viernes, 28 de octubre de 2016
(Sexto episodio) El caso de la domadora asesinada.
Siempre se ha dicho que el circo es como una gran familia ambulante, que todos los circenses se llevan muy bien entre ellos y que son muy felices. Pero en el circo hay de todo, como en el resto de la sociedad. También hay personas que no tragan a sus semejantes. En la vida nómada nadie está libre de que afloren en él los malos sentimientos, incluso los peores: la envidia y el odio.
El enano Marcial no traga a Miss Martinelli, la antipodista, que en realidad se llama Jesusa, y ahora le ronda por la cabeza que esta mujer podría ser muy bien la asesina.
La inspectora Jiménez Herrera prepara sus cosas para lanzarse a la autovía en dirección a tierras murcianas, en busca del circo. Da instrucciones a su hija Patricia sobre las labores que debe realizar en casa, y se despide de su fiel mascota, el perro Bribón.
Un asesino anda suelto y la sagaz detective tiene la misión de dar con él. Se sube a su coche Berenjeno, hace girar la llave de contacto y... ¡A por todas, inspectora!
(continuará)
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