en este mundo iba a tener sobre su ataud un juguetito llamado "Rifle automático de vision telescópica de la Capitana Indestructible"
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¡Ja ja ja! ¡Muy bueno!
ResponderEliminarSárcastico y mordaz, como siempre. Y el humor que no falte.
(Vaya abajo)
El humor siempre, no sabría escribir sin él, y no lo digo como una pose, es la verdad, sólo me salen los textos con connotaciones humorísticas de cualquier tipo. Me está rondando estos días por la cabeza una idea para novela. No creo que a nadie se le haya ocurrido, pero me siento impotente para desarrollarla porque ha de ser absolutamente realista, imposible llevarla por el terreno del humor, se estropearía. Si se anima, se la regalo. ( La idea!, es lo único que puedo regalar, je, je! )
EliminarMe intriga. Dígamelo en privado, pero no estoy segura, porque yo también escribo metiendo humor. Si ha leído algún relato mío serio, dígamelo, porque no lo recuerdo, je je je...
EliminarVale, vale, ja, ja!, somos quevedianos!... Recuérdemelo si se me pasa.
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