martes, 25 de marzo de 2014

Uno a uno y sin prisas ( LIV )








Pero la suerte ya estaba echada. Mientras el inspector se hacía estas reflexiones, la muerte acechaba a Nicolas Ventura, un solterón maduro que criaba conejos y champiñones para venderlos en el mercadillo de los jueves de Lobodoiro.
El asesino se había instalado en la fila 14, justo detras de la butaca que ocupaba Nicolas Ventura. El asesino conocía la pelicula y esperaba actuar en uno de los momentos de mas tensión, cuando los erizos canibales sorprenden en un pasadizo oscuro a los repetiles policías de la Confederacion. El publico chilla, cierra los ojos, la imagen se funde en negro y...


- Vera usted, señor teniente, debo explicarle ante todo que mi madre era una mujer muy instruida, leía mucho, asistía a conferencias y conciertos de música clásica, no creía en supersticiones y rechazaba todas las confesiones religiosas. Pues verá, cuando murió Joaquinillo mi madre se quedo muy pensativa. Como ya había perdido casi la vista, me pedía a mi que le leyese las noticias. Tuvo que releerle varias veces los comentarios de la prensa que hacían referencia al inexplicable asesinato de Joaquinillo. Y sabe usted lo que dijo mi madre?
- Dígame usted.
- Dijo: "Esto no me gusta nada, Paloma, me trae algo a la mente que preferiría olvidar" Y ya no me dijo más, no me quiso decir más aunque yo la pregunte, pues me había dejado intrigada.
Hasta que mataron a Rogelio el tendero y destrozaron el mausoleo de los Sanfelices Orbaneja y machacaron los huesos de Don Dámaso Sanfelices Sarasola, el último ricachón de la familia. Lo sabía usted, verdad?
- Si, señora, estoy informado.
- Pues entonces fue cuando me dijo: "Esto es una maldicion gitana"
- No dijo más?
- Ya no volvio a hacer comentarios. Tenia 104 años y no siempre estaba lúcida. Pero se lo repito, señor detective, mi madre jamás creyó en paparruchas. Yo la conocía muy bien y me di cuenta de que estaba muy afectada, pero muy afectada.


Varios de los policías reptiles mas valerosos de la Confederación Galáctica Libertaria lograron hacerse con la batería de lanza-rayos fulxigrónicos de los erizos canibales, tras matar a cinco de ellos con sus pistolas de balas yuligricidas. Y este es el momento mas emocionante de la pelicula, cuando los reptiles se hacen con la bateria fulxigrónica lanzando gritos de júbilo y rematando yuligrícidamente a sus enemigos. Y he aquí el segundo de gloria de Valdeminguilla. Las cámaras nos lo muestran en un buen plano gritando: "Adelante, mi legión, nuestro es el mañana!" Pero no se trata de la voz de Valdeminguilla, porque los figurantes con frase no se doblan ellos mismos, les ponen las voces los dobladores profesionales. Y a Valdeminguilla le dijo el ayudante de dirección que gritase lo que se le ocurriese, pensando que la cámara no le iba a pillar tan cerca o que su pequeñísima parte iba a quedar anulada en el montaje. Pero al director le gustó el "momento Valdeminguilla" y mandó que le pusieran una frase en doblaje. Y esto fue lo que grito en el rodaje el inverosimil Valdeminguilla : "Late mi corazón por Leona Catalana!"
En la siguiente escena, los reptiles no lo llevan tan bien. Varios de ellos huyen por los túneles de una mina con la princesa Enriketxia ( interpretada por Soraya Montiel ) Los erizos diabólicos les cortan el paso a los policías reptilianos y hacen correr la sangre de lo lindo en una matanza despiadada. Un repulsivo erizo atrapa a la princesa Enriketxia y ya esta a punto de devorarla cuando la pantalla empieza a fundirse en negro.
En el cerebro de Nicolás Ventura también se va hacienda la oscuridad, pues un cuchillo de afilado acero acaba de rebanar su cuello. Una cascada de sangre empapa su ropa y la butaca. Adios a la venta de champiñones y conejos en el mercadillo semanal de Lobodoiro.


El coche del inspector rueda por las estrechas calles de Valdurriales en dirección a la salida del pueblo. Tiene la sensación de haber perdido el tiempo escuchando a Dona Paloma. Varios guardiaciviles saludan al paso del vehículo. Pero tambien hay una duda razonable rondándole la mollera: "Se habrá llevado la centenaria algun secreto a la tumba?... Maldicion gitana... jodeeer!"
Suena el movil. Piensa en lo peor. Es Jiménez.
- Siento amargarle la tarde, mi teniente, bueno, ya la noche, pero...
- Al grano, Jimenez, coño!
- Tenemos otro muerto, bueno, otro asesinado.
- Es lo mismo, Jiménez, dejese de florituras. Es uno de este pueblo y se llama Nicolás Ventura. Estoy en lo cierto?
- Si, coño, cómo lo sabe?!
- Olvida que estoy en Valdurriales, el pueblo de la bruja Grecia Salazar y su portavoz el cabo Modesto?... Iba a ordenar ahora mismo la busqueda de ese hombre. No lo he hecho antes para no ganarme mas enemigos por llenar los cines de guardias. Ya ve usted, Jimenez, esto es de locos!
Y de pronto vio una figura que saltaba a la carretera colocándose a pocos metros del morro del coche. Pego un frenazo y maldijo en voz muy alta.
- Me cagó en su puta madre!


( Continuará )

3 comentarios:

  1. Lo dicho una locura. Acabo de redactar el siguiente episodio con todas las faltas de ortografia. Manana me toca corregirlo en la otra biblioteca. Me temo que no va el sistema del espanol en ninguno de los ordenadores. Ahora que por fin hay un ciber con una conexion rapida y unos odenadores muy modernos, no me sirve a mi.

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    1. ¡Qué mala suerte! Supongo que ya lo ha corregido porque veo los "coño!" muy bien escritos, je je je...

      Caramba con mi admirador. Oiga, lo normal es que un/a lector/a se enamore del personaje, no al revés. ¡Qué cosas!
      Pues nada, le deseo a Valdeminguilla muchos éxitos en el celuloide.

      Si la difunta centenaria no creía en paparruchas, algo real debe haber en esa maldición gitana y siempre he considerado que callar es un error muy gordo.

      (Voy arriba)

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    2. Buen día!... Ya se encuentra mejor?...
      Pues claro, he tenido que corregirlo en la biblioteca del barrio. Ahora estoy en el Instituto Cervantes. Tengo que desviarme un kilómetro para llegar aquí, pero me ayuda a avanzar, me libera de los trastornos de los cibers ingleses.
      Así es, en el mundo loco de la ficción a veces son los personajes los que se hacen fans de los lectores.
      Feliz día!

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